Si algo resume mejor que ninguna otra cosa
lo que han supuesto para Almería estos dos años de gobierno de las derechas en Andalucía, es el cierre del hospital de la Cruz Roja.
Esta decisión ejemplifica la manera
de proceder de Moreno Bonilla, un presidente que lo ha fiado todo al
autobombo, en la idea de que las grandes cantidades de dinero que dedica a ese
fin pueden ocultar su nefasta gestión.
Hospital de la Cruz Roja (Loa) |
Más allá de concluir las obras que el anterior gobierno socialista había dejado prácticamente finalizadas, como el Materno Infantil, o de continuar con los trabajos de construcción del centro de salud de la Casa del Mar, lo cierto es que el Gobierno de Moreno Bonilla, más que sumar, lo que ha hecho ha sido restar. Al comentado cierre del Hospital de la Cruz Roja se unió, hace ahora casi un año, la rescisión del contrato del nuevo edificio de consultas externas de Torrecárdenas, en el que se iban a invertir 10 millones de euros.
Actuaciones tan necesarias como la construcción del hospital de Roquetas de Mar han quedado aparcadas y ni un euro ha puesto la Junta para mejorar las urgencias de Roquetas de Mar o Aguadulce
En este tiempo, actuaciones tan necesarias
como la construcción del hospital
de Roquetas de Mar han quedado aparcadas y ni un euro ha puesto la Junta para
mejorar las urgencias de Roquetas
de Mar o Aguadulce, como tampoco para ampliar el hospital de Poniente.
En materia educativa está todo dicho cuando se observa que el Gobierno andaluz ha puesto en estos dos años más delegados provinciales que ladrillos en los colegios. No ha impulsado ni un solo colegio que no viniera de la anterior etapa y las ratios se han disparado en localidades como El Ejido.
El ‘marketing’ del Gobierno andaluz le ha llevado incluso a señalar como un logro que se continúe con las obras del penúltimo tramo de la autovía del Almanzora, que licitó el gobierno socialista, pero sus representantes callan cuando se les recuerda que Moreno Bonilla prometió adjudicar el último tramo en su primer mes como presidente. Ya han pasado dos años.
Por lo demás, en este tiempo hemos visto de todo: presupuestos en los que las obras se copian y pegan de un año para otro, pero no se ejecutan, líneas de ayudas para modernizar invernaderos que se quieren hacer pasar por nuevas cuando la realidad es que fueron puestas en marcha por el anterior equipo socialista en la Consejería de Agricultura, o edificios judiciales, como el de Huércal-Overa, que de la noche a la mañana fue eliminado de los presupuestos de 2020; así, sin más, de forma tan apresurada como lo de los correos que el pasado verano había que enviar para conseguir un contrato como vigilante de la playa. Impresiona comprobar lo que para sus cosas les han cundido a las derechas estos dos años de gobierno en Andalucía, lo nunca visto.
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