El Ayuntamiento de Almería, la casa común de todos los almerienses, hace tiempo que vive tiempos convulsos a causa del oscurantismo que ejerce el Partido Popular, y en especial el actual equipo de gobierno, con la gestión de nuestros impuestos. Cabe recordar que la Unidad de Delincuencia Fiscal de la Policía Nacional ha entrado en dos ocasiones en los últimos tres años en las dependencias municipales.
Desde que el PP está al frente del gobierno municipal, los almerienses hemos tenido que pagar más de 65 millones de euros por sentencias
A esto se le añade el agujero que están dejando en las arcas municipales las numerosas sentencias judiciales por la mala praxis en la adjudicación de contratos o en las expropiaciones de terrenos, como ha ocurrido con las del Paseo Marítimo. Desde que el PP está al frente del gobierno municipal, los almerienses hemos tenido que pagar más de 65 millones de euros por sentencias. ¿Esta es la “confianza” con la que el alcalde se presentó a las pasadas elecciones municipales? Un engaño político en toda regla es lo ha resultado ser.
No conforme con esto, el Partido Popular insiste en hacer oposición a la oposición y niega a la información a los requerimientos que los concejales socialistas realizamos para controlar el ejercicio de gobierno del alcalde y del buen funcionamiento del Ayuntamiento. Pero esto no es algo que solo ocurra a los concejales socialistas, sino que también sucede a otras administraciones y a muchos ciudadanos.
Y no solo lo decimos los socialistas: el Defensor del Pueblo estatal ha señalado al Ayuntamiento de Almería como “administración entorpecedora” y el Defensor del Pueblo andaluz, en su informe anual de 2020, ha hecho público en el Parlamento que ha elevado 35 quejas al Consistorio, quejas del propio Defensor y de almerienses a los que aún no se les ha dado respuesta. Todo un ejercicio de mal gobierno por parte del alcalde y sus concejales.
Dentro de nuestra labor de fiscalización al equipo de gobierno, los concejales socialistas tenemos que solicitar en más de tres ocasiones documentos o el acceso a ellos, así como a los expedientes. En la mayoría de los casos el equipo de gobierno no contesta, obstaculizando así el derecho que tenemos a conocer lo que sucede en nuestro Ayuntamiento. No pueden excusarse en las circunstancias especiales de la pandemia, ya que éste es el modus operandi desde que el actual alcalde, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, llegó a la alcaldía hace ya 4 años.
Por todo lo anterior, los socialistas nos hemos visto obligados a denunciar ante el Defensor del Pueblo Andaluz estos hechos, y no descartamos la posibilidad de tomar acciones judiciales, si el oscurantismo sigue reinando en los despachos del equipo de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento.
Esta situación, que no es nueva, sino que lleva pasando desde hace muchos años, se ha agudizado con el actual alcalde hasta hacer de la opacidad el día a día de la gestión municipal. Desde el PSOE hemos denunciado que el alcalde oculta información al Tribunal y a la Cámara de Cuentas, y que la transparencia brilla por su ausencia en la adjudicación y la gestión de los contratos municipales.
La cuenta en la mochila del alcalde suma y sigue. Su oscura labor ha provocado que aún no se haya constituido, ni por supuesto convocado, la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones, que tiene por obligación reunirse, al menos, una vez al año y elevar las peticiones de los vecinos y vecinas de Almería al Pleno del Ayuntamiento. Y algo que creemos que es más grave aún: desde marzo de 2020 el equipo de gobierno no convoca la Comisión de Control y Seguimiento a las Concesionarias de Servicios Municipales.
El ordeno y mando del alcalde nos preocupa. Y nos preocupa porque el futuro de la ciudad y de los vecinos y vecinas de Almería no puede depender ni de sentencias judiciales, ni la ineptitud de quienes pretenden que ‘confiemos’ en ellos con estas preocupantes acciones. Por suerte, los socialistas sabemos cuál es nuestra posición y seguiremos ejerciéndola en defensa de la democracia y de los derechos de todos los almerienses.
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