Queremos dar la bienvenida al señor ministro por su visita, que llevamos esperando desde que tomó posesión de su cargo en enero del año pasado. A pesar de este retraso, tenemos varias cosas que agradecerle: la culminación de la espléndida rehabilitación de la Estación (tras tres años de obras), la terminación del no menos espléndido soterramiento de El Puche, (aunque se haya tardado el triple del tiempo previsto en ejecutarlo) y el evidente impulso que se está intentando dar a nuestra alta velocidad con consignaciones en los Presupuestos Generales del Estado y el reciente desbloqueo del problema de Lorca.
No obstante, también debemos recordarle algunas cosas que no son tan brillantes. Sobre la Estación, el soterramiento y la integración urbana del ferrocarril, hay aún varios problemas pendientes, el principal de ellos la falta de definición del modelo a implantar en su conjunto. No podemos entender cómo una obra tan costosa y tan importante para la ciudad puede ir ejecutándose por tramos, cambiando sobre la marcha las previsiones de cómo van a ser los siguientes, y sin definir temas tan importantes como el acceso de los trenes al puerto, el uso de la Estación y su configuración definitiva, y la remodelación urbana del espacio ferroviario.
Tampoco podemos estar satisfechos con lo que al parecer se está planteando: un sistema de financiación casi inviable, y un método lento y poco claro para tomar decisiones, en el que no se nos deja opinar a los almerienses porque ni siquiera se nos enseñan los proyectos alternativos que se elaboran en las alturas. Almería Alta Velocidad se constituyó hace más de diez años para resolver estas cuestiones, pero a su larga inactividad le ha seguido un periodo de incertidumbres y de falta de transparencia que siguen lastrando su eficacia.
Lo que sí tenemos claro es que necesitamos que la Estación Terminal vuelva al centro, para ver si se recupera la caída brutal del número de viajeros que provocó su traslado a Huércal. Consideramos imprescindible definir y planificar las demás obras con mayor acierto que la del paso a nivel de El Puche, intentando evitar que se repitan los graves errores cometidos.
En cuanto a la línea a Murcia, a pesar de los avances citados al principio, nos inquietan aún varias cosas, como la indefinición de algunos tramos (Murcia-Nonduermas, paso por Totana, y Lorca-Pulpí) y la paralización de otros adjudicados (Pulpí-Vera y Los Arejos-Níjar) en los que no se avanza pese a haber transcurrido ya el 70% de su plazo contractual de ejecución. Nos tememos que las previsiones de plazos para la llegada del Corredor tendrán que volver a incumplirse (como todos los anteriores que se nos han prometido en los últimos 25 años). La prueba de que eso es así es que ya no quieren hablar de fechas ni Adif ni el Ministerio.
Este panorama puede retrasar un lustro (¡o dos!) la llegada del AVE desde Murcia, por lo que debemos mirar a Granada como única esperanza de que nuestras comunicaciones ferroviarias mejoren al menos un poco. Del cambiador de ancho de vía no sabemos nada 27 meses después de que se adjudicaran las obras con 10 de plazo de ejecución. Su puesta en marcha para que nuestros trenes puedan utilizar las vías del AVE (como ha ocurrido en todas las cabeceras de la alta velocidad en España) con la vuelta de la estación al centro, puede dignificar un poco nuestras comunicaciones. Y ya puestos, debemos pedirle también que se mejore la línea tradicional a Granada, como también se ha hecho en otros sitios. Los PGE 2021 prevén 192 millones de euros para la alta velocidad Almería-Granada, pero ya se nos ha advertido que no se va a hacer nada hasta acabar la línea de Murcia, es decir hasta dentro de uno o dos lustros. Hay por lo tanto dinero y tiempo para electrificar, suprimir precauciones, construir tramos variantes,… Solo falta, por lo tanto, la voluntad de hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario