De un tiempo a esta parte, los resultados de las
operativas de limpieza que se realizan desde el Ayuntamiento de Adra no son del
agrado de muchos de los vecinos. Unos dicen que se barre poco y otros que hay
pocos para barrer. Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte –que podría
decirse “desde la privatización fallida del servicio de limpieza” a esta parte–,
la tasa de reposición de personal de limpieza del ayuntamiento es un tanto
faltona. Y me van a permitir que utilice este calificativo, “faltona”, porque
esconde un desmantelamiento del servicio de limpieza del que salen perjudicados
los ciudadanos a los que se les premia con los calificativos de incívicos, poco
limpios o directamente, guarros.
Foto de archivo |
Pongámonos en situación. Hace 20 años, para todo el término municipal había, de manera constante, unos 30 barrenderos aproximadamente. A día de hoy, son solo una media de 5 barrenderos operativos los que salen a trabajar a diario para hacer las tareas que incluyen el mismo término municipal que antes cubrían 30. Imaginemos que estos barrenderos fuesen muy, pero que muy eficientes, ¿creen que el resultado de su trabajo vendría a igualar el realizado por 30?
Hace 20 años (24.500 habitantes) solo el alcalde y 4 concejales estaban liberados. Hoy (25.300 habitantes) cobran un sueldo el alcalde, 9 concejales del Partido Popular y 1 de Ciudadanos
Vámonos a la gestión. Hace 20 años, solo el alcalde y 4 concejales estaban liberados. Adra en esos entonces tenía alrededor de 24.500 habitantes. Hoy cuenta con 25.300 habitantes aproximadamente y cobran un sueldo el alcalde, 9 concejales del Partido Popular y 1 de Ciudadanos. Es decir, para gestionar un aumento de 900 habitantes escasos, necesitamos más del doble de sueldos para alcalde y concejales del equipo de gobierno y casi 30 barrenderos menos.
A esto tenemos que sumarle que, antes, el Ayuntamiento contaba con 3 mecánicos para reparar los vehículos y ahora cuenta con 4. Sorprendente, el aspecto que presentan los vehículos municipales no es tampoco del todo óptimo. Ya hay proveedores que no le venden al Ayuntamiento de Adra, ni pagando en efectivo. ¿A qué se dedica entonces quién debería gestionar la limpieza? Conozcámoslo: don José Francisco Crespo Guardia, concejal de Limpieza Viaria y primer teniente de alcalde.
En teoría, este señor debería ser quien desempeñara las labores de gestión del servicio de limpieza, pero lo llamativo es que no hemos conseguido obtener una respuesta del estado en el que se encuentra el servicio, razonada y sustentada por sus labores de gestión. Cada vez que hemos solicitado explicaciones sobre diversos temas, se ampara en supuestos encargados generales de servicio, cuyo puesto no figura en ninguna relación de puestos de trabajo. Con lo cual no sabemos bien si el responsable es capaz y no tiene medios, o tiene medios y no es capaz.
Por otro lado, y con el paso del tiempo, hemos podido comprobar que el verdadero fuerte de este señor y lo que viene a ser su dedicación plena es la politización de todos los temas que se debaten en comisiones informativas y plenos. Soluciones para Adra encuentra pocas, pero se sabe la agenda del presidente de la Junta de Andalucía como si fuera el adjunto a la jefa de Gabinete del presidente.
En otro orden de cosas, hay quien podría pensar que su perfil es más parecido a Joseph Goebbels: se dedica a ser la pegatina del alcalde para inmortalizar las visitas del mismo a cualquier punto que le venga en mente ese día.
No hay proyecto de gestión, no hay capacidad para resolver y no tienen el más mínimo interés por los problemas del ciudadano
Adra tiene un verdadero problema de falta de cariño por parte del equipo de gobierno del PP, no hace falta indagar mucho para darse cuenta. No hay proyecto de gestión, no hay capacidad para resolver y no tienen el más mínimo interés por los problemas del ciudadano.
