Miguel del Pino
Periodista
⏩⏩⏩ El Mediterráneo volvió a vivir otra jornada que pasará a la
historia como una de las gestas más importantes realizados por su equipo.
Después de un primer tiempo en el que los visitantes se adelantaron en el
marcador y se pusieron en superioridad por la expulsión de César de la Hoz los
pupilos de José María Gutiérrez sacaron a relucir su carácter depredador para
dar la vuelta al electrónico en los tres primeros minutos de la continuación.
3-1 |
El
Almería presentó dos variantes respecto a la jornada precedente. Petrovic y
Vada entraron en la medular ocupando las plazas dejadas vacantes por Owona y
Aguza. En el cuadro de Miranda del Ebro otras dos modificaciones respecto a su
último compromiso liguero con Álvaro Rey y Álvaro Peña por Malsa y Merquelanz. De
salida el cuadro visitante desaborda al local, creando superioridad en el
centro del campo y a base de balones a la espalda de los centrales, los
burgaleses hacen enmudecer a la grada del mediterráneo y meten el miedo en el
cuerpo a los jugadores locales.
No tarda en verse reflejado en el marcador el
control visitante ya que a los 11 minutos Marcos de Sousa establece el 0-1. La
situación del cuadro local se hace crítica cuando siete minutos después se
queda en inferioridad por la roja directa a César de la Hoz. Los visitantes del
Mirandés no aprovechan su superioridad y acabó pagándolo. Al técnico local no
le gustaba lo que estaba viendo y toma un decisión genial que resultaría
trascendental en el desenlace del choque. Da entrada a Jonathan Silva en el
lateral zurdo y pasa a jugar con defensa de cinco.
La medida corta radicalmente
el flujo de juego visitante del Mirandés hacia la zona de riesgo. El paso por
el vestuario fue mano de santo para los almerienses con Jonathan como actor
principal acompañado por un gran elenco de tenores del gol en el Estadio
Mediterráneo. El lateral zurdo desestabiliza el costado diestro de la zaga
visitante. Inicia y asiste en la jugada del 1-1 y de sus botas nace la acción
que lleva el delirio a la grada con el gol de la remontada.
Fueron dos acciones
de una gran belleza en las que calidad y la efectividad de los almerienses se
impuso. El 1-2 fue como una inyección de adrenalina en vena para los de Guti
que ya no volvieron a conceder ventaja alguna a sus rivales y que culminaron su
épica, brillante y alucinante victoria con un tercer gol, ahora ya jugando en
igualdad por la expulsión de Álvaro Peña por una terrorífica entrada a Valentín
Vada.
Con su sensacional triunfo ante el Mirandés, tercero consecutivo de la
mano de Guti, el Almería se consolida en la segunda plaza de ascenso con 35
puntos y obtiene una ventaja de tres puntos sobre el Huesca que es el tercero.
El conjunto rojiblanco es además el máximo goleador de la categoría con 31
goles y Lazo alcanza su séptimo tanto. Para el partido en Fuenlabrada pierde a
Maras, César de la Hoz y Balliu.
Almería: Fernando; Balliu, Maras, César de la Hoz, Iván Martos;
Corpas (Jonathan, 32’), Petrovic, Vada (Romera, 72’), Lazo; Darwin Núñez y Juan
Muñoz (Aguza, 59’).
Mirandés: Limones; Carlos Julio (Kijera, 32’), Odei, Sergio
González, Franquesa Merquelanz, 79’); Álvaro Rey, Álvaro Peña, Antonio Sánchez,
Guridi; Íñigo Vicente (Matheus, 61’) y Marcos de Sousa.
Goles: 0-1: Marcos de
Sousa (12’). 1-1: Juan Muñoz (46’). 2-1: Darwin Núñez (49’) y Lazo (72’).
Árbitro: Areces Franco (Asturiano). Amonestó a Maras, Petrovic, Aguza, Balliu,
Franqueza, Álvaro Rey y Odei. Expulsó a César de la Hoz y A. Peña.
Asistencia:
8.768 espectadores.
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