Me da la
impresión que los españoles no terminamos de fiarnos de nosotros mismos y por
ende a las autoridades le debe ocurrir lo mismo, porque no me explico cómo, con
la polémica que ha desatada “el allegado”, el último Consejo Interterritorial
del Sistema Nacional de Salud no se ha plantado el uso de la Declaración Jurada.
No solo
los miembros de ese Consejo no se lo han planteado, pero es que tampoco lo han
hecho las muchas “cabezas pensantes” de nuestros políticos, de los ‘expertos’
tertulianos, de los ‘seudocientíficos’ de las redes, etc.
A los
científicos de verdad no los menciono porque para ellos (la mayoría) la
movilidad debe de ser “cero”. Como a ninguno de esos políticos u ‘opinadores’, al
menos yo no los he oído, no han propuesto hacer uso de la Declaración Jurada.
No es la perfección, pero al menos puede dotar a los agentes de la autoridad de
un instrumento en el que basarse para considerar ese desplazamiento justificado,
especialmente en el caso de los allegados.
Creo que
la Declaración Jurada no ha aparecido por lo que les decía al principio de que
los españoles no terminamos de fiarnos de nosotros mismos, se hace extensivo a
las autoridades.
Esto de Declaración
Jurada no es invento mío, yo lo he visto en alguno de mis familiares que era el
documento que utilizaba cuando vivía en Francia y era un documento admitido por
las autoridades francesas, incluso para justificar salidas del domicilio en
pleno confinamiento y cuando no disponía de ningún documento regulado como los
certificados de ir al trabajo, a una consulta médica, etc. En esa Declaración
mi familiar indicaba donde iba y por los motivos que lo hacía.
Como les
decía, qué cuando a las autoridades que dictan las normas que debemos cumplir,
con tantos asesores como tienen, no han propuesto este ‘instrumento’ de la
Declaración Jurada, es que ellos tampoco se fían de los ciudadanos, a pesar de
que esas autoridades si tienen instrumentos con los que comprobar, al menos en
algunos casos (un muestreo), la veracidad de esas declaraciones juradas.
Un
supuesto: un agente de la autoridad al detener un vehículo puede ocurrir esto:
¿dónde va Ud.?, el ciudadano le puede enseñar el documento que justifica su
desplazamiento de aquellos que están previsto como ir al trabajo, hacer un
transporte o reparto, una visita médica, etc. Aquellos que se desplacen para
reunirse en Navidad con familiares o allegados, podrían mostrar una Declaración
Jurada, en la que se indicara datos como los siguientes: el municipio y
domicilio al que se desplaza, el teléfono del ‘anfitrión’ (como los denominan
en B&B), el parentesco o el ‘allegamiento’ (sí es esta la palabra adecuada
para el allegado). Esa información, el agente de la autoridad la podría anotar
y aunque eso no es posible hacerlo en los millones de desplazamientos que van a
producir estas Navidades, pero si es posible hacerlo en algunos, a modo de
muestreo. Esos datos anotados por los agentes de la autoridad los pueden poner
en conocimiento, sobre todo de las Policías Locales los cuales pueden verificar,
en sus correspondientes ámbitos municipales, si los datos de la Declaración que
le han mostrado al agente de la autoridad son ciertos.
Finalizo recordando que mentir en una Declaración Jurada puede conllevar hasta pena de cárcel.
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