Mi prioridad como alcalde y mi compromiso con los vecinos de todos los barrios de Almería es tan innegociable como mi lealtad y afecto por el partido en el que llevo militando más de veinte años, el Partido Popular, que no solo es el partido más importante de la provincia, sino que es el punto natural de encuentro de cuantos tenemos el deseo y la vocación de trabajar por mejorar nuestra tierra. Por eso he aceptado con muchísima ilusión la propuesta de mi amigo Javier Aureliano García para acompañarle en su candidatura a la presidencia del partido que presentará en el congreso del próximo mes de junio. La política es una demostración diaria de que no se avanza recordando lo que hemos sido, sino trabajando por lo que queremos llegar a ser.
Y en ese sentido, estoy muy orgulloso de formar parte de un partido en donde el futuro no se predice, ni tampoco se adivina. En el PP creamos el futuro trabajando unidos en una misma dirección. Nos une la ilusión por Almería. Nos une la ilusión por el futuro. Nos une saber que tenemos por delante un tiempo lleno de desafíos, de esfuerzo y de trabajo. Y también nos une saber que no hay fuerza más grande que la ilusión y las ganas de hacer cosas buenas por los almerienses, vivan en la ciudad, en el pueblo o en el barrio que vivan. Eso es lo que nos hace imparables. Y estamos ilusionados por el futuro porque sabemos que las cosas se han hecho bien.
Desde la gratitud por su confianza, creo que es justo y necesario reconocer el enorme trabajo realizado durante todos estos años por nuestro presidente, Gabriel Amat, ahora que ha tenido la generosidad de dar un paso al lado. Nunca nadie podrá ser un ejemplo tan claro de los tres valores que han marcado su trayectoria y que tantas veces él mismo ha repetido: trabajo, trabajo y trabajo. Gabriel ha ejercido un liderazgo sólido y transformador, que ha convertido al PP en el partido más importante de la provincia de Almería y en una referencia de gestión para el conjunto de la sociedad almeriense. Pero también quiero dejar clara una cosa: tener ideas diferentes sobre aspectos concretos no es malo. Es más: yo lo creo necesario. La diferencia suma, pero el entendimiento multiplica. Y esa es la clave del futuro para el PP: crecer y multiplicarse. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno lo ha dicho también hace unos días de manera muy clara: sin unidad no hay futuro para nuestro proyecto político.
Es además un ejemplo de diálogo y de acuerdo en el que debemos fijarnos para saber cómo será el futuro de la política en Andalucía y España: un modelo de gestión basado en la colaboración leal y en el diálogo permanente. Sin imposiciones y sin presiones, porque en política vale más un buen acuerdo que una mala victoria. Algo que también está poniendo en práctica nuestro presidente, Pablo Casado, líder de la oposición y próximo presidente del Gobierno de España. En política, las cosas hay que hacerlas siempre con cabeza. Es decir, desde la prudencia, desde la moderación y desde la búsqueda del consenso. Y siempre con sentido de lealtad. Por eso yo estoy y estaré siempre en donde mi partido entienda que debo estar.
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