Garf
Siodos
⏩ En
esta distopía en la que vivimos desde hace unas semanas se hace increíble que
esto que nos está ocurriendo sea real. Si alguien nos dijese hace unos meses
que estaríamos así esbozaríamos una amplia sonrisa de escepticismo e
incredulidad y miraríamos a nuestro interlocutor con ojos condescendientes y
burlones. Ahora ya no, no nos reímos de nada. Confinados todos debido a la
pandemia originada por el virus SARS_CoV_2, nuestra percepción de la realidad
del mundo exterior se reduce a lo que observamos a través de las ventanas de
nuestras viviendas. La tecnología nos ayuda a extender esos límites a través de
la pantalla de nuestros televisores, tablets, Oculus Quest..., aunque no
es lo mismo. Recuerden lo que decía
David Aames en Vanilla Sky: “Quiero vivir una vida real. No quiero seguir
soñando”. Y esto se parece a un sueño. Lamentablemente, más bien a algo
parecido a una pesadilla.
Hasta
hace poco salir a la calle por el motivo que fuese se veía como algo normal.
Nada especial a valorar. Algo sin importancia. Y ahora, sin embargo, es de lo
más importante. ¡Qué estúpidos somos! Puede que algo bueno salga de todo esto
finalmente cuando todo haya terminado. Aprender a valorar lo que realmente es
importante.
Hasta ahora, pensábamos que la realidad y la verdad de los hechos las poníamos nosotros ahí fuera
Quizá
en Occidente hemos pecado de arrogantes. Quizá drogados en exceso por esa herramienta llamada deconstrucción propia del
Posmodernismo. Nos ha mantenido en una burbuja de cristal y nos ha convertido
en dinosaurios frente al gran meteorito que se nos ha caído encima. Incapaces
de reaccionar. Lentos en las decisiones. Y como sociedad creímos que la
realidad la creábamos nosotros a nuestro ritmo y según nuestros deseos. Y hemos
recibido nuestro merecido: un baño de realidad. “La verdad está ahí fuera“, como se leía en un cartel, en el despacho del detective Mulder, de la serie
“Expediente X”. Hasta ahora, pensábamos que la realidad y la verdad de los
hechos los poníamos nosotros ahí fuera.
Y no. Ya no cantaremos la canción “Video Killed The Radio Star”, sino que, a
partir de ahora tenemos una nueva versión: “SARS_Cov_2 Killed The Posmodernism
Star”. Y es un hecho comprobable que es así. Si no, fíjense como ciertas noticias
respecto a ciertas cuestiones en los mass media llevan varias semanas
completamente ausentes.
A
partir del 2 de mayo, vamos a poder disfrutar un poco mas: 1 hora y 1 Km,
máximo, de paseo o deporte. Los pequeños límites de nuestro reino parece que se
van ampliando. Y esperemos, en el futuro, se vayan incrementando y podamos
recuperar pronto la normalidad de siempre, aquella que nunca valoramos lo
suficiente. Disfrútenlos y recuerden, como decía el protagonista de Vanilla Sky
protagonizado por Tom Cruise: “Las pequeñas cosas. No hay nada más importante
“. Sean felices.
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