Antonio Fernández
Periodista
⏩⏩⏩ La práctica fraudulenta que supone la compra de tomate de Marruecos que
posteriormente se reetiqueta como
almeriense está encrespando los ánimos del sector hortofrutícola
almeriense que, por boca del presidente de la Organización de Asociaciones de
Productores de Frutas y Hortalizas (Coexphal), “se están riendo de nosotros”.
Canal Sur se hace eco de la información |
Juan Antonio
González sostiene que esa práctica se ha convertido en una situación de incumplimiento flagrante de las reglas del
juego y afirmaba que con esa actividad “a los agricultores
almerienses nos están tomando por
tontos y situándonos en un punto de máxima dificultad”. Y tras la
crítica, la amenaza de que el sector agrario de la provincia, que hoy vuelve a
las calles para manifestarse, “de
ninguna manera vamos a consentir que se nos tome al pelo de esa
manera y desde las organizaciones agrarias haremos lo que haga falta para
evitar que siga ocurriendo”.
“Es seguramente un negocio muy lucrativo para quienes lo hacen, pero la cuestión es que está afectando a las producciones locales, que se ven arrinconadas con esas prácticas”
Responsables de grandes grupos de
comercialización de la provincia, por su parte, advierten que esa
práctica de adquirir productos de Marruecos para reetiquetarlos y venderlos
como si fueran almerienses “es
seguramente un negocio muy lucrativo para quienes lo hacen, pero la
cuestión es que está afectando a
las producciones locales, que se ven arrinconadas con esas prácticas”. Quien así se expresa es el presidente de
la primera cooperativa europea de tomate (CASI), Miguel Vargas,
que pide rigor en los controles y
en las inspecciones para evitar que esas prácticas irregulares se
sigan realizando.
En esa misma línea se expresa el
presidente de Única Group, José Martínez Portero, la primera
empresa española de comercialización de hortalizas, que afirma que esas irregularidades afectan negativamente al
conjunto de las empresas del sector. Llama la atención sobre el
hecho de que la ausencia de control efectivo de esa entrada es un riesgo que, más tarde o más
temprano, “nos puede penalizar a todos en
materia de seguridad alimentaria y de confianza del consumidor”.
Juan Antonio González, a su vez presidente de Vicasol, una de las mayores cooperativas del sector hortofrutícola
almeriense, se muestra preocupado por
la situación de los productores, e indignado por la tibieza en las actuaciones
contra el fraude del reetiquetado. Afirma que todos los integrantes del
sector "vemos y detectamos estas
prácticas de llegada de camiones desde Marruecos y del cambio de
las etiquetas". Desde el pasado noviembre hay investigaciones abiertas,
expedientes incoados, “pero no
estamos viendo actuaciones firmes; dicen que hay abiertos expedientes,
pero no nos facilitan ninguna información”.
Desde Coexphal se reclama contundencia ante estas prácticas y su presidente pide que se pongan nombre y apellidos a las empresas infractoras
Desde Coexphal se reclama contundencia ante estas prácticas y su
presidente pide que se pongan nombre y apellidos a las empresas infractoras y que, una vez
comprobado el fraude cometido “que se determine el cierre de las infractoras, porque el final nos están
perjudicando a todos”. Teme que este sea un nuevo caso de inacción por parte de las
administraciones y que si, finalmente, los expedientes que se han
abierto o que se puedan abrir acaban en una sanción, “sea poco
menos que para tomarse un café”. Una contundencia que debería servir
para acabar con una actividad “con la que se están riendo en las narices de los
agricultores almerienses”.
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