Emilio García Campra
Periodista
⏩⏩Conviene recordar que el monumento actual, inaugurado el 24 de
agosto de 1988, es una reproducción iniciada en 1984 del monumento anterior de
1900, si bien con algunas ausencias decorativas y literarias. Construido en
grandes bloques de mármol blanco de Macael, donado en cantera por su Asociación
de Empresarios, en generosa reafirmación de la calidad universal del mármol de
nuestra tierra.
Pingurucho de Los Coloraos (Foto: Amigos de la Alcazaba) |
Su construcción empleó exclusivamente materiales, empresas y
técnicos almerienses. Su costo alcanzó entonces la cantidad de 48 millones de
pesetas (IVA incluido), sufragado sólo en parte por suscripción popular. La idea
de su traslado arranca, que sepamos, de un proyecto básico redactado por el
prestigioso arquitecto José Ramón Sierra, quien además es pintor de la generación
abstracta sevillana; una especie de genio, pero que a veces ha suscitado
polémicas, según se dice.
La propuesta de ordenación urbana redactada en 2018
por Susana Ordaz, la autodenominada “plaza castellana”, parte de las
directrices del citado proyecto básico, bajo el subterfugio de un “pseudo
concurso” en el que sólo participó un arquitecto, cuando en otras reformas (por
ejemplo, biblioteca antiguo cuartel policía municipal, en Santos Zárate) lo
hicieron hasta cien equipos de arquitectos.
Se desprecia el hecho de que el principal monumento civil de nuestra ciudad está perfectamente contextualizado en esta plaza por los muchos hitos históricos allí acaecidos
Y así, siguiendo determinados
criterios estéticos, se sacrifican otros valores fundamentales, con la obsesión
de la diafanidad, aforo para espectáculos y demás escurridizos pretextos. Se
desprecia de este modo el hecho de que el principal monumento civil de nuestra
ciudad está perfectamente contextualizado en esta plaza por los muchos hitos
históricos allí acaecidos. Se ha dicho con razón que existe entre el mismo y la
máxima representación ciudadana, que es el Ayuntamiento, una directa relación o
diálogo espacial y sentimental, de alto significado cívico y constitucional.
Así las cosas, y tras las elecciones municipales (en las que poco o nulo debate
hubo sobre este tema, prudentemente silenciado), el nuevo equipo municipal lo
reactiva, y lleva a pleno extraordinario, con el resultado de todos conocido.
Alguien ha dicho “es lógico, han ganado las elecciones”, quizás olvidando que
el hecho de ganar no debería significar adquirir patente de corso para actuar.
En el aludido pleno se escucharon sorprendentes declaraciones en favor de los
árboles y del monumento (A Dios rogando y con el mazo dando), y quizás
debilidad argumental en otros. Poco se ha oído hablar de que ”el traslado”
pretendido supone afrontar unas obras de gran envergadura, sin que tengamos
certeza alguna de los riesgos, deterioros y coste que supondrá. ¿Dónde está la
memoria explicativa?
Entre los datos que he podido recopilar entresaco que el
monumento tiene un núcleo interior en su base de hormigón armado. Los medios
técnicos de 1988 permitieron el manejo de piezas de gran tamaño, pero con el
inconveniente de falta de traba o aparejo entre tales grandes bloques, que fue
suplido con el empleo de enormes pernos de acero inoxidable y morteros fluidos
de resinas adhesivas. Esta y otras actuaciones lo convirtió en una pieza
unitaria monolítica.
El coste real, incluida su instalación en otro lugar, no sería inferior a 700.000 euros
Así, pues, el repetido “desmontado” es, técnicamente, un
eufemismo, y en realidad tendrán que recurrir al troceo de las piezas
existentes ahora, mediante corte por zonas sin bulones y pletinas. El coste
real, incluida su instalación en otro lugar (me siguen informando diversas
fuentes consultadas, con un detalle prolijo y razonado), no sería inferior a
700.000 euros. ¿Tienen las arcas municipales capacidad económica para tal
despilfarro?
Me parece un tema de importancia capital, que ignoro si se habrá
estudiado y cuantificado adecuadamente por especialistas. No vaya a suceder
que, una vez “descuartizado”, haya necesidad de reconstruirlo casi en su
totalidad, con costes inasumibles, repitiéndose la historia de 1943.
Mientras
tanto, a la sombra fresca de un viejo árbol, hemos presenciado el paso firme de
una mujer, de mirada serena y corazón grande, que inclinada ante los pies del
Pingurucho, depositaba una rosa y un mensaje de amor a los Mártires de la
Libertad, no obstante haber tenido que identificarse ante un celoso vigilante
municipal, por su sospechosa acción...
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