Lola González
Periodista
⏩Tras la tempestad llega la calma y Almería va recuperando, poco a
poco, la normalidad en sus núcleos urbanos mientras en sus campos es turno de
la gran pregunta: “¿y ahora qué?”. Ayer era día de visitas. Pedro Sánchez iba a
Níjar y Juanma Moreno, a Cabo de Gata, pero lo cierto es que lo que impactaba
de verdad era el ver la zona afectada.
¿Y ahora qué? (La Voz) |
Por un pequeño camino rural antes de
llegar al desvío hacia el Cabo metía el concejal de Agricultura, Juanjo Segura,
a la comitiva que acompaña al presidente de la Junta. El inicio del camino,
solo con tierra mojada a los lados, no llevaba a pensar lo que uno se encuentra
al adentrarse entre los invernaderos. Estructuras totalmente tiradas en el
suelo, invernaderos que aguantan el tipo aunque con postes con marcas de barro
de casi mi altura y con cultivos arrasados; pero sobre todo, muchísimos
plásticos mezclados con restos de árboles que la rambla ha llevado a cortijos de
Mazarrullaque.
Los agricultores contaban cómo muchos trabajadores ni siquiera
tuvieron tiempo de salir de las casas, que aguantaron horas bajo la lluvia en
los tejados, y reclamaron al presidente de la Junta que se controlen los
vertidos de plásticos a las ramblas, que se mantengan limpios los cauces, y
ahora que se responda y ayude a los afectados. Reconocen que sus economías, en
muchos casos, no les han permitido asegurar sus explotaciones y ahí vuelve la
gran pregunta: “¿y ahora qué?”.
“Pues me tendré que ir”, llega a decir uno de
los afectados. Al presidente de la Junta le enseñaron su drama, le pidieron
ayuda y, sobre todo, celeridad para tener respuestas para su futuro inmediato. Y
es que ayer, cuatro días después de la tormenta, ya con la calma, llega el
miedo al futuro.
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