Antonio Felipe Rubio
Periodista
⏩Hay quienes no entienden que el equipo de
gobierno municipal no presente un modelo de presupuesto municipal elaborado en
su totalidad y, posteriormente, llevarlo a pleno para su debate y perfilar las
distintas enmiendas que puedan presentar las distintas formaciones políticas.
El problema radica en las nuevas costumbres que se vienen adoptando a causa de
la necesidad de apoyos externos para la aprobación de las cuentas anuales.
Presentación de presupuestos (Loa) |
Sobre los presupuestos municipales hubo un antes y un después. En
tiempos de Antonio Sáez Lozano
(Partido Popular) y Salvador
Fuentes (Izquierda Unida) se presentaban presupuestos alternativos
completos, partida a partida y dato a dato que, además, dejaban entrever el carácter ideológico con
el que se coloreaban las cifras: más carga social, inversiones,
servicios, impuestos… De esta manera, era fácilmente distinguible
la política que sustentaba cada una de las fuerzas políticas y, de paso, se
agradecía que la oposición trabajase.
El presupuesto que presenta el PP es como un árbol de Navidad desnudo; luego, los partidos que potencialmente pueden apoyarlo van incorporando adornos
El presupuesto
que presenta el PP es como un árbol de Navidad desnudo;
luego, los partidos que
potencialmente pueden apoyarlo van incorporando adornos: bolitas,
estrellas, angelitos, cenefas… hasta completar el ornato; pero teniendo en
cuenta que la sobrecarga puede tronchar una rama o volcar todo el árbol. Por su
parte, el PSOE facilita la
iluminación del arbolito, y siempre atentos a un posible cortocircuito
que achicharre árbol y ornamentos.
Me cuentan que los “adornos” navideños ya
están en manos de Madrid y Sevilla para dar autorización definitiva. Al
parecer, Madrid dará el visto
bueno a Vox, dada la naturaleza piramidal de esta formación. Por su
parte, Sevilla tendrá que
supervisar las propuestas y enmiendas de Ciudadanos, cosa que no
sucedería si los dirigentes regionales confiasen plenamente en Miguel Cazorla,
confianza muy cuestionable desde el famoso “Cazorlazo”, cuando el portavoz municipal -sin encomienda alguna a
mayor rango- decidió dar la alcaldía al PSOE, viéndose obligado a rectificar en
una bochornosa sesión plenaria inolvidable.
El dilema para los posibles apoyos que necesita el PP radica en decidir si los toma de Vox o de C´s. Quizá lo mejor sería aceptar ambas opciones
El dilema para los posibles apoyos que necesita el PP radica en
decidir si los toma de Vox o de C´s. Quizá lo mejor sería aceptar ambas
opciones; ya saben, aquello de más democrático a mayor consenso. Pero hay que
contar con el valor que cada uno da a “sus” apoyos; o sea, el valor que se
otorga aquel que se ofrece a poyar. En el caso de Cazorla, su valor es venal
(ya fue usado anteriormente), mientras que Vox presenta un valor flamante como
apoyo a estrenar. El problema es que a Cazorla le hace falta más que a nadie
que cuenten con su exclusividad, porque ignorar su “valiosísima aportación” le
haría retroceder hacia la irrelevancia; auténtica tragedia, dadas las
condiciones inherentes a tan conspicuo personaje.
En cuanto al grupo socialista, poco se
puede se esperar a la vista de su intencionada ausencia en el debate presupuestario.
Nada se sabe sobre sus intenciones y aportaciones: ni una mala palabra, ni una
buena acción.
Salvo escarceos de algún remedo de Torrebruno (pretencioso showman
de escasa altura), pocas ideas sensatas se dejan oír, salvo la ranciedad del
“turrón” de otras navidades: presupuesto más social, más atención a los
barrios, proyecto de ciudad, ciudad sostenible… y otros consabidos mantras
plenos de vacuidad.
Ni que decir tiene que unos presupuestos
municipales, trufados con el gobierno que Pedro Sánchez nos depara, van a discurrir por una senda
inexplorada y, sin duda, muy animada. Pero no anticipemos acontecimientos. Ya
vamos conociendo a los que están, lo que son y lo que de ellos se puede
esperar. Por eso hemos preferido elegir la opción de mayor complejidad y dudosa
viabilidad. Eso sí, como se suele decir, el pueblo nunca se equivoca.
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