José
Antonio Peláez
@freelanceandalu
⏩⏩⏩ Yaya es
una de esas personas llamadas "sin techo". Apareció por el mes de julio de 2019 en el parque del Ingenio. Se instaló en un banco de piedra. Allí
ha soportado calor, frío, lluvia y, como me cuenta José, el único vecino de la
zona que se ha fijado en él, el
desprecio y la invisibilidad de quienes por allí pasan, de ONGs y de la
administración municipal.
Yaya, en
estos tiempos de confinamientos, sigue en su banco de piedra. No vive, sobrevive confinado en su miseria,
en la miseria de nuestro primer mundo que le hace invisible. Yaya es
un ser humano con problemas que se está
dejando morir tirado en un banco, y la sociedad se lo está permitiendo mirando
hacia otro lado. Si alguien le da comida, come. Si le llevas una manta, se
abriga, y si nadie se acuerda de él, Yaya morirá sobre un banco de piedra frío y duro, en un parque con un
significado de dolor y sufrimiento para muchos almerienses en nuestra ciudad.
Me
contaba José que él y su compañera intentaron llevarlo a su casa para darle
calor y un poco de humanidad, pero Yaya nunca ha querido molestar. Yaya se está
dejando morir, sin molestar, sin comprender ni entender dónde está aquel primer
mundo que occidente le vendió, aquel sueño que le hizo cruzar países,
desiertos y mares jugándose la vida para llegar a morir en un mundo que no
entenderá, o tal vez si lo haya entendido y por eso se deja morir.
Yaya no
está bien, ni físicamente ni psicologicamente. Las ONGs, las Administraciones y
el Ayuntamiento de Almería han recibido peticiones de ciudadanos como José y su
compañera y otras que se han hecho eco de esta situación, de colectivos, pero
la callada o la excusa fácil siempre fue la respuesta.
No quiero
pensar que ONGs y Administraciones hagan oídos sordos a esta situación
inhumana. No quiero pensar que una mañana pueda amanecer y nos enteremos que
Yaya, el invisible del banco de piedra, murió. Si llega ese día dejaré de pensar
que Yaya se dejó morir. Desde ese día, ojalá no llegue, pensaré que a Yaya, el
invisible del banco de piedra, lo matamos entre todos, simplemente por nacer
donde nació, sólo por el color de su piel. Hoy te
quería hablar de Yaya.
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