Antonio Fernández
Periodista
⏩ Hace diez años a Rodolfo Miranda, un investigador
almeriense que eligió Madrid para desarrollar su vocación científica, le surgió
la oportunidad de ser protagonista en la creación de un centro de vanguardia,
el Instituto Madrileño de Estudios
Avanzados en Nanociencia. Iniciaba así una aventura profesional que hoy
está en boca de cientos de centros de investigación por sus proyectos.
Rodolfo Mirana, en la Puerta de Purchena |
El que ha despertado una fuerte
expectación es el que se está desarrollando para la recuperación de funciones
en pacientes con lesiones medulares. Una línea de investigación que, según Miranda, presenta avances “muy esperanzadores” en su fase
experimental. Advierte, eso sí, que en este tipo de proyectos “hay que
ir con cuidado, asegurándonos de cada paso que damos, porque no es bueno crear
falsas expectativas en un tema como este”.
El doctor Miranda habla sobre todo de ‘esperanza’, tanto para los que trabajan en la investigación como para las más de 30.000 personas que sufren lesiones medulares graves en España
En esencia se trata de utilizar microsensores capaces de detectar los
campos magnéticos de baja intensidad que produce la actividad
neuronal y trasladarlos a otros sensores, situados al otro lado de la médula
ósea seccionada. “Con ello -explica- tratamos de reconectar el cerebro con las piernas, un paso
fundamental para que los impulsos del primero lleguen a las extremididades, y
para que la información de las piernas llegue al cerebro”.
El doctor Miranda habla sobre todo de
‘esperanza’, tanto para los que trabajan en la investigación como para las más de 30.000 personas que sufren lesiones
medulares graves en España, con un alto porcentaje de jóvenes; “es para
muchos una situación dramática, porque la paraplejia es una dolencia cruel que
imposibilita una vida normal”.
Mediante la implantación de esos
microsensores se lograría ‘saltar’
la médula espinal seccionada o dañada de forma que esa especie de
bypass pueda interpretar, transferir y traducir las señales que parten del
cerebro o de las propias piernas.
La investigación se encuentra en estos
momentos en una fase experimental
con tejidos de animales; “esperamos que en un año podamos estar
experimentando con animales vivos para, un año más tarde, iniciar las primeras
pruebas en pacientes”. Mucha ilusión, pero también mucha prudencia “porque no es deseable crear falsas
expectativas, pero los pasos que vamos dando son esperanzadores y
en cualquier caso es un sueño para los que nos dedicamos a investigar”.
Rodolfo Miranda sabe que sus estudios
están siendo seguidos por la comunidad científica internacional y, de hecho, el Programa ByAxion ha sido
elegido como ejemplo por parte de la Comisión Europea sobre cómo trasladar la
investigación básica a los problemas reales de la gente y de los gobiernos,
debido al alto coste de este tipo de lesiones. Como él mismo reconoce, “parece
ciencia ficción, pero es un trabajo muy real”.
Rodolfo Miranda es almeriense pero ha
desarrollado sus estudios y su trabajo en Madrid (es catedrático de Física de
la Universidad Autónoma). Pero esa lejanía no afecta a su ‘almeriensismo’, que
reconocen sus compañeros del IMDEA Nanociencia, que afirman que hace gala de
ello todos los días.
Es de Almería, “de la calle Murcia, muy
cerquita de la iglesia de San Sebastián, y no renuncia a sus raíces. Por ello
viaja a la capital almeriense siempre que tiene ocasión, porque en esta
provincia residen su familia o los amigos de su niñez y su juventud.
Afirma, no obstante, que desde hace años
se considera un ‘zapillero’ más porque en ese barrio se compró una casa hace
años que es su remanso de tranquilidad, una escapada de su intensa actividad.
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