El traslado de la estación de ferrocarril a Huércal de Almería era por 10 meses

Miguel Cazorla
Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería

Es una ofensa a los almerienses que las principales obras de nuestra ciudad siempre acumulen sangrantes retrasos por los errores de ciertos gestores públicos, y que tengamos obras malditas, como el soterramiento de El Puche, los PERIs de varias barriadas, el paseo marítimo o la Plaza Vieja, todavía pendientes de finalizar, cuando todas deberían llevar años acabadas.

Me gustaría hacer hincapié en la surrealista situación de la capital almeriense, la única de España donde no llega el tren. Hace ahora dos años (noviembre de 2018) se consumó el traslado temporal a la estación de la vecina localidad de Huércal debido a las obras de soterramiento en El Puche, que, según anunció entonces el PP, sólo iban a durar diez meses. Ya se han cumplido dos años de aquello, y lo que te rondaré morena, porque todavía faltan, como mínimo, varios meses para terminarla.

Instamos al Gobierno de España a agilizar los trabajos para poner fin cuanto antes a ese aislamiento ferroviario que padece Almería. Desde nuestra formación política se apostó en su día por el ‘bypass’ en la avenida Mariana Pineda para evitar, precisamente, el traslado a Huércal de Almería. Por desgracia, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento rechazó esta alternativa, cuyo coste económico era prácticamente el mismo que arreglar la estación de Huércal.

Mostramos nuestra perplejidad porque a estas alturas de la película sigamos sin saber qué uso tendrá la vieja estación de tren una vez finalice su restauración

Por otro lado, mostramos nuestra perplejidad porque a estas alturas de la película sigamos sin saber qué uso tendrá la vieja estación de tren una vez finalice su restauración. Reprochamos al ministro socialista de Fomento que ignore las cartas remitidas por el alcalde de la ciudad en las que le solicita una reunión para aclarar esta cuestión. En lo concerniente a la antigua estación de ferrocarril hay otra “papeleta pendiente” desde hace casi cuarenta años, y es saber cuándo se finalizará la tramitación del expediente para declararla como Bien de Interés Cultural (BIC).

En la campaña electoral de 2015, el entonces alcalde del PP vendió en rueda de prensa que la estación tendría un uso cultural, prometiendo cerrar un convenio con el Ministerio de Fomento para tal fin; ha transcurrido un lustro desde entonces, la estación sigue en obras y sin un destino claro. En definitiva, no es sino otra de las obras malditas de Almería. El edificio lleva en desuso desde 2005. En estos 15 años hemos visto alterarse en Madrid gobiernos del PP y del PSOE, y ciertamente la pobre gestión de ambos se asemeja bastante.

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