José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería
La agenda social que ha puesto en marcha
el Gobierno de España hasta ahora ha estado marcada por tres importantes
medidas: la subida de las pensiones, el incremento del Salario Mínimo
Interprofesional y el aumento del salario de los empleados públicos. El siguiente paso que dará es la
eliminación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral. Como
adelanto, el Gobierno ya ha anunciado que la derogación del despido por bajas
justificadas se aprobará en el próximo Consejo de Ministros.
El Cañarete (Loa) |
Acabar con esa injusticia es una prioridad
para el Gobierno de España. Sin embargo, hay quien está por alimentar otras
injusticias, tal y como ha ocurrido en el Consejo Ejecutivo de Galasa, la
empresa pública que gestiona el abastecimiento de agua en el Levante y Almanzora.
El PP y Cs, de forma vergonzosa, han excluido a los alcaldes socialistas del
órgano de dirección de esta empresa. La bochornosa actuación del presidente de
la Diputación, que llegó incluso a insultar a los alcaldes socialistas,
ofrece una muestra clara de hasta dónde se puede llegar cuando se pierde el
norte.
Para que se hagan una idea, el 63% de los
clientes con los que cuenta Galasa viven en municipios gobernados por el PSOE.
Bien, pues a pesar de esto, PP y Cs dejaron fuera del Consejo Ejecutivo a los
alcaldes socialistas, mostrándoles la puerta de salida.
Pero para salida, la de Roquetas hacia
Almería en las últimas semanas. Al problema surgido en el Cañarete hay que
buscarle una solución definitiva y el alcalde de Roquetas debería
comenzar reconociendo que lo que hizo el gobierno de Rajoy ha durado poco.
Todas las administraciones tienen que
hacer su trabajo para facilitar la movilidad de los vecinos del Poniente. Entre
otras cosas, sería bueno que el Ayuntamiento de Roquetas realizara los esfuerzos
necesarios para minimizar el cuello de botella que se produce, por ejemplo, a
la hora de incorporarse desde Aguadulce a la A7. La mejora de la regulación del
tráfico sería beneficiosa, como también lo sería que el alcalde roquetero
consiguiera que el Consorcio de Transportes, cuya gestión depende de la Junta
de Andalucía, pusiera autobuses gratuitos para descongestionar el tráfico. No
es de recibo que el alcalde de Roquetas no asuma su responsabilidad.
Como no es de recibo que una anciana de
101 años lleve esperando un año a que la Junta reconozca su situación de
dependencia. Lo peor de este asunto es la respuesta que le han dado al hacerse
pública la noticia: “probablemente, cuando le llegue, ya no la va a poder
recibir”. No hay más preguntas, señoría. Menuda incompetencia.
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