Intensidad de Julio Anguita por Vera y Los Gallardos


Antonio Torres
Periodista

⏩Relatamos una jornada de Julio Anguita en la provincia. El dirigente comunista, al igual que sucedió con los inicios políticos de Rafael Escuredo, quiso ser ciudadano común. Ambos, sin asesores, austeros, ni la parafernalia del largo séquito de aduladores. Eran otros tiempos, pero ahí estaba la dignidad. ETA golpeaba de forma terrible. Ejemplos que conviene releer. Escuredo viajaba en su propio vehículo y acompañado por el periodista Enrique García. Recuerdo conversaciones, sobre el inicio de todo, después de actos desde el Puerto de Aguadulce o en Palomares con Enrique García como único testigo, el pionero de los primeros informativos de la historia de la radio en Andalucía desde los micrófonos de Radio Sevilla de la Cadena SER para Andalucía y que tuve oportunidad de intervenir. Son ejemplos impensables ahora para los diferentes dirigentes actuales. Una lección para políticos jóvenes que no deberían olvidar. 

Julio Anguita, en el Bar Crespo, de Los Gallardos, con Paco Aznar (Cuevas del Almanzora) y Sebastián González (Los Gallardos)

Con Julio Anguita, el director de La Voz de Almería Pedro M. de la Cruz y este autor, compartimos un almuerzo-coloquio en la Peña El Taranto. Ahí ya nos explicaba que trabajaba por romper con el bipartidismo, aunque tuvo un acercamiento con Aznar y de ahí las críticas de “la pinza” y otras tensiones con el equipo gobernante.  Por la noche, acudió a su mitin de Nueva Andalucía y ahí me fijé en una periodista de Antena 3 Televisión que al periodista José Luis Masegosa, al productor de Canal Sur Federico Ríos y a este autor nos dijo que hacia de productora y de cámara. Eran nuevos tiempos que se abrieron en la comunicación con ese gesto de sinergias que se va consolidando en los medios para bien y para mal utilización en algunos casos de periodismo convocado. Siguiendo con el relato de Anguita, horas antes de sufrir el primer infarto en Barcelona, en 1993, pronunció un mitin por la Igualdad en Vera y en que le acompañaron en la palabra el concejal de su partido en Los Gallardos Sebastián González, El lanero y Natalia Huertas que suplió a Salvador Fuentes que aparecía en el cartel. Se entrevistó de forma cordial con el equipo de Vera en el antiguo Teleclub, hoy bajos del Ayuntamiento con las autoridades de Vera Félix M. López Caparros, Francisco Vázquez En Los Gallardos celebró otro acto político de carácter interno con dirigentes de su partido de la zona a la que acudieron de Turre el que fue fundador de Comisiones Obreras Dámaso Visiedo, el fragüero Pedro Alfredo Cervantes Cano, padre de la profesora Maribel, afincada en Barcelona, y con el panadero Francisco Sánchez, padre de dos grandes como el exalcalde Francisco y el exconsejero de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez. Ya en el bar Crespo se observa en la imagen saliendo de ese establecimiento a Anguita, acompañado del dirigente del PCE Francisco Aznar de Cuevas del Almanzora y del citado Lanero a quien el dirigente comunista le dijo: “Eres buena gente y como quieres ayudar a todo el mundo te vaticino que serás un sufridor. Tienes que tomarte todo esto con pasión pero relativiza todo”. Siguió su actividad jugando al dominó durante varias horas en Antas para desconectar. Le gustaba pasearse por las discotecas sin perder su “programa, programa” o “sin pedagogía, no hay política”. No quería molestar a su equipo que le acompañaba, chofer y dos personas, sin parafernalia. Esa libertad para el ocio provocaba problemas a los distintos gobernadores civiles responsables de ponerle guardias civiles en la provincia como escolta. 

De ahí que Interior le permitió llevar una pistola que las crónicas recuerdan que solo la utilizó en la calle Goya, precisamente, en Madrid, días antes del intento del Golpe de Estado del 23-F. La familia Anguita recibió la gran tragedia de su vida cuando su hijo, Julio Anguita Parrado, falleció cuando cubría la información de la guerra de Irak para El Mundo. En Getafe, conoció la muerte de su hijo en un acto organizado por Unidad Cívica Republicana, 7 de abril de 2003. Con lágrimas y emoción se dirigió al público: "Mi hijo mayor, de 32 años, acaba de morir cumpliendo sus obligaciones de corresponsal de guerra. Hace 20 días estuvo conmigo y me dijo que quería ir a la primera línea. Los que han leído sus crónicas saben que era un hombre muy abierto y buen periodista. Ha cumplido con su deber y yo por tanto voy a dirigir la palabra para cumplir con el mío”. Anguita tuvo tiempo de enamorarse de Cabo de Gata y en especial de Carboneras, tal como quedó reflejado en el relato que la profesora Amalia Fernández trazó días atrás para La Voz.  El profesor, jurista y escritor cordobés Antonio Manuel Rodríguez, en un emotivo artículo, dedicado al Califa del Pueblo, recordó: “Una vez le dije a Julio Anguita que no deberíamos pedir la tercera república, sino la cuarta. Él asintió con una leve mueca. Tienes razón, me contestó, pero antes hace falta que el pueblo conozca su historia. Sin pedagogía, no hay política…”.

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