Que se bañe quien quiera


Esperanza Pérez Felices
Alcaldesa de Níjar

⏩⏩ Con esto del confinamiento parece que estamos perdiendo un poco el norte en el sentido más básico de todos, que no es otro que el de las decisiones que cada uno puede tomar dentro del ámbito de su autonomía personal. Y el rocambolesco asunto de las playas es, sin duda la estrella del momento. Y vamos por partes.


Cualquier persona puede bañarse en la playa a partir de que se levanta la prohibición, como ocurre con la Fase 2 del llamado desconfinamiento. Es una decisión personal de cada cual, como el hecho de bañarse cuando hay una bandera amarilla, roja o no hay socorrista, que si bien todos entendemos que en ese momento no se puede o no debe bañarse uno lo cierto es que hay gente que lo hace.
Si me preguntan: ¿Puedo bañarme en las playas de Níjar? La respuesta es totalmente afirmativa, pero apelando al sentido común
Lo que ocurre en este momento es lo mismo. Si me preguntan: ¿Puedo bañarme en las playas de Níjar? La respuesta es totalmente afirmativa, pero apelando al sentido común y bajo la estricta responsabilidad de la persona que se tire al agua o se tumbe en la arena.

Ahora bien, si me preguntan si el Ayuntamiento de Níjar va a tener socorristas, servicio de playas, medidas especiales desde estos días de mayo la respuesta es negativa. Pero hay que entender una cosa, que nunca abrimos la temporada de baño antes del mes de junio, es decir que por el momento vamos sobre el calendario.

Dicho esto, nos encontramos en medio de una pandemia donde hay gente que tiene miedo hasta de ir al supermercado o de que se le acerque alguien más de la cuenta en la calle si no lleva mascarilla, guantes y pantalla protectora colgada en la frente. Y si lo que preguntan es si el Ayuntamiento de Níjar puede garantizar que el agua, la arena, los accesos y la costa estén libres de cualquier posibilidad de contagio la respuesta es que no lo sabemos. Pero lo estarán a partir de la apertura de la temporada.

No hay información al respecto, información oficial al menos, y como comprenderán no vamos a limpiar con lejía la arena de las playas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, porque ni es lógico ni se puede.

La norma publicada hasta ahora dice que se puede ir a las playas y que los ayuntamientos propondrán las medidas oportunas en los planes que deben desarrollarse para cada pedacito de litoral, como también dice la Junta que tiene que hacer análisis de las aguas.

¿Quiere decir esto que el coronavirus flote? Pues sinceramente ni lo se ni lo creo, pero si me piden que garantice la seguridad higiénico sanitaria de las personas que se bañen o tomen el sol en las zonas de baño del municipio de Níjar, pues ahí ya me toca pronunciarme, asegurarme y pedir garantías.

Imaginen por un momento que hay rebrote y que viene de unas personas que se juntaron en una playa. Pues para qué queremos más. Y claro, ya no se trata de si la arena estaba mejor o peor tratada, ni si lo contrajeron dándose un beso o compartiendo una botella de agua, sino de que fue ahí, en esa playa y ojalá que no sea de la provincia de Almería.

Si eso ocurre, lo primero es que nos cargamos el modelo turístico, que después de la pandemia no está como para tirar cohetes. Pero si asocian, además, Covid al origen geográfico de las frutas y hortalizas que ponen sobre sus mesas, entonces sí que vamos a descubrir lo que significa no levantar cabeza.

Y esto lamentablemente es como el caso de las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid, que a golpe de demandas de los damnificados van a ser el chivo expiatorio de esta pandemia y no hoy ni mañana, sino dentro de unos años y después de larguísimos y costosísimos procesos judiciales.

Níjar va a adaptar sus playas a las recomendaciones que han dado el Estado y la Junta de Andalucía sobre cuidados específicos. Esas normas tienen apenas unas horas desde que se publicaron, y que yo sepa no se implementan, organizan y se hacen efectivas por arte de magia. Aún así ya las tenemos casi listas, y lo más curioso es que lo estamos teniendo antes que en un año normal, esto es, un año sin Covid.

Entiendo tanto las ganas de baño, como las de guerra, pero por ejemplo yo oficialmente no puedo declarar abierta la temporada sin los análisis de aguas subidos a un instrumento que se llama NAYADE, y aún no están. Dependen de la Junta, pero comprendo que aún es pronto.

Por tanto, repito, que se bañe quien quiera, pero aún ni tan siquiera sabemos si nos van a aprobar las dimensiones de las unidades de convivencia propuestas, que en nuestro caso serán 6 x 3 metros (18 m²) para cuatro personas. Y así estamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario