Miguel Cazorla
Portavoz
de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Almería
⏩ Quiero compartir contigo ciertas
inquietudes relacionadas con nuestra ciudad que, de un tiempo a esta parte, me
sobresaltan, y no precisamente para bien. En concreto, voy a comentar tres
situaciones sangrantes e injustas, y que urgen actuaciones por parte del
Ayuntamiento de Almería, cuyo equipo de Gobierno parece últimamente sumido en
un estado de conformismo y autocomplacencia muy poco conveniente para sus
administrados, es decir, los ciudadanos de a pie. Me refiero a tres situaciones
que, en principio, debieran ser motivo de celebración, si bien las tres reúnen
circunstancias, cuando menos, censurables.
La primera cuestión que quiero
trasladaros tiene que ver con una situación que, a priori, debería ser motivo
de júbilo, pero que esconde una nefasta gestión del equipo de Gobierno
municipal. Me refiero a la decisión de aumentar la producción de agua
desalada para dejar de extraerla de los Pozos de Bernal, que como es sabido,
están sobreexplotados. Ya hemos dejado claro que en Ciudadanos estamos totalmente
en contra de la sobreexplotación de los acuíferos, y que entendemos que
esto debería haberse solucionado hace 16 años, pero también estamos en contra
de que esto suponga aumentar el recibo del agua cerca de un 20% a todos los
almerienses. Por eso, aprovecho para volver a instar al alcalde a remangarse y
ponerse a trabajar para buscar fondos europeos, que es lo primero que debería
de haber hecho, y que haberlos ‘haylos’ –por ejemplo, el programa ‘Life’ de la
UE- para paliar esa drástica subida del recibo del agua, rechazada por toda la
Corporación, salvo el PP y el concejal no adscrito, el exportavoz de Vox. Y es
que basta con una gestión adecuada para evitar este auténtico palo al bolsillo
del contribuyente, pero eso sí; requiere acogerse a ayudas europeas, lo cual
exige tomarse en serio el problema y ponerse a trabajar para que no pague el
pato siempre el mismo.
La segunda cuestión es la
transformación del cargadero de mineral conocido como Cable Inglés, una
remodelación anunciada por primera vez allá por 1983 –ya ha llovido incluso en
la desértica Almería– pero que todavía hoy se está sustanciando, y a la que le
quedan, como poco, un par de años más para culminar. Como no puede ser de otro
modo, desde Ciudadanos apoyamos la puesta en valor de este Bien de Interés
Cultural para convertirlo en un reclamo turístico único, así como en una zona
de esparcimiento sin parangón. Lo que nunca vamos a respaldar, de ninguna de
las maneras, es el fétido vertedero que, pocos metros más allá, se localiza en
plena desembocadura de la Rambla. En efecto, en el corazón de nuestra ciudad
padecemos, desde tiempos remotos, vertidos de aguas fecales que, sumados al
nulo civismo de algunos que tiran todo tipo de porquerías ahí, y a la absoluta
dejadez del Ayuntamiento, cuyas labores de limpieza brillan por su pestilente
ausencia, hacen que esa zona ‘noble’ de Almería siga siendo un punto negro al
olfato y a la vista aun después de que finalice la restauración del Cable
Ingles. Eso, por no entrar en el presunto delito medioambiental que ya
investiga la Fiscalía. Todo esto lo hemos denunciado públicamente desde nuestra
formación, si bien, a día de la fecha, la cosa sigue igual. ¡Qué lejos queda
aquella rueda de prensa del año 2015 donde el entonces alcalde, padrino del
actual, prometía acabar con todo este despropósito, garantizando incluso un
bonito géiser que todos sabemos cómo terminó!
La última situación sangrante que
quiero comentar viene a colación de las recién inauguradas obras de la calle
Pósito, así como la mejora de la zona de La Hoya, otra actuación que apoyamos
desde Ciudadanos, también muy demandada desde hace años, pero que no puede
disfrazar la situación de abandono que padece el resto de aledaños de la
Alcazaba, en especial en el barrio de la Chanca. Allí proliferan desde tiempos
inmemoriales vertederos improvisados de escombros y basuras, así como solares
abandonados a pocos metros de nuestro principal monumento, sin que los que
tienen la obligación y la responsabilidad de poner soluciones sobre la mesa
parezcan muy preocupados al respecto. Y ojo, que no será porque Ciudadanos no
ha reclamado actuaciones en este sentido en los últimos cinco años. Pero parece
que este equipo de Gobierno, cuando le mencionan la Chanca, actúa como el que
oye llover. Y así, tenemos un barrio que en su día quiso optar a ser declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pero que en los últimos años ha
servido como decorado natural para rodajes de películas bélicas emulando zonas
devastadas por la guerra.
En definitiva, una trilogía de
despropósitos donde queda patente el poco aprecio de este ejecutivo municipal
al bolsillo del ciudadano –pese a la que está cayendo por culpa de la
pandemia–, al medio ambiente, y al patrimonio histórico y cultural almeriense.
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