Rafael Doctor Roncero
Exdirector de Programas del CAF
➤➤➤ La Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía ha suprimido la Dirección de
Programas de Fotografia, a cuyo frente estaba Rafael Doctor Roncero, que ha sido cesado. En su página de Facebook Rafael Doctor ha expuesto su punto de vista sobre este cese:
CAF de Almería (Masdearte) |
Esta es mi versión
Rafael Doctor Roncero
Todo el que me conoce sabe que,
además de los animales, incluidos los seres humanos, yo tengo otros dos amores,
la fotografía y Almería. En
marzo de 2017, tras un concurso público muy complejo, saqué la plaza de
Dirección de Programas del Centro Andaluz de la Fotografía (CAF). Dos meses
después me incorporé a este trabajo, y desde entonces, y tras infinitas
dificultades, he desarrollado una labor nueva intentando cumplir con las
funciones para la que se me había contratado. A pesar de un ínfimo presupuesto,
una inmensa desidia institucional y una carencia de personal especializado para
llevar a cabo lo planificado, gracias al apoyo de algunos compañeros de
trabajo, que me arroparon y confiaron en el proyecto que traía, empezamos a
rodar y, al poco tiempo, a notar el resultado de los cambios que consideraba
absolutamente necesarios.
En 2018 logramos que las visitas se
incrementasen un 67%, al mismo tiempo que fuimos capaces de planificar más
actividades en este corto periodo que en los diez años anteriores de historia
de la institución.
Con el cambio político acaecido en Andalucía entramos en una parálisis absoluta, al mismo tiempo que recibimos todo tipo de ataques
Con el cambio político acaecido en
Andalucía a finales de año (PP-Ciudadanos-Vox) y con la incorporación de los
nuevos cargos a la Agencia de Instituciones Culturales a la que pertenezco,
entramos en una parálisis absoluta, al mismo tiempo que recibimos todo tipo de
ataques, entre ellos el de criticar que la programación que se hacía desde el
CAF tenía un carácter “ideológico”. A pesar de todo, cambiando fechas, buscando
cómplices que nos ayudasen a financiar proyectos y, sobre todo, haciendo
solidarios con la situación a los propios artistas y profesionales, logramos
seguir programando y generando proyectos que han sido capaces de mantener el
espacio activo.
En este mismo año, y a pesar de
esta parálisis, hemos logrado hacer grandes exposiciones de Norman Bethune y la
Desbandá de Málaga, Cristina de Middel, Phes-fotografía española solidaria,
Marlene Freniche, Virginia Rota, María Rosa Aránega, pioneros de la fotografía
andaluza, así como otras muestras bibliográficas y otros proyectos en las salas
nuevas que inauguramos, arrebatándoselas a los espacios que antes eran
oficinas. La semana pasada no solo inauguramos un gran proyecto, como es la
confluencia de pintura y fotografía con Jorge Galindo y Pedro Almodóvar, sino
que también celebramos el primer gran encuentro de historiadores de la
fotografía de Andalucía. Todo esto ha sido posible gracias a la Universidad de
Almería, con la que encontré una sintonía de trabajo maravillosa que venía a
suplir en buena parte el abandono al que estaba siendo sometido desde la
Agencia de Instituciones Culturales, dirigida por Fernando Francés.
El próximo viernes está programada
la inauguración de Gerda Taro y Robert Capa, como un proyecto esencial para
reivindicar el papel de esta mujer que dio la vida por la libertad en España y
fue ocultada hasta hace bien poco. ¡Claro que es una programación ideológica!
Como lo son todas y, en este caso, desde aquí ha estado planificada
esencialmente a través de cinco ejes: el papel de la mujer en la fotografía,
cosa que ha hecho que nuestra programación sea mayoritariamente femenina sin la
necesidad de buscar cuotas; Andalucía y el Mediterráneo como frontera entre dos
mundos; la memoria histórica, tan necesaria de trabajar para curar las heridas
del pasado; la recuperación y puesta en valor del origen de la fotografía en
Andalucía; y, finalmente, la creación contemporánea visual andaluza, esencialmente
la local de Almería, que hasta ahora había estado absolutamente olvidada en el
CAF. Son los ejes en los que se basó el proyecto que presenté y que, sin apenas
fondos, he tratado de desarrollar lo mejor que he podido.
Ayer se me convocó a una reunión en Sevilla y en ella se me cesó directamente de mi puesto, a pesar de que mi contrato finaliza dentro de dos años
Ayer se me convocó a una reunión en
Sevilla y en ella se me cesó directamente de mi puesto. Me veo obligado a
asumirlo, aunque lógicamente lo llevaré a los tribunales, amparándome en todos
los derechos que me asisten como trabajador que ha ganado una plaza por
concurso público regido por el código de buenas prácticas, y que además ha
cumplido de sobra con todas y cada una de las funciones que dicta el contrato
firmado hace dos años firmado.
Con este pequeño comunicado quiero
dar las gracias a todas las personas que me han ayudado en estos dos frenéticos
años en lo que ha sido una lucha titánica por sacar a flote el CAF, algunos de
ellos compañeros de trabajo valientes que han estado día a día a mi lado y
otros, personas ajenas a la institución que han confiado activamente en el
proyecto y me han apoyado con mucho cariño y respeto desde que llegué a
Almería. La lista de personas que de una manera u otra han estado presentes o
implicadas en proyectos en estos años de precariedad, pero también de ilusión,
es amplísima y absolutamente dispar con las diferentes formas de entender hoy
en día la imagen fotográfica.
Y ahora toca lo feo, empezar la
batalla judicial no solo es por mis propios intereses sino también por los del
propio sector, que estos nuevos señores, empresarios convertidos en políticos,
quieren convertir en algo donde sobramos todos aquellos que nos consideramos
librepensadores. Cualquier persona que conozca algo de esto sabe a qué y sobre
todo a quién me enfrento. Asumir sus injusticias sería darle la razón y
claudicar, y eso algo que no he hecho nunca y que no voy a hacer jamás, cueste
lo que cueste.
Gracias de antemano a los artistas,
profesionales y amigos por su apoyo durante estos últimos meses, gracias a
ellos he podido sobrevivir al inducido proceso de abandono y desgaste al que he
sido cruelmente sometido. He resistido y, como no he caído ni pensaba caer,
ellos, saltándose todo y aduciendo que se está reestructurando la Agencia de
Instituciones Culturales, me echan a pesar de que mi contrato finaliza dentro
de dos años. Es cierto que la Agencia se está reestructurando, pero en esa
reorganización uno de los objetivos era echarme, a pesar de que los resultados
de mi trabajo estuviesen resultando óptimos. No se ha valorado en absoluto mi
trabajo; de hecho, se me ha ignorado. El que molesta soy yo, por ser y defender
la libertad en el ejercicio de la gestión cultural.
En 30 años que llevo activo como
profesional, he trabajado con todos los colores políticos y siempre me he hecho
respetar como profesional y cuando he tenido dudas he saltado. Entramos en una
era donde los que estamos significados por nuestras luchas estamos marcados y
es necesario purgar. La batalla no va a ser fácil pero sé de antemano que no me
voy a sentir nunca solo en ella. Gracias.
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