María Ángeles Arellano
Periodista
➤➤➤ Esta madrugada
ha fallecido en México el conocido actor Eduardo Fajardo (Meis,
Pontevedra,1924), estrechamente vinculado a la provincia de Almería. Según han confirmado fuentes de la familia, se encontraba en el país americano al que solía
viajar porque allí residen cinco de sus seis hijos.
Eduardo Fajardo (La Voz) |
El intérprete gallego, afincado en Almería, contó con el
honor de descubrir en abril de 2012 la primera de
las placas del Paseo de las Estrellas de Almería, en la calle Poeta
Villaespesa, junto al Teatro Cervantes de la ciudad. Su trayectoria la avala 183 las películas en las que ha
participado, 75 obras de teatro y unas 2.000 intervenciones en la televisión de
España y México.
Desde hace más de dos décadas, Fajardo
vivía en Almería. “Siempre he soñado con volver a mi tierra pero ya
cada vez menos. Pasa como los amores: te vas colando sin darte cuenta y al
final quieres a lo más reciente porque es lo que te llena más. En Almería hay que vivir para quererla, y a
mí me ha ganado”, afirmó en 2016 en una
entrevista concedida a La Voz de Almería.
"En México
vivían sus hijos, aquí su gente", ha apuntado un familiar tras dar a
conocer la triste noticia de su fallecimiento.
Un Café con Fajardo
Hace un par de años Ignacio Mañas compartió un café con el actor. Reproducimos algunas de las reflexiones publicadas entonces:
Una Vida De Cine
Yo nací el 14 de Agosto de 1.924, en O
Mosteiro, una pequeña aldea, perteneciente al municipio de Meis ( Pontevedra ),
pero en ese mismo año, mi familia y yo nos trasladamos a la localidad riojana
de Haro, donde pasé 7 años de feliz infancia, hasta que ocurrió una tragedia
familiar ( de la que ahora no quiero hablar ). Allí permanecí hasta los 14 años
de edad, para trasladarme después con mi madre, a Solares ( Santander ), donde
ella montó un negocio relacionado con los productos lácteos, para sacar a su
familia adelante. Todos esos acontecimientos vividos, así como la intención
permanente de mi madre, de hacer de mí una persona fuerte e independiente, hizo
que dejara atrás mi infancia muy rápidamente, para madurar muy deprisa.
El Veneno Del Cine
Me preguntas como un chico de provincias
llega al mundo del espectáculo, y yo te lo voy a contar. Resulta que muy cerca
de mi casa, en La Cavada ( Lierganes ) había un famoso balneario, en
el que veraneaban unos señores, con los que yo intimé y que decían dedicarse al
mundo del cine, como directores y productores. Estos supuestos cineastas, no
paraban de agasajarme con elogios, argumentando que yo con mi porte, tendría
futuro en la gran pantalla. La verdad es que con sus argumentos y mis
fantasías, me metieron el “veneno del cine” en la sangre. Tanto fue así, que al
poco tiempo, a la edad de 18 años, convenzo a mi madre y abandono mi pueblo
para dirigirme a Madrid, con la mochila repleta de ilusiones, pero nada más que
eso, ya que mis recursos económicos eran muy limitados.
De La Fantasía A La Cruda Realidad
Nada más llegar a Madrid, me dirijo al Teatro
Reina Victoria y pregunto por D. Jesús el director, a lo que nadie sabe darme
orientación, ya que allí no conocen a ningún director con ese nombre. Es
después de describirle a las personas que yo buscaba, cuando alguien me dice,
chico yo creo que te refieres a “Los Chucho”, los carpinteros. Efectivamente,
esos señores, que me habían engatusado y llenado la cabeza de fantasías,
diciéndome que eran directores y productores cinematográficos, en realidad solo
se trataban de simples carpinteros ( sin menospreciar la profesión ), que
ayudaban en el montaje de los escenarios.
Mi Inicio En El Doblaje
Desolado, deprimido y desengañado, estuve
vagando varios días por Madrid, hasta que el destino me dirigió por casualidad,
hasta una cafetería. Resulta que ese era el Café Lepanto, un lugar muy
frecuentado por artistas de todos los ámbitos. Estando sentado tomando un café,
un señor mayor se percató de mi tristeza y se acercó a mi para preguntarme,
como un chico tan joven, podía estar en ese estado. Después de oir mi historia,
este “Angel de la Guarda”, me dijo que yo tenía una voz muy peculiar y que
podría probar suerte, como doblador de películas y que podía probar suerte en
los estudios de Fono España.
