Esperanza Pérez Felices
Alcaldesa de
Níjar
⏩Hace días di, como alcaldesa, las órdenes
precisas para que el incumplimiento del uso de las mascarillas fuese sancionado
por agentes de la Policía Local con la correspondiente denuncia. Pues vale, la
medida está ahí, vamos a reforzar el dispositivo y todo aquello que está en
nuestras manos, al alcance de nuestros medios, se hará. Pero no es suficiente.
Tenemos soluciones, somos la primera línea
de acción en esta nueva oleada de rebrotes, pero no tenemos lo medios precisos
para poder actuar. En cierta medida me siento como los médicos cuando
alertaban, al principio de la pandemia de la Covid19, de la falta de equipos de
protección, mascarillas, geles hidroalcohólicos y material, en definitiva, para
poder trabajar.
Nos pasa lo mismo. Necesitamos
mascarillas, Epis, productos desinfectantes para que los equipos de limpieza
higienicen sobre lo ya limpiado y convertir ese costoso proceso en algo
estándar hasta que pase la tormenta. Pero para que se hagan una idea, según la
regla de gasto heredada del anterior ministro de Economía no debería invertir
ni un céntimo más en la defensa del municipio frente a la Covid, porque
correría el riesgo de tener que articular un plan de viabilidad con ajustes
adicionales. Una locura.
Necesitamos test para la población, calmar
la necesidad de información precisa, sin fallos, y un plan de acción que
demuestre a la gente que tener un infectado en casa, en nuestro entorno, no es
un drama ni motivo de estigmatización, sino que simplemente es algo cotidiano
en esta nueva normalidad tras la Covid. Y si alguien creyó que esa nueva
normalidad sencillamente suponía llevar mascarilla de vez en cuando y evitar
que te pillasen en reuniones demasiado grandes, obviamente se equivocó.
Tenemos tantas necesidades materiales que
lo sencillo, pero también lo desleal institucionalmente, sería reclamarle al
presidente de la Junta de Andalucía día si y día también, que se ponga las
pilas para atender lo que el pueblo necesita. Pero no. Esta alcaldesa no lo
hará porque entiendo lo duro que tuvo que ser gestionar un mando único nacional
soportando las críticas, las presiones y demandas mientras moría la gente en
los hospitales, como para repetir esa escena ahora que lo aires soplan hacia el
lado contrario.
De la primera parte de la crisis hubo un
movimiento que institucionalmente funcionó a las mil maravillas y fue el
contacto directo entre presidente del Gobierno de España y los de las
Comunidades Autónomas. Hoy yo reclamo la misma medida entre el presidente de la
Junta de Andalucía y los ayuntamientos que agrupamos grandes poblaciones,
porque tenemos las soluciones, pero nos faltan los medios que ellos como
administración superior sí tienen a su disposición.
Es la hora de repetir lo aprendido, lo que
sabemos que funciona y, entre todos, idear lo que aún falta para garantizar la
seguridad, el bienestar y la propia credibilidad en las instituciones de una
población que está más asustada que nunca.
Y un apunte en este sentido, destinado a
aquellos que quieren hacer un uso político de los rebrotes. A partir de hoy
seguiremos, perseguiremos cualquier información falsa y maliciosa que señale a
los territorios bajo nuestra jurisdicción con la clara intención de perjudicar
la imagen de nuestro modelo económico. Declaramos la guerra a los rebrotes de
la Covid19, sí, pero también a cualquier intento de bulo de destrucción masiva
de la confianza, venga de donde venga ya sea utilizando redes sociales o
mensajes de teléfono. Esa barra libre se acabó.
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