El 20 de mayo. Ese fue el último día que Abdelaziz Kamil escuchó
la voz de la madre de sus dos hijas. Desde entonces no ha vuelto a saber nada
de Rosa María Mellado Egea, una española de 45 años nacida en Arboleas
(Almería). Allí vivieron desde 2001 hasta 2016 cuando se trasladaron a
Castillejos y allí nacieron sus dos hijas de cinco y tres años.
Sin embargo, Rosa María solía volver cada cierto tiempo a España
normalmente por Ceuta, pero poco antes de que cerrara tanto la frontera de Ceuta como la de Melilla, aquel 9 de
marzo tenía que ir a Almería “por unos papeles” y “como
estábamos de viaje y más cerca de Melilla, cruzó por ahí”.
Pero la odisea comenzaría a su vuelta. La española se quedó como
tantos cientos de personas atrapadas en Melilla puesto que “llegó a las
nueve de la mañana a la frontera de Beni Enzar y la habían cerrado a las seis”.
“Me llamó y me dijo que no podía volver a Marruecos y ahí seguimos en contacto
hasta el 20 de mayo más o menos que fue el último día que supe de ella. Ya no
hemos vuelto a tener noticias ni yo ni su familia allí en Almería ni la gente
del pueblo y estamos muy preocupados. No sabemos nada y ya nos ponemos en lo
peor, pero es que no sabemos si está viva o muerta. Solo queremos saber qué ha
pasado con ella y si está bien. A lo mejor le ha pasado algo y no lo sabemos”,
comenta Abdelaziz.
Rosa fue una de las que se quedó a las puertas de
ser repatriada desde Melilla por Marruecos. “Ella estaba esperando para poder
pasar a Marruecos, pero Marruecos solo reclamó a personas con pasaporte
marroquí y el suyo era español. Ese día, 15 o 16 de mayo, pasaron unas 700
personas, pero a ella no la dejaron volver y fue de las últimas veces que hablé
con ella. Esto es muy duro. Mi niña mayor se da cuenta y pregunta si su madre
la ha abandonado. Estoy mintiéndoles todo el día y ellas lloran porque su madre
no está”, lamenta el marroquí de 39 años.
Abdelaziz se ha puesto en contacto con la Policía Nacional para
que le ayuden a buscarla o por lo menos a tener alguna pista de su paradero.
“Les he mandado toda la documentación, fotos de su DNI y pasaporte por email y
redes sociales y les he explicado que está desaparecida, pero ni me han
respondido”, cuenta.
También ha redactado un escrito que ha enviado al Consulado de
España en Tetuán y Nador y “nada, tampoco me han contestado”. “Necesitamos
ayuda, quiero volver a España con mis dos hijas y volver a contactar con mi
pareja. Para ello, he pedido al consulado que me den un visado para poder
viajar y buscar a mi pareja y la madre de mis dos hijas”, continúa.
También para que las niñas puedan ir al colegio y recibir atención
médica en España porque “aquí en Castillejos no tenemos a nadie ni tenemos nada
y yo solo trabajo algunas horas en una cafetería porque no puedo dejarlas solas
y tengo que quedarme con ellas”.
“Con eso, no nos da para nada y la pequeña necesita su leche. Solo quiero cerrar los ojos y que todo esto se haya solucionado de una vez por todas porque ya la pesadilla es insoportable. No estamos casados, pero somos muy felices y nos respetamos mutuamente, pero me preocupa cómo estará”, confiesa con la voz rota al otro lado del teléfono.
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