Antonio Felipe Rubio
Periodista
➤“¡Que se atengan a las consecuencias, vamos a ser muy duros!”. Así
amenazaba a gritos Juan Manuel Sánchez
Gordillo al final de la noche de las elecciones en Marinaleda. Este
dictador comunista gobierna en Marinaleda al estilo estalinista desde 1979
manteniendo el control social en este pastueño parque temático del comunismo.
El trasnochado y agresivo garante del “progresismo” dijo textualmente a sus
vecinos: “La gente que da la cara por este proyecto (el suyo) va a tener
recompensa -insiste-, las viviendas primeras van a ser para aquella gente que
más dio la cara por este proyecto. Y el que no ha dado la cara no va a tener
recompensa, va a ser destinado a las tinieblas si hace falta”.
“¡Que se atengan a las consecuencias, vamos a ser muy duros!”. |
Así amenazó el
alcalde a los componentes de la formación Avanza Marinaleda, que se ha quedado a sólo 44 votos de arrebatarle
la alcaldía. Sánchez Gordillo señaló así, con todo desprecio, a los 847
“traidores” de Avanza Marinaleda que votaron en su contra y que, al parecer,
los tiene a todos identificados.
Evidentemente, este fantoche y mamarracho de la progresía más
perroflauta, del pañuelo palestino y camisa almizclada es un magnífico
exponente del “progresismo de las tinieblas”. El comunismo, como régimen más
criminal de los 102 últimos años, ha conocido grandes dictadores, saqueadores y
asesinos genocidas sanguinarios que han logrado, desde la llamada revolución
proletaria, llevar a pueblos enteros a la absoluta miseria y opresión. Para
Stalin la purga y gulag eran su particular condena a las “tinieblas”. Falta
saber si para el mamarracho Gordillo existen idénticas expeditivas inclinaciones
de “justicia social”; de momento, lo deja en “tinieblas”, lo que no es
precisamente tranquilizador para los que caigan en ese estigio escenario.
Menciono esta barbaridad del rancio adalid de las izquierdas como
argumento de las “bondades” de los pactos de izquierda sustentados por los
partidos PSOE, IU, comunistas, independentistas, Podemos y confluencias… y que
se han prodigado en anunciar el grave riesgo de la posible llegada de las
derechas y la extrema derecha, en clara alusión a PP, C´s y Vox. Además, el
PSOE ha perseguido insidioso y tratado de hacer confesar al PP el posible pacto
con Vox o C´s si se diesen las condiciones necesarias para ello; eso sí,
calificando de fraude “antidemocrático” que el PP pudiese acercarse a estas
formaciones, pero dejando claro que al PSOE nadie le reprocha nada, y que tiene
todo el derecho a aliarse con los comunistas, independentistas, nacionalistas,
anticapitalistas… y toda suerte de fauna antisistema parasitaria.
Una vez conocido el discurso del comunista Sánchez Gordillo,
veamos cuál fue -esa misma noche y casi a la misma hora- el discurso del candidato
a la alcaldía de Almería por el Partido Popular, Ramón Fernández-Pacheco: “Me dirijo
especialmente a los que NO me han votado (…) sabed que a partir de mañana voy a
trabajar intensamente y sin exclusión para hacer todo lo posible por mejorar
vuestro barrio y hacer más fácil vuestras vidas y las de vuestras familias (…)
porque soy el alcalde de todos, y a todos sin distinción me debo y apoyo”. En fin, no hay más comentarios al respecto.
Los primeros en recibir las viviendas y los condenados a las
tinieblas no es una exageración en el arrebato de la noche electoral. Este proceder
ha sido el del PSOE y sus colaboradores necesarios durante casi 40 años en la
Junta del PSOE de Sevilla. Las paguicas, la casica, la ayudica y las
subvenciones; y las concesiones administrativas; y las licencias; y los
beneficios discrecionales… ha sido la
vergonzosa política social de la progresía. Durante 40 años la izquierda ha
generado y degenerado los más impresentables saqueadores en la región con mayor
potencialidad de Europa. Quizá no lo hayan dicho tan claro y amenazante como lo
expresó Gordillo, pero a efectos prácticos, la Junta del PSOE ha actuado con
las mismas claves sectarias que otorgan a la izquierda y sus extremos la
cualidad de verdadero peligro para la convivencia. Y, una vez consumidos los
argumentos “progresistas”, hay que levantar fantasmas del pasado que mantengan
la beligerancia revanchista activa que, en el fondo, es uno de los pocos
recursos que les quedan para mantener la escenificación sobreactuada de la
frontera ideológica.
La infecta y antidemocrática amenaza de Gordillo (grabada en audio
y vídeo) no será, en modo alguno, motivo para dimitir o pedir disculpas; ni
espero que actúe Fiscalía de oficio por extorsión, malversación y amenazas. Al
fin y al cabo, no ha protagonizado una saca o disparado en la nuca a nadie.
¡Tampoco es para ponerse así! Y es que la extrema izquierda suele minimizar sus
tics fascistas con la soltura y el desparpajo que le otorga su propia incultura
y la escasa convicción democrática. Por lo menos, hay que agradecer que no
terminaran la “fiesta de la democracia” -como en otras ocasiones- yendo a robar
al Mercadona.
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