La pandemia está imparable y desde este miércoles todas las
capitales de provincia de Andalucía y cientos de municipios están cerrados
perimetralmente y en otros muchos, como en la capital almeriense, el Gobierno
andaluz ha decretado el cierre del comercio no esencial y la hostelería. Esto
es triste, pero lo es más saber por qué nos vemos en esta situación en el caso
concreto de nuestra comunidad autónoma que dirige Moreno Bonilla.
La primera ola pilló a todo el mundo desprevenido, sin el
conocimiento necesario y sin mecanismos para mitigar lo que, inevitablemente,
ocurrió. Esto sucedía en el primer estado de alarma y era el Gobierno de España
el que asumía la única responsabilidad y mientras trabajaba, el presidente
andaluz no paraba de poner zancadillas y objeciones mientras pedía asumir el
mando. Quería adoptar decisiones y organizar, y el Ejecutivo atendió esa demanda
sin dejar de ejercer diariamente su obligación como administración superior. Al
poco tiempo de tomar el mando, PP y Ciudadanos ya no lo querían. Vieron lo duro
que era gobernar y hacer las cosas bien; algo que no hemos podido comprobar aún
en Andalucía desde hace dos años, justo desde que Moreno Bonilla nos preside.
El líder del PP andaluz nos alentaba esta Navidad a disfrutar, a consumir, a
movernos porque, según él, en Andalucía nos iba muy bien. No previó o no quiso
prever nada y eso que se jacta de ser el gobierno ‘de la anticipación’. No hace
falta entrar en detalles de cómo estamos ahora gracias a la gestión de las
derechas en la Andalucía. Tan sólo hay que ver cada día las noticias.
Hay que hablar con claridad. Estamos como estamos por culpa de
Moreno Bonilla y de su equipo. Su negligencia, su falta de autoridad y de
iniciativas nos ha llevado a esta situación tan alarmante. Lo saben, pero
tienen el cinismo por bandera y se atreven a mirar hacia otro lado.
Concretamente, hacia usted y hacia mí, hacia la ciudadanía que somos, según nos
acusan, los responsables de lo sucedido. Nos acusan de tener las UCI
colapsadas, de tener que utilizar pasillos, salas de espera y todas las plantas
hospitalarias para enfermos Covid, como nos hacen llegar desde los sindicatos
sanitarios. La incompetencia del presidente andaluz está perjudicando nuestra salud
y está acabando con nuestra economía y con nuestros negocios a quienes sólo
culpa, pero no ayuda.
No podemos permitirnos el lujo de enfermar. No nos cogen el teléfono en Salud Responde, no nos dan citas con especialistas, nuestros profesionales no pueden más
Existe un evidente caos sanitario en Almería y en Andalucía. Lo
sabe todo el mundo por más que PP y Cs se afanen en esconder la realidad poniendo
a trabajar toda su maquinaria de propaganda. No podemos permitirnos el lujo de
enfermar. No nos cogen el teléfono en Salud Responde, no nos dan citas con
especialistas, nuestros profesionales no pueden más. Nadie les ayuda, no tienen
refuerzos, pese a que el Gobierno de España transfirió a Andalucía millones de
euros para mejorar la sanidad para poder hacer frente al coronavirus. No
sabemos en qué lo han gastado.
Moreno Bonilla se da paseos inaugurando hospitales y haciéndose fotos en centros de salud como si nada pasara mientras asistimos al bochornoso espectáculo del consejero de Salud con el ‘culillo’ de las jeringuillas de las vacunas Covid, oro líquido que han dejado de administrar a la ciudadanía. Concretamente, han perdido el 20% de las vacunas por no emplear las jeringuillas correctas. ¿Ese es el ‘gobierno de la anticipación’, de la previsión, de la buena gestión? Pero ellos siguen mirando hacia arriba y piden más vacunas al Gobierno de España cuando son incapaces de poner, y bien, las que ya tienen. Si al Gobierno de Moreno Bonilla le queda un ‘culillo’ de sentido común y de inteligencia, ya convendría que se pusiera a trabajar de inmediato.
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