Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería
⏩El presidente de la Comunidad murciana va a promover una cumbre
sobre el agua con los presidentes de Andalucía y Valencia. La idea es buena y
el propósito razonable. El riesgo de una posible disminución del trasvase del
Tajo al Segura es cierto si se cumplen los planteamientos del gobierno de
Castilla-La Mancha y, para el sureste, esas aportaciones son fundamentales si se
quieren evitar incertidumbres peligrosas.
Infraestructura del AVE en Sorbas (Loa) |
La pluviometría es la que es (y no va
a cambiar, en todo caso irá a peor) y el trasvase, o mejor, los trasvases,
junto con la desalación, son los únicos instrumentos que garantizan la
continuidad de la producción agrícola. El agua, que tanto ha dividido y
enfrentado durante milenos a pueblos, provincias y comunidades, debe dejar de
recorrer ese improductivo camino y convertirse en un factor vertebrador que
consolide y aumente los desarrollos ya alcanzados.
Abalos está cumpliendo y negar esta realidad en el Haber del gobierno de Pedro Sánchez es un ejercicio de cinismo obsceno
La propuesta de la cumbre es
acertada y el presidente andaluz acudirá, sin duda, pese a que el impacto en
Almería de las aguas del Tajo es de escasa relevancia si se compara con el que
tiene en el campo de Murcia o la Vega Baja de Alicante. Andalucía debe estar y
estará. Y debería estarlo, no solamente por la búsqueda de una postura
compartida entre las tres comunidades frente a las pretensiones castellanas,
sino porque, además, sería una ocasión propicia para consolidar el respaldo de
la comunidad murciana a los trabajos de la línea de alta velocidad entre Murcia
y Almería.
El último año del gobierno Rajoy y el primero de Sánchez rompieron
una dinámica tan paralizante del proyecto que nunca llegaré a comprender la
pasividad con que el PP almeriense se comportó ante ese olvido de cinco años,
cinco, sin hacer nada, sin mover un solo papel, hasta que llegó el ministro De
la Serna a Fomento. En los últimos dos años los avances han sido espectaculares
y todos los tramos están adjudicados o en fase de adjudicación.
El PSOE ha
continuado la travesía trazada y, solo desde la cicatería sectaria, puede
negarse que lo ha hecho, además, con celeridad. Abalos está cumpliendo y negar
esta realidad en el Haber del gobierno de Pedro Sánchez es un ejercicio de
cinismo obsceno. Pero siendo esta la realidad, no es menos cierto que, en los grandes
proyectos- y este lo es, vaya si lo es, cualquier contratiempo puede acabar
convertido en una vía sin salida que retrase varios años lo que ya acumula
demasiados retrasos. Y uno de esos contratiempos podría ser, está siendo ya, el
diseño de la entrada y salida de la alta velocidad al municipio de Lorca.
Los
políticos de la capital del Valle del Guadalentín mantienen de forma reiterada
y sin distinción de posicionamientos políticos la exigencia de que el AVE
llegue de forma soterrada al centro de la ciudad, convirtiendo esa premisa en
un arma de destrucción del adversario que se atreva a discrepar. Soterrar es,
por definición, un verbo tan costoso, en tiempo, dinero y complejidad, que
parapetarse en él como única alternativa acaba condenando, no solo a quienes lo
defienden, sino a los que, por esa obcecación, acaban sufriendo sus
consecuencias.
Lorca puede acabar siendo un túnel sin salida para que la alta velocidad llegue a Almería en los plazos previstos
En el caso de Lorca, a esa extraordinaria complejidad temporal,
financiera y estructural -la obra requeriría muchos kilómetros- hay que añadir
que estamos hablando de trabajar en el subsuelo de una altísima afectación
sísmica, circunstancias, todas ellas, que podrían retrasar de forma alarmante
la finalización del proyecto.
Andalucía es un territorio donde la alta
velocidad ha tenido un amplio desarrollo y en no todas las ciudades en las que
tiene estación se llega a ellas de forma soterrada; igual sucede en otras
capitales del resto de España. Por eso el presidente Moreno debía aprovechar el
viaje para, además de explicitar su respaldo a la no disminución del caudal del
agua a trasvasar, apelar a la necesidad de que el presidente murciano deje de
ser un espectador en el diseño de la llegada a Lorca y ejerza su influencia
para que la obcecación de algunos no acabe perjudicando a todos.
Los murcianos
son gente práctica y comprender que hay alternativas más viables y con menor
coste en dinero y tiempo no les supondrá esfuerzo; solo tendrían que anteponer
la eficacia a la nostalgia asumiendo que lo ideal es, a veces, enemigo de lo
bueno. Lorca puede acabar siendo un túnel sin salida para que la alta velocidad
llegue a Almería en los plazos previstos. Busquen unos y otros la luz que acabe
con ese escenario tan sombrío.
El gobierno andaluz debe apoyar al murciano en
sus aspiración hidrológica y Murcia está obligada a hacer lo mismo con Almería
en el proyecto vital del AVE. En la política, como en la vida, los apoyos deben
cultivarse en todas las direcciones.
PD.- Esta es la primera Carta que Fausto
Romero no lee antes de ser publicada. ¡Y como duele!
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