"El despertar de la sirena, un viaje al fondo de ti mismo", de María Guerrero


Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería

El despertar de la sirena, de la experta en crecimiento personal María Guerrero Escisa (Murcia, 1958), es el primer libro, con lenguaje llano y directo, que combina dos componentes capaces de producir una catarsis, el manual de autoayuda y la poesía, lo que hace posible que el lector pueda ampliar su perspectiva de sí mismo combinando e integrando el nivel racional y el nivel emocional.

María Guerrero (Loa)

Es un trabajo bien narrado y con un estilo director y fluido. Despierta al lector de ese letargo sueño de la complacencia, a través de sus propuestas de trabajo, reflexiones y poesías. El despertar de la sirena, un viaje a fondo de ti mismo, ha comenzado su andadura con la intención de despertar muchas conciencias para que seamos tan libres y tan amorosos con nosotros mismos como seamos capaces.

Es el primer libro que combina la estructura y el contenido de un manual de autoayuda. A través de la poesía, se accede a lo sensorial, a través de la teoría a lo intelectual y con los planteamientos y propuestas pretende activar la conciencia y pasar a la acción.

María Guerrero Escusa es doctora en Psicología, máster en Psicología clínica, Terapeuta Gestalt, profesora y vinculada, desde 1987, como voluntaria, y presidenta del Teléfono de la Esperanza de Murcia desde 2014. Escritora, dirige cursos y talleres de crecimiento personal. “Lo que más me define es que soy una enamorada de la vida, del ser humano y de mi profesión”. 

Por qué aporta poesía a la publicación: “Desde niña la poesía ha estado a mi lado y he buscado expresión. El fruto de años de trabajo reflejado en mis poemas lo pongo a disposición con el propósito de ayudar a abrir un horizonte nuevo. Permítete darte cuenta”, subraya María Guerrero que apuesta por la autorreflexión. “La palabra problema generalmente”, dice, “te trae sentimientos de angustia, parálisis, agobio…, mientras que si la cambias por situación a resolver, lo que te viene son sentimientos asociados a la acción, al movimiento y la esperanza, imprimiendo el impulso de ponerte activo en tu vida y movilizar tus recursos”.

Un viaje al fondo de ti mismo

Su libro, presentado por este autor y la personalidad arrolladora de su colega en Almería María Isabel Orland Gómez, consiguió abarrotar de público ansioso por conocer su conferencia el salón Cajamar de la Casa de las Mariposas. Para María Isabel, el abuso de las redes sociales son sinónimo de soledad y de llamar la atención por cualquier circunstancia.

Con la evolución de internet ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y de interaccionar con los demás. Ya no hace falta salir a la calle para tener amigos, encontrar parejas o hacer negocios. Con solo encender nuestro ordenador el mundo se abre a nuestros ojos y nos permite contactar con multitud de personas con las establecer relaciones afectivas, en las que nuestras emociones cobran dimensiones desproporcionadas en muchos casos. 

En su justa medida, su uso es positivo, ya que se utiliza como un medio para facilitar y hacer mucho más llevaderos distintos aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, están aquellos que no pueden vivir sin las redes sociales. Tal es la adicción que llegan a modificar muchas situaciones, rutinas y hasta sus relaciones interpersonales.

Facebook, Twitter, Instagram... se transforman en una especie de pantalla en la que se muestra solo una parte de lo que realmente somos, compartimos con extraños nuestras intimidades, les abrimos nuestro corazón y confiamos incluso más que en las personas de carne y hueso que tenemos cerca y es que las redes sociales permiten expresar distintas versiones idealizadas de uno mismo y satisfacen las necesidades narcisistas, de aprobación, pertenencia y estatus, por lo que se han convertido en una obsesión para muchos.

Las personas con baja autoestima suelen tener mayor adicción a las redes, ya que éstas les permiten esconder lo que creen tener negativo y dar rienda suelta a sus fantasías de personas populares y exitosas. “Muestran una imagen sesgada y distorsionada de sí mismos a través de fotos retocadas o de años pasados como sustitución de su realidad, lo que termina produciendo mayor desvaloración de sí mismos. Los adictos a las redes exploran permanentemente las publicaciones de sus amigos en busca de sus nuevos acontecimientos y les sobreviene el pensamiento de que sus vidas son mejor que la suya, así lejos de sentirse acompañados, perciben mucho más el aislamiento y la diferencia porque al comparase con otros siempre se sienten perdedores”.

Guerrero concluye su reflexión: “Cuando no es posible hacer alguna de estas indicaciones es conveniente consultar con un especialista, porque condicionar nuestra vida a un dispositivo móvil puede llegar a ser perjudicial para la salud”.

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