Juan
Carlos Pérez Navas
Senador del PSOE de Almería
➤➤➤ El
clamor generalizado que está instalado en la sociedad, en estos días de
comienzos de julio, es la necesidad de contar con un gobierno que dé
estabilidad y certidumbre a nuestro país y que pueda presentar un programa para
afrontar los grandes retos que tenemos por delante. Hace ahora dos meses, los
españoles votamos para que se trabajara en este sentido y lo hicimos, por
cierto, con una gran participación.
Pedro Sánchez (PSOE) |
Con su
voto, hasta en cuatro ocasiones en la mayoría del país, los españoles
demostraron su madurez democrática y decidieron mayoritariamente que la única
opción de gobierno quedara en manos de Pedro Sánchez y del PSOE. También
decidieron que no hubiera otra alternativa posible y, efectivamente, no la hay.
Sorprende la actitud que están manteniendo la mayoría de los partidos políticos, empeñados en hablar sólo de ellos y de sus intereses
Por
eso, sorprende la actitud que están manteniendo la mayoría de los partidos
políticos, empeñados en hablar sólo de ellos y de sus intereses y que se han
instalado en la obstaculización de un proceso democrático, como es la
investidura del presidente.
Esta
negativa a facilitar que haya un nuevo gobierno y que el resto de partidos
empiece a ejercer la oposición, como han mandatado los españoles, resulta
difícil de entender. De hecho, sería una irresponsabilidad que hubiera que
volver a repetir unas elecciones por la actitud poco generosa de unos partidos
que, de momento, sólo están consiguiendo paralizar la constitución del gobierno.
Con su forma de proceder, únicamente están bloqueando el trabajo que permitiría
abordar las grandes reformas que necesita el país, marcadas con la misma
prioridad que ya se estuvo aplicando en la legislatura pasada y que fue la
defensa de las políticas sociales.
Si esta
actitud sorprende, más aún lo hace la escalada de declaraciones y posturas que están
manteniendo algunas fuerzas políticas, también de izquierdas, como es el caso
de Unidas Podemos, a la que se le presuponía responsabilidad y generosidad para
alcanzar un acuerdo, sobre todo después de que el PSOE gobernara llegando a
acuerdos con ellos tras la moción de censura. Ahora, esta fuerza se plantea
irresponsablemente votar incluso en contra de la investidura de Pedro Sánchez
como presidente por no acceder a un gobierno conjunto, lo que vuelve a colocar
al país en las manos del resto de partidos para que no bloqueen la constitución
del gobierno.
Especialmente llamativo es el caso de Ciduadanos, con un Albert Rivera que, en su camino de derechización y sumisión a PP y Vox, se niega incluso a dialogar
Especialmente
llamativo es el caso de Ciduadanos, con un Albert Rivera que, en su camino de
derechización y sumisión a PP y Vox, se niega incluso a dialogar. Esta cerrazón
resulta muy preocupante, ya que, si desprecia la llamada al diálogo del
candidato más votado y presidente en funciones, cabe preguntarse qué no hará
con la ciudadanía.
La
inmadurez de estos líderes que niegan al PSOE la opción de gobernar supone un
boicot a los resultados de las urnas y pervierte el sentido de lo que
decidieron los españoles. En el ánimo de estos líderes no aparece por ninguna
parte el espíritu constructivo y de responsabilidad que el país reclama y que
necesita en este momento clave.
Pese a
estos antecedentes tan preocupantes, no cabe sino seguir confiando en la
responsabilidad y la altura de miras de quienes no pueden ofrecer otra
alternativa. En su mano está responder fielmente al mandato de las urnas y a lo
que la gente espera, que no es otra cosa que un gobierno del PSOE. Por nuestra
parte, ya hemos demostrado que estamos dispuestos a afrontar con diálogo y
acuerdos los grandes retos que tiene nuestro país y que no pueden esperar más.
Para ello nos presentamos a las elecciones, para que los españoles pudieran
mirar al futuro siempre hacia delante, y así lo decidieron, al votar a Pedro
Sánchez para que liderara ese futuro a mejor.
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