Carlos Miralles
Periodista
⏩ Los aficionados del Almería que hayan
acudido en los últimos seis meses a la sede del club habrán visto a Juan Carlos
Marín y a un joven colombiano. Se
llama John Esteban Rincón Henao y tiene una historia de vida a sus
espaldas. Nació hace 21 años en
Medellín, vivió en Cali, está casado con Erika Viviana Molina Zúñiga, y
cuando se levanta cada mañana piensa en deporte. Ha sido medalla de plata en
los Juegos Panamericanos de 2013 con
su país en la modalidad de básket en silla de ruedas, trabaja para el Almería
en la venta de entradas y abonos; y compite cada día con el Cludemi, equipo de la Fundación UDA.
John Esteban Rincón (Carlos Miralles) |
Pero, ¿por qué un joven de 21 años ha
dejado su Colombia natal para venir a España? Estuvimos con Esteban Rincón en el
Estadio Mediterráneo para repasar una trayectoria de superación y esfuerzo,
porque no fue fácil tomar la decisión junto a su mujer de hacer las maletas y
dejar a la familia tan lejos: “Vivía con mi esposa en Colombia y decidimos buscar más oportunidades. Primero
aterrizamos en Alicante, con mis suegros, pero se nos empezaron a complicar las
cosas, sobre todo a mí, al no tener aún el certificado de discapacidad”.
Con el fin de viajar a España con la mayor
celeridad posible, Esteban tuvo que hacer de todo para ganar dinero y poder
sacar el billete junto a su mujer. Una historia que tiene muy presente ahora
que ha encontrado la estabilidad en nuestra ciudad. “Antes de venir a España me
ganaba la vida en los semáforos
vendiendo dulces para poder conseguir un vuelo hacia Alicante”,
apunta. “Mi mujer y yo llevamos ya dos años casados, aunque me dicen que aquí
no es tan habitual contraer matrimonio tan joven. Con 19 ya teníamos el
anillo”, finalizó.
Hace año y medio que Esteban aterrizó en
Almería. Poco a poco fue superando las dificultades del cambio de residencia y
quería practicar el deporte que más le apasiona. Le plantearon la opción del
Cludemi, por lo que de nuevo tendría que viajar e instalarse en nuestra ciudad.
Reconoce que fue la decisión más acertada: “Quería jugar al baloncesto en silla de ruedas a nivel
profesional después de representar a mi país en dos ocasiones, pero
en Alicante no había equipo. Me puse en contacto con un compañero y me dijo que
en Almería sí. Me habló de Cludemi, y compaginaba el baloncesto con mi trabajo,
que era vender Lotería en las calles”. Eternamente agradecido a la ciudad, al
Almería, a la Fundación y a Cludemi por brindarle la posibilidad de continuar
con su carrera deportiva: “Almería es oportunidad. Es una ciudad que te da
posibilidades para salir adelante”.
Un palmarés envidiable, con dos
participaciones en los Panamericanos y una medalla con Colombia, pero Esteban
quiere más. Explica que sus inicios en el deporte fueron complicados en su
país, máxime cuando su modalidad es en silla de ruedas. La pasión por el
baloncesto le hizo seguir adelante: “Empecé
a jugar con 13 años, y también fue difícil, porque en Colombia no hay equipos en silla de ruedas por
categorías, sino una estándar. Entrenaba solo para mejorar la fuerza de cara a
canasta y tras tres meses llegué a Nuevos Horizontes, donde debuté”.
En la entrevista con este medio, Esteban
Rincón acudió con la ropa de Colombia, Andalucía y Cludemi, sin olvidar los
balones de baloncesto y fútbol más la bufanda rojiblanca. El deporte es
fundamental en la vida y más para una persona que se colgó la medalla de plata
muy joven: “El baloncesto es mi pasión y con este club empecé a jugar las
Ligas. Con 15 años representé a Colombia Sub 23 y conseguimos la medalla de plata en los Juegos Panamericanos
de 2013. Sentí más hambre de seguir y acudí a otros Panamericanos,
en 2017, acabando en cuarta posición”. Está en Almería para encontrar
estabilidad y disfrutar de un proyecto como el que le ofrece la Fundación que
encabeza Lorena García: “Pensé que del
baloncesto se puede vivir también y por eso hablé con mi mujer para venirnos a
España, y en concreto a Almería por la oportunidad de Cludemi y la
Fundación UDA. Somos felices”.
Es trabajador con contrato fijo en el
Almería y puede compaginar el baloncesto con la vida laboral. Cuando consigue
anotar un punto con Cludemi siente una motivación especial, porque recuerda lo
que le costó iniciar el camino en esta modalidad: “Una canasta es una enorme
alegría en cada partido. No soy de mirar los puntos que he conseguido, sino de
ganar”. No se pone un techo a nivel profesional, y sí sueña con llevar a
Almería a la máxima categoría del baloncesto en silla de ruedas: “Quiero estar
en España muchos años compitiendo y alcanzando la División de Honor. Espero ascender con Almería a la máxima
categoría”.
Agradecido al trato del resto de empleados
del club, Esteban Rincón cierra con una reflexión: “Siempre desde pequeño me ha
encantado el deporte, y también el fútbol. Llevo seis meses en el Almería
y me siento como en casa, es como
una familia. Se están portando fenomenal”. No hay techo para una
estrella.
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