Manifestarnos, como hemos hecho hasta ahora, cada 8M en las calles supone, por un lado, visibilizar que la lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres pervive y sigue siendo necesaria y, por otro, es el colofón a la agenda que a diario desarrollamos los feministas contra la desigualdad, por la libertad y por la democracia. Un acto social, reivindicativo y de carácter festivo.
Este año, por sentido común y por responsabilidad, los socialistas no convocaremos ni acudiremos a ninguna manifestación, pero sí seguiremos reivindicando los derechos de las mujeres. Lo haremos como hacemos siempre: desde nuestro trabajo, desde nuestra posición.
Es nuestro sentir, nuestro modo de vida y eso es algo que no va a cambiar, por mucho que se empeñe la derecha en eso. Pese a los intentos obstinados de la ultra derecha por hacernos retroceder y aunque el Gobierno andaluz de PP y Cs persista en blanquear sus principios de desigualdad y de aversión hacia los derechos de las mujeres, desde el PSOE les decimos alto y claro que no lo van a conseguir. Por ahí no van a pasar. No hay opción de repliegue ni retroceso en este sentido. Los socialistas llevamos décadas removiendo obstáculos a base de leyes y de políticas, de realidades. De este partido han salido todas las leyes de igualdad entre mujeres y hombres de nuestra Comunidad Autónoma y de este país.
Este año, ha sido especialmente duro para todos pero lo ha sido más aún, si cabe, para las mujeres dado que son mayoría en los trabajos que requieren estar en primera línea de batalla contra el virus. Las actividades que son desempeñadas mayoritariamente por mujeres son las sanitarias, los servicios sociales y el cuidado de los mayores o la educación.
Son más las que han perdido su empleo, las autónomas que han visto frustradas sus empresas, las que han sufrido un ERTE. Son muchas más las que han hecho malabares con la atención a sus familiares, el trabajo profesional, las tareas del hogar. Las que más han sufrido esos efectos, a costa de su propia carrera laboral y hasta de su bienestar. Y por supuesto, ha supuesto una tortura añadida a todas las mujeres víctimas de violencia de género. En Andalucía, 134 mujeres han demandado atención diaria en este sentido durante el confinamiento y sólo ellas saben el horror que han tenido que soportar. No lo podemos permitir ni olvidar. Hay que intervenir para paliar esta situación y en el PSOE lo haremos desde nuestras respectivas responsabilidades. Estamos trabajando para que esta crisis no deje a nadie atrás y tampoco se lleve por delante a las mujeres.
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