Ni corto ni perezoso, me dirijo a Fono España,
en la calle Claudio Coello, y pregunto por su director, Hugo Donarelli, para
que me haga una prueba. El director no se encontraba en las instalaciones, pero
ante mi insistencia, el personal accedió a hacerme la prueba. El resultado no
pudo ser peor, un autentico desastre. Unos días más tarde, conseguí una
entrevista con el director y al gustarle mi timbre de voz, me volvió a hacer
otra prueba, pero esta vez en su presencia. Esa prueba si que le gustó, tanto
que a la semana siguiente, me contrató para doblar a Charles Boyer, en la
película “Cena de Medianoche”. En esa empresa ( Fono España ), pasé 8 años como
doblador, hasta llegar a conseguir ser el director de la compañía, combinándolo
alternativamente con las radionovelas, que en aquella época eran muy populares
y tenían mucha audiencia.
Fue durante mi periodo de actor de doblaje,
cuando conocí a uno de los mejores actores españoles, Fernando Rey. Fue este
actor, el primero que exigió, que su nombre apareciera en los títulos de
crédito, como actor doblador de Lawrence Olivier, en la película “Hamlet”, tal
y como sucedió. Aquel suceso me dejó impresionado, ya que por primera vez, se
le daba el reconocimiento debido, a los actores de doblaje. Seguidamente hubo
una segunda vez, y esa fue, durante mi doblaje a Orson Welles, en su papel de
Otelo, en la que también conseguí que apareciera mi nombre en el reparto.
Parece ser, que Orson Welles visionó la película doblada por mi, y tanto le
gustó, que quiso conocerme personalmente.
Mi Paso Por El Teatro
Durante mi periplo intercalado en la
radio, conocí a un representante teatral, que me propuso trabajar en una obra
de teatro, que el representaba. Acepté la propuesta y recuerdo que comenzamos
la gira, en un pequeño pueblo llamado Fromistan ( Palencia ), donde las
representaciones las hacíamos, en pajares y almacenes, y donde el escenario era
delimitado únicamente con cuerdas, para separarlo del público asistente. La
entrada siempre se cobraba en especies, aceite, pan, patatas, era una época de
mucha miseria y solo se pedía, lo que cada uno podía aportar. Cada noche, al
regreso de la función al pueblo, canjeábamos en la tienda, las especies por
dinero. Siempre dormíamos apiñados y en pensiones de mala muerte, pero muy
felices de lo que hacíamos.
Así me tiré un año y medio, haciendo una función
diaria, sumando un total de 49, por toda la comarca. Más adelante, conseguí
entrar en la compañía María Fernanda Ladron de Guevara y debutar en el teatro
Poliorama de Madrid.
El Salto Al Cine
En el año 1947, CIFESA se fija en mí, y me
contrata primero por por un año y después por tres más, para
trabajar siempre en papeles secundarios, en películas como “Don Quijote”, mi
primera aparición en la gran pantalla, seguidas de “Heroes del 95”, “Locura de
Amor”, “Balarrasa”………, alternándolo a su vez, con el teatro.
Corría el año 1953, y Orson Welles,
volvió a preguntar por su doblador, y me invitó a cenar una noche. Tras el
trascurso de la velada, el director me propuso y al final me convenció, para
que viajara a México, para hacer un papel protagonista, de una película sobre
Hernan Cortés. Aquel rodaje nunca se llevó a cabo, por problemas de
interpretación de la historia, ya que había diferentes puntos de vista, entre
la visión española y la mexicana.
A pesar de no empezar con buen pie, en
mi entrada en México, aquella tierra me cautivó tanto, que decidí establecerme
allí y traerme a mi madre conmigo. Mi madre siempre ha estado muy presente en
mi vida y no la iba a dejar sola en España. Allí me casé, tuve mis hijos, y me
sentía totalmente integrado con su gente, igual que si hubiera nacido allí.
Muy pronto, comencé a trabajar en el
teatro, en el cine, y en una nueva tecnología que empezaba, llamada televisión,
y en la que llegué a hacer, más de 2.000 intervenciones, destacando sobre todo,
en el incipiente mundo de las telenovelas, llegando a ser uno de los actores
más reconocido, premiado y valorado por los mexicanos. Incluso probé suerte
empresarial, llevando la gerencia del teatro Chopin, de México D.F.
España Y El Spaguétti Western
Finalmente y tras mi etapa mexicana,
decido regresar a España, y nada más llegar, mis compañeros de trabajo, me
nombran presidente del Sindicato Nacional de Actores, cargo que ejercí durante
cuatro años.
