In memoriam: Pura López Cortés, maestra y poeta


Tania Artajo
@opinionalmeria

A la edad de 67 años ha fallecido en Madrid la escritora y maestra almeriense Pura López Cortés tras una larga enfermedad, según ha informado la dirección del colegio Nuestra Señora del Milagro, donde cursó estudios ya ha sido profesora durante muchos años.

Pura López Cortés (Loa)

Para recordar a Pura, nada mejor que conocer su vida según sus propias palabras:

Nací en Almería, donde siempre he vivido, el 13 de julio de 1952. Mi vida es muy corriente, soy la mayor de dos hermanas, soy soltera, no tengo hijos pese a ser lo que más he deseado desde muy joven. Estudié Magisterio porque me gustaba ser maestra y he sido una maestra vocacional. La enseñanza me ha dado grandes alegrías. Tengo algunos cursos de Filosofía y Letras como alumna libre, pero entre las clases, las actividades extraescolares que me buscaba, la escritura y la juventud, que te da muchas ganas de divertirte y la enfermedad que a veces te visita con más asiduidad de lo deseado, no terminé.

Comencé a dar clase con 18 años y luego me especialicé en Lengua y Literatura, materias que impartí casi toda mi vida profesional, 36 años. Escribí mis propios textos, los ilustraron mis alumnas y mi padre, las lecturas las elegimos entre mis discípulas y yo, fueron unos años preciosos. Ya estoy jubilada.

Escribo desde niña. Las personas que contribuyeron a ello fueron en primer lugar mis padres. Mi madre me recitaba poesías que para mí eran preciosas y mi padre me contaba cuentos, muchos de ellos eran recreaciones del tebeo Pumby, que improvisaba para mí. Mis abuelos y mi tía Rosario me contaban y leían igualmente los clásicos infantiles que me narraban leyendas, historias de verdad…

También influyeron bastante mis profesores de Bachillerato: Josefina López Martínez, que determinó la pasión por la gramática, ya heredada de mi madre, que nos leía con la más sugerente y grácil de las voces las lecturas más heterogéneas, y nos hacía los comentarios más exquisitos, y Antonio López Cuadra, que al igual que la anterior nos embarcaba en redacciones y nos guiaba en ellas con consejos muy útiles y que además tuvo la osadía de en plena dictadura darnos por apuntes lo que no traía el libro, principalmente las generaciones del 98 y del 27.

Me ha gustado siempre mucho leer. Ya a los doce años leí mi primera novela. Me gusta bastante la literatura española. En narrativa desde El lazarillo a los cuentos populares, pasando por las leyendas de Bécquer, los cuentos de Celia, que he releído de mayor con mis alumnos. He sido una lectora entusiasta de Pérez Galdós, Unamuno, en todas sus vertientes, Azorín, Baroja, Blasco Ibáñez…

Soy una mujer de izquierdas, coherente y comprometida, que no ha querido nunca tener que someterse a la disciplina de ningún partido. Me considero una privilegiada por haber vivido siendo joven la Transición, fue maravillo ver como el pueblo comenzaba a recobrar su soberanía.
Disfruto con muchas cosas: el campo y darme caminatas comiendo las frutas que en él encuentro. Las caminatas ya son más cortas por eso de la edad, al igual que con la playa, siempre igual y siempre distinta. Y viajar, viajar a cualquier parte y verlo todo: los monumentos, los paisajes, los museos, las costumbres, la artesanía, los comercios, los mercados, los conventos de clausura…

La parte más noble de mi escritura es la de denunciar situaciones injustas, ser voz de los sin voz, eso hace que digan que soy una poeta social y a mí me gusta. No obstante escribo temas variados”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario