Miguel Ángel Vázquez
Senador del PSOE
⏩ El teléfono rojo que une el Palacio de San Telmo, sede de la
Presidencia de la Junta de Andalucía, y los estudios centrales de Canal Sur
está que arde. Los nuevos gestores de la cadena pública están ejecutando
fielmente todas las indicaciones que reciben desde el puente de mando del
Gobierno andaluz. El control de las escaletas es férreo a cargo de la nueva
cúpula de informativos. No dejan ni un cabo suelto, nada queda al albur de los
acontecimientos. Incluso siendo agosto la presión hacia los equipos de edición
y la redacción es de aúpa. Se va a toque de corneta de lo que se dicta desde el
equipo de comunicación de Moreno
Bonilla y Bendodo.
Por petición expresa de los
barandas de San Telmo, Canal Sur no se hizo eco de la petición de la Fiscalía
anticorrupción de investigar a la ex presidenta madrileña Esperanza Aguirre por la presunta
financiación irregular del PP en esa comunidad. Noticia de alcance en todas las
cabeceras de España. La cadena también pasó de puntillas por la polémica en
torno a la campaña de la Junta de Andalucía sobre violencia de género con
mujeres sonrientes. Mientras todas las cadenas nacionales hacían grandes
coberturas, aquí se ocultaba o se trataba el asunto como un mero trámite.
En la crisis de la listeriosis han ocultado los graves errores de gestión del Gobierno de las derechas o imágenes escandalosas como las del gerente del Servicio Andaluz de Salud en los toros en el repunte más alto de la alerta sanitaria
Y ya
para rematar: en la crisis de la listeriosis han ocultado los graves errores de
gestión del Gobierno de las derechas o imágenes escandalosas como las del
gerente del Servicio Andaluz de Salud en los toros en el repunte más alto de la
alerta sanitaria. Además, a la oposición se la ningunea: se sacan poco y mal
sus actividades. Canal Sur no es ya la nuestra, la de todos, sino la suya. Usan
y abusan de este medio público para sus intereses particulares. Como siempre
hacen las derechas.
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