Antonio Torres
Director de Canal
Sur en Almería
⏩ La periodista Mariola Cubells Pavi (Valencia,
1965) conoce la televisión desde dentro. Afirma que un titular no nos puede
llevar a cinco horas de televisión. “Se suceden titulares, imágenes,
comentarios que se pasan por el forro la petición de los padres del pequeño
Gabriel. No solo la tele, claro. Periódicos, radios, medios online… también”.
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| Mariola Cubells (Loa) |
Cubells ha
publicado varios libros sobre el mundo de la televisión. Afirma que el crimen
de Alcàsser le perseguirá siempre desde que lo vivió en directo por su antiguo
trabajo en la televisión valenciana Canal 9. El crimen de Alcàsser -secuestro ,
violación y tortura de tres adolescentes ocurrido en 1992 en la localidad
valenciana- volvió a la actualidad recientemente porque Netflix lo ha puesto en
sus pantallas. Hasta el prestigioso Informe Semanal se
contaminó de lo que hacían las incipientes televisiones privadas que buscaban
el espectáculo.
Ahí comenzó la basura televisiva. “De ese crimen no hemos
aprendido nada en cuestión de tono y voluntad porque hay quien piensa en el
espectáculo y el regodearse con el morbo, abusando de directos televisivos que
no aportan nada”, dice Cubells de forma contundente en Canal Sur el pasado
viernes.
Un reportero en Ya es mediodía, en Telecinco: "La negra ha venido de un blanco inmaculado"
La especialista en temas de televisión abordó de forma sucinta el caso
del pequeño Gabriel desde las páginas de The Huffington Post. “Me llega un
correo de change.org a nombre de la madre del niño
Gabriel: Firma esta petición de ayuda y amparo para que en el desarrollo
del juicio oral se salvaguarden nuestros derechos y se proteja la imagen de
nuestra familia... Un reportero en Ya es mediodía:
La negra ha venido de un blanco inmaculado. Se cuenta durante horas y horas de
emisión cuánto duró la agonía. Periodistas intrépidos, armados con el micro,
con el móvil, sabiéndose esperados, entran en un bucle perverso. Un programa,
Espejo Público, entrevista a un funcionario que nos cuenta cómo es la celda de
la asesina, Información que no aporta nada, que no importa, que no suma, que no
resuelve, que no NADA”.
Cubells declaró a este periodista: “Dar horas y horas
de televisión, yo siempre me pregunto, si fueran nuestras hijas muertas, ¿lo
haríamos? Es una pregunta sensata y no es demagógica. Hay que dar la
información en un titular, hay que cubrir el juicio, hay que desmenuzarlo,
evitar personajes colaterales para que cuenten pormenores y no horas intensas
de televisión con abuso de directos. A nosotros nos importaba como ciudadanos
que el niño apareciera, saber quien lo había matado, que ese asesino cumpliera,
tuviera un juicio justo y dar a conocer la sentencia. Si no reflexionamos, el
morbo y el dolor a los familiares contribuye a nuestra credibilidad. Han de
venir los padres a darnos toques de atención. Qué triste que los padres nos
amenacen”.
Fue Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, quien comenzó su escrito
del 12 de septiembre de 2019 con el párrafo inicial: En el último párrafo, la
madre mantiene su dolor y vaticina un aspecto gravísimo: “Y por último, siendo
lo más importante, algunos medios no están respetando adecuadamente el juicio y
el tratamiento que este tipo de delitos necesita para que sea inquebrantable la
sentencia, realizando juicios públicos paralelos, con expertos y
retransmitiendo la información prácticamente en directo. La normativa Europea
es muy clara a en este sentido. Espero, manifestando mi temor al respeto,
reflexionen qué responsabilidad tendrían si se pudiese declarar su nulidad
preguntándose si lo que desean es Justicia o que suban sus audiencias”.
El
prestigioso abogado Darío Fernández Álvarez considera que la redacción de este
comunicado, solidarizándose con el dolor, es pretencioso y desdeña la
imprescindible labor del derecho a la información rigurosa. Inventarse una
noticia es otra historia que nada tiene que ver con el periodismo. El Consejo
Audiovisual de Andalucía hará su trabajo. El periodista Agustín Yanel, del
Sindicato de Periodistas, recuerda que la ausencia consentida de una autoridad
estatal del audiovisual con capacidad sancionadora impide frenar los desmanes a
la hora de afrontar informaciones delicadas.
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