Antonio Felipe Rubio
Periodista
⏩⏩⏩ Almería es líder a nivel nacional en aumento de la pillería y
pellejería (fraude) en los partes por presuntos siniestros de accidentes de
tráfico. Según un estudio de la compañía de seguros AXA, Almería es la primera
de España en crecimiento del fraude, seguida de Ávila y Cantabria. El dudoso
honor de encabezar este ranking nacional se colige con las cotidianas y
reiteradas muestras de incivismo y ausencia de respeto por las normas de
tráfico… y de convivencia mínimamente civilizada. De nada sirve entregar la
mejor herramienta a un lerdo que no sabe ni cómo cogerla.
Estoy totalmente persuadido de la extraordinaria labor de las
autoescuelas que forman y educan a los futuros conductores. El gran misterio
surge cuando, una vez conseguida la licencia, algunos conductores se olvidan,
ignoran y vulneran normas tan sencillas como circular por una rotonda
(glorieta), aplicar debidamente el indicador de cambio de dirección
(intermitente) o respetar los carriles de preselección. Y si esto ocurre en usuarios
debidamente formados que superaron las pruebas de aptitud, qué decir de la
fauna que se adentra en la selva sin conocimientos o aptitudes demostradas y
exigidas.
Han desaparecido plazas de aparcamiento en superficie y se han estrechado calzadas y aceras para ganar espacio a un carril presuntamente “exclusivo” para bicicletas y patinetes
La proliferación de ciclos y patines, interactuando con todo tipo
de vehículos y vías, ha venido a modificar los distintos espacios existentes.
El carril bici ha sido el mayor, costoso y a veces inútil e irritante logro de
Izquierda Unida durante su gobierno de coalición con el PSOE. Han desaparecido
plazas de aparcamiento en superficie y se han estrechado calzadas y aceras para
ganar espacio a un carril presuntamente “exclusivo” para bicicletas y
patinetes. Estas medidas y facilidades,
si se utilizasen con racionalidad y educación -la vial también-, serían de gran
utilidad y general sosiego para los continuos sobresaltos que se prodigan a
diario. Pero no todo el problema radica en la falta de educación y mínima
exigencia (ninguna) hacia los que se incorporan a las vías públicas para
“convivir” con el resto de vehículos: nada de seguro de responsabilidad, nada
de identificación, matriculación o impuestos y, consecuentemente, nada de
control para posibles sanciones o determinación de responsabilidades. Pero no
todo reside en las malas prácticas de unos pocos, que no han de perjudicar al
resto que sí sabe y practica la buena convivencia; también las diferentes
administraciones han contribuido a generar confusión y malas costumbres. Me
refiero a los pasos de peatones/bici, algunos regulados por señalización
semafórica, que sí permiten el paso de cualquier persona que pueda ir a bordo
de una bici, patín o peatón cargando con un frigorífico tipo americano,
cualquier cosa mientras el semáforo les esté en verde. El problema surge cuando
los usuarios de bicicletas y patines “asimilan” que el paso de peatones (cebra
sin semáforo) les faculta para cruzar montando su vehículo, y esto les está
prohibido, suponiendo un grave riesgo para el conductor de un automóvil; pues
no es lo mismo que acceda un peatón caminando a que aparezca una bicicleta a
cinco veces más velocidad.
Igualmente, en Paso Marítimo existe un carril bici con “prioridad
peatonal”, toda una invitación a una sobresaltada convivencia. Este demoníaco
“invento” consta de la sorprendente infraestructura de unas simples bandas de
pintura, sin olvidar la señalización vertical de la citada convivencia
ciclista-peatón, con prioridad peatonal, y que parece nadie haber visto.
Afortunadamente sin incidentes se saldó un episodio que pude
contemplar en la carretera de la Universidad: autobús articulado de gran
longitud adelanta a un “pelotón” de ciclistas; llega en sentido contrario un
bólido… y de milagro se salvaron ciclistas, bólido y autobús. La pregunta es si
hay carril bici, y la respuesta es positiva. ¿Por qué algunos ciclistas -que
parecen profesionales- no usan el carril adecuado y ponen en riesgo la circulación
con su particular y diaria “Vuelta ciclista a la Costa” en una carretera
angosta y frecuentada por autobuses de gran eslora?
Para terminar, me pregunto cuál es el grado de convicción sobre el
soterramiento integral del ferrocarril para Ayuntamiento y Junta de Andalucía
cuando se realizan obras de ampliación del carril combinado bici/peatón en el
paso elevado de Av. Mediterráneo. Se supone que este paso elevado es obligado
por la existencia de la vía del tren, circunstancia que hace compleja la
circulación en Av. Montserrat, paso deprimido de La Goleta… La solución, si
hubiese soterramiento, es una amplia glorieta en superficie, desapareciendo el
paso elevado -ya sin sentido- y permitiendo una mayor conectividad entre las
vías ahora afectadas y mal conectadas. Por cierto, la obra del paso elevado,
como era de esperar, quita espacio a los vehículos que sí pagan impuestos por
circular. O sea, pagas para perder tu espacio en beneficio de los que ni pagan,
ni se controlan… y a veces te apartan con displicencia. ¿Les suena esto?
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