Con motivo del último pleno telemático en el Ayuntamiento de Vera,
un concejal del equipo de gobierno del PP, a falta de argumentos propios y en
obediencia a los mantras que se dictaban desde la calle Génova de Madrid –antes
de decidir su líder, Pablo Casado, el traslado, como si con él desaparecieran
los juicios, los sobres y los hechos– vino a echar en cara al Grupo Socialista la
subida de la luz o a preguntarse si el alza de cotizaciones de los autónomos va
a suponer mejoras de sus condiciones y de las pymes.
Tan estupefacto me debió ver el propio alcalde que me concedió
graciosamente un minuto adicional de intervención que luego me cortó de manera
descortés. Solo para superar la sorpresa se necesitaría bastante más. Tiempo
hubo, eso sí, de aclararle al poco documentado o malintencionado edil que la
subida de las cotizaciones de los autónomos con la que afeaba las decisiones de
mis compañeros del Gobierno Central no se ha producido porque la ha anulado la Disposición transitoria cuarta del Real Decreto-ley 2/2021, de 26 de enero, de
refuerzo y consolidación de medidas
sociales en defensa del empleo. Demasiado esfuerzo para el equipo de gobierno
veratense, que no puede dedicarse a otra cosa que a sus anuncios y posados en
las redes sociales.
Se trata, además, por cierto, de una subida de
las cotizaciones establecida y prorrateada por el Real Decreto-Ley 28/2018,
resultado de una
negociación con los representantes de los autónomos que sirvió para acometer
ventajosas reformas para este colectivo. Por ejemplo, entre muchas, se duplicó
el periodo de cobro de esta prestación respecto a lo que ya había o se liberó
al autónomo del pago de las cotizaciones a partir del día 61 de incapacidad
temporal con derecho a prestación económica.
Eso por un lado. Por otro, en tan poco tiempo y con tan poco
interés es imposible contar un proceso tan complejo como el que regula las
tarifas eléctricas. Claro que para qué perder el tiempo en esas ‘nimiedades’
cuando se tiene pisando charcos a ese referente del Partido Popular almeriense
que es el senador Rafael Hernando. Para qué profundizar si es más sencillo
hacerse eco de sus tuits, por disparatados que sean. Y lo son en grado
superlativo.
En las redes sociales fueron muchos quienes recordaron que fue un gobierno
del PP quién liberalizó el precio de la luz, obstaculizó el desarrollo de las
energías renovables y quién implantó el impuesto al sol que gravaba el
autoconsumo, luego anulado por el gobierno de Pedro Sánchez. Como si al PP le
importara algo la realidad.
El sistema eléctrico europeo es el más grande del mundo. Los
gobiernos de la UE, el de ahora y también los anteriores, tienen que impulsar y
promover la generación de energía para garantizar que toda la demanda que pueda
haber en cualquier momento de cada día esté cubierta, aunque no se venda.
Pero lo tienen que hacer sin intervenir el mercado de oferta y
demanda entre empresas generadoras y consumidores, y lo tienen que hacer así
porque lo establece la Unión Europea. Fue el gobierno de José María Aznar, nada
significado por su izquierdismo, quien, siguiendo tal mandato, adaptó el
sistema eléctrico, liberalizándolo.
El precio de la energía se acuerda mediante subastas diarias en
las que concurren las demandas previstas por las comercializadoras para cada
hora del día y las ofertas previstas por las generadoras, la forma de casar
ambas es mediante sistemas digitales algorítmicos en los que el Gobierno nada
puede hacer. Su papel es el de garantizar, a través de los organismos de
control de la competencia, que no haya acuerdos extraños que la adulteren y,
por supuesto, fomentar que haya más oferta de energía y que además sea
renovable, lo que constituye una de las señas de identidad del actual gobierno
socialista. Complicado, sí, y solo es una mínima aproximación.
Difícil de hacerlo entender a un concejal que, además, ya está
convencido –o no, pero igual da– de un mensaje que va soltar, sea así o no lo
sea, como es el caso. Extraña más, viniendo de quienes se tienen por liberales,
que a estas alturas crean que es el gobierno el que fija la subida de la luz
como hacen ellos en el Ayuntamiento de Vera con sus generosos sueldos. No, no
es así, pero igual da. En caso de duda, Hernando.
Hay que decir que estos liberales, al menos de boquilla, no lo son
tanto cuando se trata de defender los intereses de empresas y empresarios
afines. De este modo, no tienen problema alguno en suprimir o limitar la libre
competencia entre ellos ocultando los concursos, simulando ofertas
competitivas, designando “a dedo” a los concursantes o suprimiendo preceptos de
obligado cumplimiento en la normativa propia reguladora de los contratos.
En fin, liberales que, desde la comodidad de su situación alejada del riesgo y la dureza de la competencia, no tienen empacho en atacar la sanidad y la educación públicas y universal para todos y pedir fondos públicos preferentes para las alternativas privadas en estos sectores. Liberales que se adueñan de lo público y que entienden el ejercicio de la política como una suerte de lotería. A quien “le toca” se lleva todo el premio acumulado.
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