Juan
Carlos
Pérez Navas
⏩⏩⏩ En la batalla diaria contra el coronavirus, esa que nos supera
diariamente con sus cifras de contagiados y fallecidos, tan sólo se combate con
la actitud que muestran aquellos y aquellas que no duermen y que se levantan
ayudando, entregando su salud, sus conocimientos, proponiendo y tomando
medidas. Además, ayuda saber que la inmensa mayoría de los españoles está
aportando en esta crisis quedándose en casa y, otros, mediante la transmisión
de soluciones y con su solidaridad, con la que dan ejemplo de civismo y de humanidad pese a los
que han optado simplemente en atacar y en tratar de desestabilizar a este país en
su beneficio propio. Pero hay otra batalla que se está librando para el día
después de que superemos, juntos, esta crisis.
Esa otra trinchera está en Europa y se vio tras la cumbre de jefes
de estado que pretendía pactar una estrategia común por la recuperación y
reconstrucción social, industrial y económica en la peor crisis europea que se
recuerda tras la segunda guerra mundial. España e Italia, acompañados de otros
países, enarbolaban el auténtico discurso europeo de la unidad frente a la
emergencia sanitaria y económica con más Europa, con más solidaridad.
Europa se la juega. La historia nos mira en este momento crucial
donde se requiere, como pidió nuestro presidente, un compromiso real de
actuación, porque sólo así Europa se fortalecerá a sí misma en vez de
fortalecer a quienes quieren debilitarnos y a quienes con el populismo
pretenden debilitarla y romperla con la ceguera de países como Alemania u
Holanda que no parecen entender cómo Pedro Sánchez les recordó la gravedad del
momento. El presidente de España expuso de manera brillante que sólo cabe una
respuesta solidaria con bonos de reconstrucción económica y social, con
endeudamiento público y un plan Marshall de medidas que promuevan la
resistencia y la recuperación al día después.
Las palabras de Pedro Sánchez, en las que aseguraba que, de esta
manera, es inaceptable hacer frente a esta crisis global, suponen un pulso
necesario y urgente para que Europa esté a la altura y que no defraude, porque
todos los ciudadanos de la Unión, como los españoles, llevamos años defendiendo
y protegiendo esta UE que ahora debe de estar al lado de todos los países,
porque todos somos el epicentro del Covid-19. Es necesario dejar atrás discursos
vergonzantes que van en contra del propio discurso europeo y que suponen,
igualmente, un peligro mortal.
Igualmente, entristece ver a los líderes españoles de los grupos
de la oposición dando la espalda al Gobierno en esta otra batalla y volviendo a
demostrar su poca altura y su irresponsabilidad escondiéndose en la zancadilla
y en la pelea por desprenderse de responsabilidades en las comunidades que
gobiernan. Pero, frente a esto, España tiene, gracias a nuestro presidente, una
postura firme en la que debe continuar, porque la propuesta de los países del
norte es insuficiente y porque no es momento de hablar de rescates que no
proceden y que condenarían a este viejo continente a su mayor debilidad
histórica y a una Europa de dos velocidades profundizando las desigualdades y
dando ventaja a los que como Vox en España defienden la inutilidad de este
mercado único por el que tanto hemos luchado, al que hemos aportado y del que debemos
seguir recibiendo en un mandato como eurogrupo sin ambigüedades ante la
urgencia del momento del que nadie se salva y en el que España ha tomado
medidas sanitarias y económicas contundentes para superar este momento todos
unidos.
Este cambio en la historia está esperando a Europa, porque es su
hora y porque debe estar a la altura de la gravedad que nos afecta a todos los
países y a todos sus ciudadanos. Los estados miembro tienen que mostrar su
solidaridad. Debemos actuar unidos y hacer lo correcto bajo un mismo corazón
europeo y no desde de la individualidad de sus 27 estados, porque ese no es el
espíritu que todos hemos defendido y por el que nos hemos dotado de los mejores
años de progreso y consolidación de derechos y libertades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario