Sin respuesta de Moreno Bonilla


Juan Carlos
Pérez Navas

⏩ En un país avanzado como España la educación pública nos afecta a todas las familias directa o indirectamente y es una de nuestras principales preocupaciones. A esto se une el hecho de que esta pandemia nos ha obligado a convertir nuestras casas en ambientes de aprendizaje y a valorar más aún la importancia que adquiere la unión entre todos los agentes educativos cuyo deseo es garantizar el derecho a la educación. En este contexto, no es de extrañar que la educación sea el elemento común de conversación y preocupación en todos los hogares de este país y, mucho más, ahora que estamos centrados en una vuelta al colegio segura y con garantías para el alumnado.

Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía (Loa)

Todas las familias nos preguntábamos desde el inicio del verano cómo sería la vuelta al colegio y pensábamos que las administraciones competentes sabrían estar a la altura y darían respuesta a nuestras preguntas y preocupaciones. En julio, tras el estado de alarma, el  Ministerio de Educación elaboró documentos para que las distintas autonomías, que son las responsables de la educación en su ámbito territorial, empezaran a trabajar en la vuelta al colegio de septiembre, por lo que el Gobierno de España respondía, también, a las comunidades que, como Andalucía, insistían públicamente en ejercer sus competencias en cuanto esto fuera posible.
Han abandonado a los centros y a su personal a su suerte, lo que ha originado el mayor caos que se puede infringir a un servicio público tan esencial y que tanto afecta a la sociedad como es la educación
Las familias pensábamos que Moreno Bonilla había realizado el trabajo que le correspondía durante este verano y, máxime, cuando había expresado su deseo de volver a coger las riendas de la Educación en Andalucía. Vemos, además, cómo en otras comunidades se vienen tomando medidas desde el verano en cuanto a la contratación de personal de refuerzo como de adaptación de los espacios en los colegios para favorecer una vuelta a las aulas segura en esta época de pandemia marcada por el Covid-19. Sin embargo, comprobamos con estupor cómo, después de todos estos meses, Moreno Bonilla y su equipo no han movido un dedo. Han conseguido ponernos de acuerdo a toda la comunidad educativa en que no han hecho los deberes y que han abandonado a los centros y a su personal a su suerte, lo que ha originado el mayor caos que se puede infringir a un servicio público tan esencial y que tanto afecta a la sociedad como es la educación.

El Gobierno andaluz de las derechas no ha planificado, no ha dialogado, no ha tomado medidas como bajada de ratio o contratación de personal de refuerzo y no ha explicado nada a la comunidad educativa. En Andalucía, por desgracia, el ejecutivo de PP y Cs que lidera Moreno Bonilla ha llegado conscientemente tarde y mal cuando contaban con cuatro meses por delante para haber hecho de las aulas lugares seguros y, por consiguiente, haber dado tranquilidad a las familias que tanto lo veníamos demandando. No hay excusas. Tampoco económicas puesto que no se puede escatimar en seguridad ni en educación y, menos, cuando Andalucía cuenta, además de sus propios recursos, con 384 millones de euros extra del Gobierno de España para invertir en Educación y, en concreto, en medidas de seguridad para garantizar espacios libres de Covid en las aulas andaluzas. Han tenido tiempo y tienen dinero, pero no han hecho nada lo que significa que Moreno Bonilla tiene una incapacidad manifiesta para gestionar. Ha fracasado y, en su fracaso, ha originado confusión entre las familias a las que nos tiene indignadas y más preocupadas que nunca porque vemos cómo la Junta, la administración competente, ha descargado toda la responsabilidad en los ayuntamientos y en la comunidad educativa a la que no ha facilitado los recursos necesarios ni las pautas a seguir en esta situación que les ha sobrevenido.

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