Mi regreso a España, coincidió justo
cuando comenzaba la fiebre del spaguétti western. Fue así como de la mano del
director Antonio Defalt ( Anthony Stefy ) recalo en el Desierto de Tabernas (
Almeria ), para rodar la película “Una Tumba Para Un Sheriff”. Fue este
director el que me recomendó, que mi imagen iba mejor como villano, que como
galán, poniéndome como ejemplo, a Anthony Queen, que había conseguido hacerse
famoso, gracias a sus papeles de villano. Pensé en lo que me dijo y empecé a
ponerlo en práctica. Recuerdo que para la primera aparición, que yo tenía en
ese western, y que ejercía del jefe villano de la banda, me vestí de negro
integral y me teñí el pelo de rubio platino, algo que sorprendió a todos, y al
primero al director. Nada más aparecer en escena, entro en el Saloon y me paso
la mano por lengua, para seguidamente peinarme mi tupé, a modo de brillantina.
Aquello sorprendió y desconcertó aún más a todos, puesto que esa
escena estaba fuera del guión, pero una vez terminada la secuencia, el director
me dio la enhorabuena.
Luego participé en infinidad de
western, y siempre en el papel de villano. Películas como “El Séptimo de
Caballería”, “ElSabor del Odio”, “Salario para Matar”……….,y así hasta llegar a
rodar 15 películas en un año, aunque la que más marcó mi imagen, y más
repercusión tuvo, fue la de “Django” de Sergio Corbucci, en el año 1966,
película que se considera hoy día como icono del western, por muchos de los
mejores cineastas. Entre ellos los directores Quentin Tarantino, o su maestro
Enzo Castellari.
Mi Retiro En Almeria
Fue gracias al western que yo conocí
Almeria, y la verdad es que esta tierra me enganchó desde el primer día. Me
encantó su clima favorable, su costa, su desierto……..pero lo que realmente me
sedujo, fue su gente. Esa gente tan cercana, tan humilde, tan entrañable, que
te hace sentir tan arropado y querido. Por eso fijé Almería, como mi residencia
definitiva.
Fajardo & Los Discapacitados
Todas las arrogancias y excesos, que
hacemos cuando somos jóvenes, las pagamos de mayores. Esa
arrogancia, junto con mi habilidad como caballista ( ya que desde niño, yo me
había criado entre caballos ), era la que me llevaba a desarrollar
íntegramente mis papeles como actor, pero también como caballista y actor
especialista de acción. Esas acciones, tuvieron como consecuencia un mal
desenlace, durante un rodaje en Roma. Fue una caída con un caballo por una
pendiente, llegando a producirme una lesión, que no la curé en su momento, por
no parar de trabajar, y que ahora me tiene postrado en esta silla.
Cuando a mí me llegó la hora de
jubilarme, yo me planteé que tenía que seguir haciendo cosas, que yo no podía
estar sentado en una mesa, jugando al dominó con un grupo de jubilados. Así que
un día, me encontré un señor que le faltaba una mano. Y yo que no me callo ni
debajo del agua, le pregunté, que si la falta de la mano, había sido producida
por accidente, o si era así de nacimiento, a lo que el señor me contestó que
era de nacimiento.¿ Y cómo te llamas y a que te dedicas ? le volví a preguntar,
y el me respondió, me llamo Matías García y soy el presidente de la federación
almeriense de minusvalidos. En aquel instante, descubrí cual iba a ser mi
siguiente trayectoria.
Me ofrecí como
colaborador cultural para ayudar a sus asociados y llegué a crear una compañía
teatral de discapacitados llamada “Teatro sin Barreras”, con la que estuvimos
varios años de gira, por toda Andalucía. Desde ese momento, nunca he dejado de
visitarlos, como dos veces por semana con ellos, les cuento chistes, les recito
poesías, y cuando se me acaba el repertorio, improviso y continúo animándolos.
Tengo infinidad de premios, de
calles con mi nombre, una residencia con mi nombre, la primera estrella en el
Paseo de la Fama de Almeria, etc., etc., pero para mí el mejor premio, es el
que recibo cada vez que una de esas personas, esgrimen una sonrisa. No existe
ningún premio, que pueda superar esa gratificación.
Proyectos De Futuro
En unos días, tengo que viajar a México y
estaré varios meses allí, entre otras cosas, porque tengo que participar en
varios programas televisivos. No obstante, quiero regresar en cuanto me sea
posible a Almería, y a mi regreso, quiero retomar el tema de mi museo, así como
seguir haciendo colaboraciones con aquellos colectivos que crean que yo puedo
serles útil. Yo he tenido mucha fortuna en la vida, y ahora de alguna forma,
tengo que devolverle esos favores. Ayudando al prójimo, me estoy ayudando a mí
mismo, y aunque soy consciente de que a mis 92 años, no me queda mucho tiempo,
el que me quede quiero aprovecharlo al 100×100.
Almería siempre ocupará una
parte muy importante de mi corazón y yo quiero demostrarle así, mi amor a su
gente.
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