Manuel León
La Voz
Hay seis kilómetros en la Autovía del Mediterráneo (A-7) que son como un regreso al pasado, como volver a aquellos tiempos de la N-340, cuando los coches botaban sobre el asfalto mientras se enfilaba la recta de Tabernas. Se trata del tramo que hay entre El Barranco del Tesoro y la intersección de salida a Los Gallardos, Turre, Mojácar y Garrucha. No hay suspensiones que valgan para mantener el coche sin ese traqueteo familiar para los usuarios desde hace tantos años que ni se recuerda cuando se circuló por allí con mediana normalidad.
A-7 |
Ese trozo de carretera de alta velocidad
está dentro del tramo Venta del Pobre-Los Gallardos, uno de los que primero se
abrieron al tráfico a principios de la década de los 90, ejecutado por
Hormigones Martínez, de Albatera (Alicante). Desde entonces, han pasado treinta
años y no se ha echado ninguna capa de regularización en este tiempo, a pesar
de que se ha presupuestado en varios ejercicios por parte del antiguo
Ministerio de Fomento.
El problema se agrava porque se trata de un tipo de sustrato yesífero sobre el que se circula que hace que vaya cediendo paulatinamente el terreno y provocando cada vez más desniveles y baches. En el tramo provincial de la A7, desde Adra hasta Pulpí, no hay un trecho en estado tan lamentable. Desde la Unidad de Carreteras de Almería no se dado ninguna explicación sobre esta anomalía viaria que se eterniza, ni antes con el anterior jefe, Juan de Oña, ni ahora con José Antonio Moya. En parte de ese tramo hay una indicación luminosa a los conductores que señala que se preste atención ante un mayor riesgo de accidentes.
El alcalde de Sorbas, José Fernández Amador, cuyo municipio es colindante con el tramo deteriorado, considera que “es una anomalía que habría que solucionar ya que estamos afectados a través de dos barriadas, la de La Huelga La Herrería”. En un tono similar se manifiesta el primer edil de Los Gallardos, Francisco Reyes: “Es un tramo muy desagradable porque vas conduciendo y casi dándote con la cabeza en el techo del vehículo de tan irregular que está el firme, es necesaria una nueva capa de asfalto”. Los Gallardos hace escasas fechas que ha acondicionado la travesía al municipio con un ordenamiento del tráfico rodado de acceso y salida al pueblo, aunque aún resta por habilitar una rotonda que preste mayor seguridad en la intersección hacia Turre, Garrucha y Mojácar.
El Ayuntamiento de Sorbas ha solicitado al Ministerio de Transportes la cesión de la travesía urbana enfrente del municipio. El alcalde considera “que es importante para nuestro pueblo para que algunos negocios se puedan desarrollar y no tengan que estar obligados a guardar 25 metros en la antigua N-340. Podrán llevar, por tanto, obras de reformas el Hostal Sol de Andalucía, El Fogón, que era al antigua Discoteca Menta y la gasolinera, entre otros.
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