@opinionalmeria
Querido amigo Juan: Yo tuve la suerte de verte nacer, y también crecer, profesionalmente. Llegaste a Los Gallardos muy joven, con poco más de 20 años, y elegiste como primer destino de tu carrera profesional un pueblo que iba cada día a menos. Apenas éramos 1.500 habitantes. Aún estábamos sufriendo los efectos devastadores del cierre de las minas de Bédar, y raro era el gallardero que no emigraba a Cataluña o a Alemania. En aquella época, principios de los 80, solo erais tres los empleados municipales: Ramón el Municipal, nuestro querido e inolvidable Paco Llorente y tú mismo.
Se da en ti una extraña circunstancia: llegar a Los Gallardos como primer destino y jubilarte aquí. No es eso muy frecuente entre los funcionarios. Eso quiere decir que nuestro pueblo no te ha tratado muy mal. De ti, de tu persona, poco puedo decir que todos los gallarderos no conozcan. Eres una persona íntegra de la que tú y tu familia os podéis sentir orgullosos.
Como profesional no lo eres menos. Ahora que tan denostada está la función pública, tú eres el ejemplo del funcionario ejemplar. jamás podía tener para ti una palabra de reproche, y creo que los demás alcaldes con los que has convivido piensan igual. Cumplidor, cualificado, fiel, íntegro, honesto… es que no puedo decir de ti nada que no sea bueno.
Te jubilas después de 40 años de servicio a nuestro pueblo y solo puedo desear que quien te sustituya alcance al menos el 50 % de tu valía.
Mucha suerte en esta nueva etapa de tu vida, amigo. En mi nombre y creo que en el nombre de todos los gallarderos, un abrazo muy fuerte de agradecimiento para ti y para tu familia. Me consta que nuestra estima es recíproca, y por eso yo también te estoy muy agradecido.
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