Emilio
Ruiz
@opinionalmeria
➤ La
jornada del sábado en los 103 municipios almerienses y en nuestra única entidad
menor, Fuente Victoria –Balanegra ya ha pasado al grupo de los ‘mayores’-, tuvo
ciertas particularidades que conviene destacar. Son las claves del 15-J a modo
de comentario.
Así ha quedado la provincia (Gáfico: La Voz) |
Primera clave: Vox se viste de largo, pero menos de lo esperado. Tras las elecciones autonómicas de 2018, donde Vox consiguió
en la provincia de Almería más de 43.000 votos y dos escaños, y las generales
de 2019, con 62.000 votos y un diputado nacional, se esperaba que el partido
que preside Santiago Abascal sembrara la geografía provincial de un par de
centenas de concejales y al menos una docena de alcaldes. La representación
obtenida es prácticamente simbólica. Su presencia en las instituciones
almerienses pasaría inadvertida durante los próximos cuatro años si no fuera
porque municipios tan importantes como Roquetas de Mar, El Ejido y Huercal de
Almería le han dado cabida en sus equipos de Gobierno. El blanqueamiento de
Vox, un partido de ultraderecha, ha sido una de las noticias de estas
elecciones a nivel nacional.
Segunda clave: la moda de las alcaldías
compartidas. En España hay más de
8.000 municipios, y, a la hora de elegir alcalde, entre tanto pueblo, se ha
visto de todo. La idea de compartir los años de alcaldía no ha nacido este año.
En Almería tenemos alguna experiencia incluso en los primeros años de Ayuntamientos
democráticos. En las elecciones locales de 2015 solamente en Turre se puso en
práctica este modelo. Esta vez son varios los pueblos que se han sumado a la
experiencia: el propio Turre, Tíjola, Gérgal y Felix. La experiencia de Turre
en la anterior ‘legislatura’ no es modelo a seguir pese a repetirla, pues PSOE
e IU rompieron relaciones a los pocos meses de firmar el pacto. En Turre hay
dos temas pendientes –la ordenación urbanística de Sierra Cabrera y la
realización del paseo de la Avenida de Almería- que se están haciendo eternos
por la enorme cantidad de intereses encontrados.
Tercera clave: ¿quién dijo que el
bipartidismo está en crisis? Partido
Popular y Partido Socialista se han repartido los centros de poder en Almería
durante muchos años. Con la aparición de nuevos partidos –Podemos, Ciudadanos y
Vox- parecía que el bipartidismo había llegado a su fin en el reparto de poder
en la Administración local. Nada más lejos de la realidad. PP y PSOE reúnen
nada menos que 93 alcaldías en la provincia, contando también la de Fuente
Victoria. 48 son socialistas y 45 son ‘populares’. Ciudadanos tiene cinco e
Izquierda Unida tiene dos. Ninguna tiene Vox. Estos no indican el fin del
bipartidismo, sino precisamente todo lo contario, el afianzamiento del bipartidismo.
Cuarta clave: las alcaldías siguen
siendo cosa de hombres. Las listas
cremallera se establecieron con obligatorias para no marginar a las mujeres en
las tareas de administrar los dineros públicos. En nuestro Congreso de los
Diputados se registra el porcentaje de mujeres más alto de la historia, con el
47,4 por ciento. Hay 184 diputados y 166 diputadas. Pero las listas cremallera
siguen teniendo poca eficacia en las elecciones locales en cuanto al número de
alcaldes. La mayoría de candidatos a las alcaldías siguen siendo hombres. Y la
mayoría de alcaldes, por lógica, también. En la jornada de ayer solamente 19
mujeres almerienses fueron elegidas alcaldesas. Eso es algo más del 18 por
ciento. ¿Veremos algún día los almerienses –y los andaluces y los españoles, en
general- la paridad en las alcaldías?
Quinta clave: la rebelión de los ‘ex’ en
Vélez Blanco y Felix. Los oponentes
políticos se suelen llamar entre sí adversarios, que no enemigos. Cuando esos
adversarios proceden de una misma matriz, entonces no cabe duda de que son
enemigos, como se ha visto en Vélez Blanco y en Felix. En Vélez Blanco, una
candidatura segregada del PSOE, Comprometid@s con Vélez Blanco, le ha dado la
alcaldía a Pedro Luis Gil, el único concejal de Ciudadanos. Y en Felix, el
Partido Popular le ha dado la alcaldía a Gabriel Magán, del PSOE, con tal de
que no recaiga en el expopular Manuel Flores, de Almería Viva.
Sexta clave: no hay plazas
inexpugnables. La caída de algunos
alcaldes históricos como el de Huércal-Overa, Domingo Fernández; la alcaldesa
de Los Gallardos, María González; el alcalde de Lúcar, José González, o el
exalcalde de Abla, Antonio Oliva, fuertemente arraigados en sus municipios
elección tras elección, siempre con mayoría absoluta, es una prueba de que no
hay alcalde o alcaldesa que se resista a una mala gestión o a la ilusión
despertada por alguna nueva candidatura.
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