Miguel Cazorla
Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería
⏩ Lo de la desidia de las Administraciones
públicas con el casco histórico de nuestra ciudad ha sido siempre un problema
crónico. Ni los anteriores gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía ni
los populares del Ayuntamiento de Almería han parecido nunca especialmente
interesados en hacer frente al abandono institucional que ha padecido la zona
más antigua de Almería, esto es, el área donde más patrimonio histórico y
cultural nos encontramos por metro cuadrado. Y da especial coraje teniendo
presente la situación de los cascos históricos de ciudades vecinas, mucho más
cuidados y protegidos que el nuestro. ¿Qué hemos hecho los almerienses para
tener que soportar ese desdén a nuestra historia? Más bien poco.
Casco histórico de Almería (Andalucia News) |
En cualquier caso, Ciudadanos ha
logrado que el equipo de Gobierno municipal incluya en su presupuesto para este
año una serie de actuaciones a iniciar durante 2020, de las que buena parte
están enfocadas, precisamente, a revitalizar el casco antiguo de Almería;
medidas como el proyecto de recuperación integral del Parque Nicolás Salmerón
como lugar de encuentro, que incluye Quiosco de la Música y Mariposario.
Otras iniciativas de Ciudadanos encaminadas a revitalizar el centro histórico y que el Ayuntamiento se ha comprometido a desarrollar durante este año son la implantación de un rastrillo de antigüedades dos domingos al mes
Otras
iniciativas de Ciudadanos encaminadas a revitalizar el centro histórico y que
el Ayuntamiento se ha comprometido a desarrollar durante este año son la
implantación de un rastrillo de antigüedades dos domingos al mes, así como el
estudio e impulso a la creación de Áreas de Promoción Económica Urbana,
especialmente dedicadas al apoyo del comercio de proximidad y
comercios/startups, y de las que nuestro casco histórico puede y debe
beneficiarse, sin dejar de lado dos actuaciones fundamentales para la defensa
de nuestro patrimonio: el proyecto de rehabilitación y adecuación de las Cuevas
de Campsa, y el proyecto para la puesta en valor y rehabilitación de accesos de
las Canteras Califales, incluyendo un mirador único de la ciudad que ofrece una
espectacular perspectiva de Almería.
Además, desde Ciudadanos volvemos a
impulsar las ayudas al alquiler para jóvenes en el casco histórico, una medida
que sin duda está llamada a favorecer el rejuvenecimiento de una zona
eminentemente envejecida, lo que conduce a otras de las exigencias ‘naranjas’
incluidas en el proyecto de presupuesto: más de un millón de euros para las
trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio. A todo lo mencionado hay que
añadir los cerca de tres millones de euros —también incluidos en el presupuesto
por exigencia de Ciudadanos— para inversiones y mantenimiento en distintos
barrios de la ciudad, y de los que el casco histórico también puede
beneficiarse.
Seguramente, el mejor ejemplo de esa
desidia de la que hablaba al inicio lo tenemos en La Chanca-Pescadería. Desde
el año 2011, son múltiples los desaires a esta milenaria barriada. ¿Y por qué
fijarse en el periodo que va desde dicho año hasta la actualidad? Pues porque
fue en 2011 cuando La Chanca debatía la propuesta para dar inicio a su proceso
de declaración como Patrimonio Histórico de la Humanidad. Lo que sucede es que,
a día de la fecha, es más probable que los asnos vuelen a que La Chanca obtenga
ese reconocimiento internacional. Y no porque el barrio carezca de argumentos
de peso para conseguirlo, sino, como decía, por ese desinterés tan inexplicable
como crónico que ha parecido existir desde siempre.
Obviando dicho desinterés, cuando no
la negligencia, de los gobiernos socialistas instalados tiempo atrás en la
Junta de Andalucía, incluyendo su pésima gestión de los Planes Especiales de
Reforma Interior (PERI) —tanto en La Chanca como en el Cerro de San Cristóbal—
o por los incumplimientos reiterados del presupuesto de la Alcazaba, o las
mentiras con el “provisional” acero corten en la milenaria muralla de Jayrán,
decía yo que hay varios ejemplos de ese abandono institucional que vienen
padeciendo las barriadas históricas de Almería: desde torreones milenarios
atravesados por tuberías de aguas fecales, y de los que el Ayuntamiento no
quiere saber nada —por suerte, la Junta por fin ha 'visto la luz'
responsabilizándose de ellos—, hasta los derrumbes en la cueva de la Campsa —la
misma que en 2020 será rehabilitada por exigencia de Ciudadanos— o el Barranco
Caballar, que se encuentra a pocos metros del principal monumento de la
provincia, y que, hasta hace pocos días, era un auténtico vertedero, todo pese
a mediar otros tantos escritos dirigidos al Ayuntamiento y nunca contestados
por sus gestores. Cabe recordar aquí una de las exigencias de Ciudadanos de
cara a aprobar el presupuesto de 2017, que ya entonces instaba a actuar de urgencia
en la zona No obstante, al final tuvo que venir el Defensor del Pueblo a
tirarles de las orejas para que se dignen a limpiar aquello.
Lo peor es que esa situación no se
circunscribe exclusivamente al Barranco Caballar, ya que existen múltiples solares
por el barrio, algunos también colindantes a la Alcazaba, otros muy cercanos a
las Canteras Califales, convertidos en focos de insalubridad y basura a
espuertas. Estas situaciones, qué duda cabe, son responsabilidad del que
ensucia, pero también del que deja de limpiar teniendo la obligación de
hacerlo. Y ojo: no nos olvidemos del “inminente” traslado —así lo vendió el PP
en su día— de las gacelas del CSIC al barrio de El Alquián, unas gacelas que,
aún hoy, siguen en el barranco de La Hoya, donde por fin, tras años de marear
la perdiz, el Ayuntamiento está interviniendo, aunque no de la manera en la que
se supone que deberían hacerlo, o al menos, no tal y como se vendió en su
momento a la opinión pública. Claro que entonces eran otros tiempos.
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