Cecilio Vargas
Portavoz de Ciudadanos en El Ejido
El grupo municipal de Ciudadanos El Ejido ha instado al equipo de
Gobierno de PP y Vox en este Ayuntamiento a dejar sus luchas internas y den
prioridad a los ejidenses. Hay que calificar la situación vivida este domingo
de “esperpento”. Ha sido un espectáculo. Todo fue a raíz de las diferentes
publicaciones contradictorias que tanto PP como Vox volcaron en el día de ayer
en las redes sociales, con motivo del Día Internacional del Orgullo
LGTBI. Fue algo surrealista, que nos llevó a ser, una vez más,
testigos de una lucha de posicionamiento dentro del equipo de Gobierno, que vuelve a dar una imagen
pésima del municipio. Desde el grupo municipal de Cs no dábamos crédito, fue todo muy perplejo.
Creíamos que en esta Corporación todos tienen clara la defensa y
protección de los derechos y libertades y, especialmente, la de los colectivos
que históricamente han sido estigmatizados. Suponemos que esa defensa la tienen
que ejercer. No podemos consentir que un grupo del
Gobierno local eche órdagos o chantajee al alcalde y, lo peor, que éste se
preste. Es
evidente que Góngora está sometido a Vox y que estos están apretando para
llevar su ideología al ámbito institucional.
Ciudadanos ha mostrado su asombro ante la decisión que tomó el alcalde del municipio, cediendo a quitar durante un tiempo la bandera LGTBI de redes oficiales y reponerla a las pocas horas
Pedimos a Góngora que valore
si esta imagen y esta bicefalia en el Gobierno es beneficiosa y productiva para
El Ejido. Es lo
único que le debe preocupar, más que su estabilidad como político. Junto a
ello, Ciudadanos ha mostrado su asombro ante la decisión que tomó el alcalde
del municipio, cediendo a quitar durante un tiempo la bandera LGTBI de redes
oficiales y reponerla a las pocas horas. Esto desprestigia a la institución y
denota que el primer edil no tiene controlado al ejecutivo. Tampoco mantiene un
criterio, dado que a la mínima de cambio accede a las presiones de sus socios.
Quien ha quedado mal ha sido la imagen
corporativa del Ayuntamiento, que no ha mostrado su firmeza a la hora de apoyar a un
colectivo. Este tipo de reacciones nos genera una enorme preocupación, porque
estamos viendo a qué dedican el tiempo en el Ejecutivo local. Si Góngora y
Bonilla mostraran el mismo ahínco a la hora de reactivar el comercio local o la
seguridad en las calles del municipio, más que estar pendientes de poner o
quitar banderas, seguro que El Ejido iría mucho mejor.
Por desgracia, éste no es el primer episodio de esa relación
tormentosa entre PP y Vox en nuestro municipio. Si tuviéramos que encontrar un
símil con la literatura española, precisamente parece que estamos ante las
eternas luchas que protagonizaban los grandes escritores Góngora y Quevedo. Esto genera inestabilidad y sólo apreciamos intentos por parte de
Vox de introducir el ideario de su líder nacional, de Abascal, especialmente, con
las políticas sociales del municipio. Si echamos la vista atrás, a nadie se le
olvida la petición frustrada de salirse de VIOGEN o la renuncia a
más de 60.000 euros de solicitud de subvención para atención a mujeres víctimas
de violencia de género. La penúltima salida de tiesto fue anunciar un catálogo falso de cinco
millones de euros de gasto superfluo que no existía. No contentos con todo, han
vuelto este fin de semana a tocar un tema social relevante, con esa absurda
exigencia de retirar la bandera LGTBI de redes corporativas y del Patio de
Luces del Consistorio. Esto es un desgobierno absoluto y una casa de líos, que
le está costando a los vecinos más de 320.000 euros al año de lo que suponía el
anterior Ejecutivo y, todo ello, sin aportar beneficio alguno al municipio.
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