Adra necesita de gestores que se pateen las calles y gestionen con eficiencia los recursos propios del ayuntamiento, que, aunque están bastante esquilmados, aún tienen resortes para dar un servicio decente al ciudadano.
Adra tiene que dar una imagen atractiva al visitante, debe quererse a sí misma para que sus ciudadanos tengan motivos con los que sentirse orgullosos, sin estar todo el día señalando a unos u otros como, si los vecinos tuvieran que ser los vigilantes de sus propios vecinos.
Estamos viendo con cierta envidia sana cómo otros municipios de nuestro alrededor se han remangado y se han puesto a gestionar con inteligencia, visión de ciudad y responsabilidad, con lo que están consiguiendo metas reales
La política de los flashes o el postureo no tienen cabida en momentos de escasez. Estamos viendo con cierta envidia sana cómo otros municipios de nuestro alrededor se han remangado y se han puesto a gestionar con inteligencia, visión de ciudad y responsabilidad, con lo que están consiguiendo metas reales. Los gestores de los municipios de nuestro alrededor son conscientes de que no sobra el dinero y por eso lo dedican a generar riqueza.
Aquí en Adra, y como ejemplo, nos hemos gastado más de 1,5 millones de euros en la obra de remodelación del mercado y tan solo una pequeña parte de los trabajadores eran abderitanos, han venido empresas hasta de Toledo. Hacemos las cosas con tan poca visión que se ha inaugurado sin contar con el más mínimo sistema de seguridad.
Pero… Volviendo al tema de la limpieza, Adra tiene que repensar muchas cuestiones. Está claro que no hay proyecto, no hay gestión y, lo más dramático, el equipo de gobierno está más centrado en salvar los muebles con postureo a base de fuegos artificiales, que en hacer de Adra un pueblo atractivo en el que se puedan capitalizar todas sus bondades para que el municipio sume, crezca y avance año a año. Tal es el abandono y la dejadez en limpieza que, cuando hacen algo que se puede considerar propio del trabajo del día a día, lo convierten en noticia, como si fuese una labor extraordinaria. Hablamos, por ejemplo, del mantenimiento del material de trabajo, de la compra de productos o de la entrega al personal de equipos de protección individual.
Llama la atención que visitas otras localidades y ves a las máquinas barredoras echando agua mientras circulan recogiendo la basura, pero aquí en Adra no. Preguntas y te dicen que no hay dinero para boquillas o que están rotas directamente.
Preguntas a proveedores del ayuntamiento y te demuestran que somos de los municipios más morosos de la comarca. No tenemos plan de pagos y hemos demostrado que tampoco somos serios.
La verdad es que no se entiende qué es más doloroso, si escribir estas letras o pensar que encima nos estemos quedando cortos, ya que desconocemos parte de la situación real del ayuntamiento.
Estamos sufriendo la merma en el personal de servicios municipales y eso se refleja en el estado de abandono de todo el mobiliario público. Por otro lado, los impuestos son cada vez más altos. Nos consta que muchos trabajadores piden al equipo de gobierno medios para solventar este problema y solo reciben la callada por respuesta.
La tasa de reposición de trabajadores en todos los oficios del Ayuntamiento de Adra es cero y esto supone que los servicios que se prestan a diario vayan mermando en calidad de resultado. Por otro lado, es muy injusto para los trabajadores, ya que hacen un sobreesfuerzo que no se ve recompensado en el resultado. Es imposible hacer lo mismo, cuando de cada 10 trabajadores que había antes, ahora hay solo 2.
Cuando en la Plaza Puerta del Mar se abran puertas, ventanas y cajones; cuando en la Plaza Puerta del Mar se deje de tapar la gestión tan dañina de todos estos años atrás, quizás sea el momento en el que llegue la sentencia de la privatización del servicio de basura que ponga la puntilla a una cuentas y unos servicios que yo no se sostienen por sí solos.
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