Enrique Ponce y Ana Soria, un romance televisado


Nuria Torrente
@opinionalmeria

Enrique Ponce y Paloma Cuevas llevan casados un cuarto de siglo. Hasta este verano se consideraba por la prensa rosa como la pareja ideal, la pareja perfecta, la que tenía sometido su amor a prueba de bombas. Pero, generalmente, el amor no permanece ilimitadamente en el tiempo, y tampoco en el tiempo de la pareja en cuestión. Este pasado fin de semana se ha sabido que el popular torero, de 47 años, se ha encaprichado –y ella de él, porque estas cosas o son mutuas o no lo son- de una joven almeriense, Ana Soria, de 21 años. Todos los medios sin excepción, incluso los más serios, como El País, se han hecho eco de la buena nueva.


La popularidad –y Ponce es muy popular- tiene un inconveniente: que los asuntos personales se tornan en públicos. La prensa rosa y no tan rosa han encontrado una razón perfecta para ofrecer todos los días y a cada momento una ración informativa sobre el estado de la pareja. Se dicen cosas que seguramente son ciertas, otras que de ciertas no tienen nada y otras que cuando menos habría que verificar.

¿Y los interesados, qué dicen al respecto? Pues también han entrado en escena. Ayer lo hizo Enrique Ponce para mostrar su enfado y para, más o menos, ratificar la veracidad de la información. “No se puede dar paso a cualquier persona que diga que te conoce”, se quejaba el torero a Telecinco por entrevistar a un “conocido de toda la vida” de Ponce y que Ponce manifiesta que apenas le conoce. En cuanto a su relación con Ana Soria, ha negado que lleve con ella año y medio: “La conocí hace solo unos meses”. Y añadía: “Sobre Ana han mentido todo y más”, sin especificar qué es todo y qué es más, pues tampoco se ha dicho de la muchacha gran cosa.


¿Y la novia? Pues también ha tenido su minuto de gloria televisivo, no directamente, obviamente, sino a través de un colaborador del programa “Sálvame”, que es el que más jugo está sacando al asunto. La joven asegura que no se acerca a Enrique “ni por dinero ni por fama ni por interés”, como algunos se empeñan en decir, porque ella, gracias a Dios, “no lo necesita”.

Para que la escenografía quedara completa, Telecinco ha enviado a Almería a su colaboradora Arancha a ver qué pescaba sobre esta culebrilla de verano. Los vecinos de la novia, sombrillas en mano, escurrieron el bulto, más o menos, ante las cámaras, pero quienes no se resistieron a ello fueron el abuelo de Ana, José Luis, y una tía. Sobre la nieta, pues qué iba a decir el abuelo, pues que “es muy buena, muy trabajadora y estudiosa, lo tiene todo".  Y sobre el “nieto político”, José Luis no tiene dudas: "Es una persona excepcional".  Y eso que, dice, solo ha hablado con él un par de veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario