La maldición de la mala gestión que sufren los almerienses


Miguel Cazorla
Portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Almería

⏩ Dice la sabiduría popular que no hay mal que por bien no venga, pero lo cierto es que los ciplópeos atrasos que azotan a las obras ‘malditas’ de Almería -soterramiento, paseo marítimo, Plaza Vieja, estación de tren, Cable Inglés, parking de Obispo Orberá, Mercado Central...- no entrañan bondad alguna para los resignados almerienses, hartos de comprobar cómo los dos principales partidos, PP y PSOE, gestionan pésimamente el interés general de su ciudad. Sin ir más lejos, en el último pleno asistimos al triste espectáculo ofrecido por un Grupo Socialista que antepuso el interés de su partido al de los almerienses que les pagan el sueldo, y lo hizo quedándose solo al votar en contra de nuestra moción en la que se requería al Gobierno de España la finalización urgente de una de esas obras ‘malditas’, la prolongación del paseo marítimo hasta la desembocadura del río Andarax, que lleva casi dos años paralizada.

Un momento de la reunión (Ciudadanos)

Tremendo papelón del PSOE en esta cuestión, si bien es cierto que aquí la (i)rresponsabilidad es compartida con el PP, ya que el contrato firmado en su día entre el Ayuntamiento y el Gobierno se realizó con los populares en ambas administraciones; un contrato que, desde Ciudadanos, ya advertimos que resultaba lesivo para los intereses de los almerienses, algo sobre lo que, lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón. También se ha demostrado que estábamos en lo cierto al avisar de posibles bajas en la adjudicación de la obra, como finalmente ocurrió -casi un 40% de baja-, lo que terminó provocando la espantada de la empresa al quedarse sin dinero, y que la obra siga, hoy, empantanada y a medio hacer. Una situación que, por cierto, también se ha vivido con la obra del soterramiento. Pero, por cerrar el tema del paseo marítimo, también se debatió en el salón de plenos la modificación presupuestaria de 942.817,43 euros para pagar la tercera sentencia por los suelos de la ampliación del paseo marítimo -que sumados a sentencias anteriores, son más de 30 millones de euros a pagar por todos los almeriensesy que viene a corroborar la pésima actuación de los equipos de Gobierno del PP en estos últimos años, que nos está saliendo por un ojo de la cara.

Pero no es éste el único espectáculo vivido en el último pleno; ahí queda otra frustración para Almería, la única capital andaluza y de las pocas de España sin un Corte Inglés, y eso pese a los ríos de tinta y titulares en prensa acumulados desde 2005, fecha en la que se firmó el convenio entre el Ayuntamiento, La Salle y la afamada firma comercial; 15 años después, los Hermanos de la Salle piden que les devolvamos el millón y medio -y ojo, que también reclaman intereses- tras comprobar que desde el Ayuntamiento no se ha cumplido con su parte, esto es, con la modificación puntual del PGOU exigida en el convenio para hacer realidad la apertura de El Corte Inglés, y todo por no haber sabido gestionar al mismo tiempo tanto la adaptación a la LOUA del Plan General como la redacción de un nuevo PGOU. Ello, sumado con los constantes palos en las ruedas del PSOE para impedir la llegada de El Corte Inglés al centro de Almería -y eso que para el PAL de Juan Enciso fueron todo facilidades para que abriera en El Ejido- han terminado aburriendo al más estoico.

En otro orden de cosas, desde Ciudadanos hemos reclamado durante el pleno la ampliación del catálogo de inmuebles protegidos para evitar que sigamos viendo edificios históricos viniéndose abajo ante la pasividad del Ayuntamiento. El cuidado de nuestro legado histórico siempre ha sido una asignatura pendiente de la Administración, y todavía está pendiente la catalogación de cientos de inmuebles -unos 300 según la Junta, unos 400 según Amigos de la Alcazaba- sin olvidar que todavía no se ha convocado el Consejo Municipal de Patrimonio, que fue creado en 2016, pero que está ninguneado, porque no se le permite hacer absolutamente nada.

Por último, en el turno de ruegos y preguntas del pleno, pusimos sobre la mesa varias cuestiones, desde la preocupante falta de noticias sobre uno de los puntos negros por riesgo de inundación en caso de fuertes lluvias, la carretera de Costacabana a la altura de la rambla del Charco, hasta cuándo volverá a estar operativo el WIFI gratuito en calles y plazas de la ciudad, y que se vendió a bombo y platillo en 2015, pero que en 2017 dejaba de funcionar. En otro pleno celebrado en noviembre de 2019 nos dijeron que se arreglaría en cuestión de semanas; casi un año después, seguimos sin WIFI gratuito. Y otra cuestión de vital importancia: también preguntamos qué uso futuro tendrá el edificio de la vieja estación de ferrocarril una vez finalicen los trabajos de restauración, algo que desconoce hasta el más pintado. No olvidemos que la estación, uno de las construcciones más bellas y representativas de Almería, lleva cerrada y en estado de ruina desde 2005, yq ue también se vendió en su día un uso cultural como promesa electoral del PP hace ahora cinco años; hoy, apurando el año 2020, sigue en obras y sin un futuro claro, lo que la convierte en la enésima obra maldita de nuestra ciudad por la incompetencia de los unos y los otros.

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