Miguel del Pino
Periodista
⏩ Tengo la sensación de que, salvo en el inicio del campeonato en el
que el equipo funcionó con la dinámica de la campaña anterior, el Almería no ha
tenido ni tiene su mejor virtud en el trabajo colectivo. A lo largo de la etapa
de José María Gutiérrez ha sido bastante más frecuente apelar a la pegada del
equipo para conseguir resultados positivos que a la bondad del juego colectivo.
Las dos últimas incorporaciones a falta de Enzo Zidane, Francis y Barbero (Loa) |
El fútbol ha cambiado y hoy el equipo que practica el fútbol que marca la nueva
tendencia es el Liverpool. Jürgen Klopp es el artífice del estilo que le llevó
a ganar la Champions y saca 22 puntos al City de Guardiola. Yo soy partidario y
me gustaría que el Almería practicara un tipo de fútbol intenso, rápido,
enérgico, brutal y emocionante que, acompañado por su pegada, le podría llevar a
ser intratable para los rivales, como es el Liverpool en Inglaterra.
El Almería es como una orquesta a la que se le puede escuchar porque en general no desentona, pero que transmite la sensación de tener unos maestros capaces de ofrecer muchos mejores conciertos e incluso alcanzar la perfección interpretativa
Considero
que el Almería es hoy por hoy como una orquesta a la que se le puede escuchar
porque en general no desentona, pero que transmite la sensación de tener unos
maestros capaces de ofrecer muchos mejores conciertos e incluso alcanzar la
perfección interpretativa. El camino no es otro que trabajar intensamente en
los ensayos para evitar las fases en las que la sinfónica rojiblanca desafina. Esos periodos de los partidos en los que los rivales le comen el terreno, en
los que les toca correr al son que le marca el contrario y en los que llegan
los desajustes defensivos que hacen crecer a los adversarios y dudar a los
nuestros.
Pese a que en el mercado de invierno la dirección deportiva ha tenido
que poner en práctica el plan B por culpa del límite salarial, todo indica que
el plantel rojiblanco puede y debe ser suficiente como para conseguir una de
las dos primeras plazas. Para mejorar todos tienen que poner de su parte, pero
la máxima responsabilidad es del director de orquesta cuyo trabajo es sacar lo
mejor de cada uno de sus músicos tanto a nivel individual como colectivo.
Del
duelo de Los Pajaritos yo me quedaría con la progresión del joven Appiah, los
buenos detalles técnicos de Villalba, que debe mejorar en agresividad, y el Lazo
del tramo final, un solista al que le falta constancia, continuidad y tener más
protagonismo.
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