Durante este último año de pandemia miles
de ciudadanos han visto sus vidas cambiar. Unos cambios que han afectado a su
salud, a su economía y a sus hábitos de consumo. De hecho, en estos últimos el
papel de la tecnología e Internet ha sido fundamental. El comparador Acierto.com analiza
hasta qué punto.
Y es que la crisis del coronavirus ha acelerado la digitalización de las
empresas de sectores muy diversos, ha disparado las ventas online y un largo
etcétera que la plataforma analiza con más detalle. Porque, ¿se mantendrán
estos hábitos a la larga?
El tráfico sube un 50% en un año
Así y según los datos que maneja la
entidad, el tráfico de internet ha aumentado un 50% desde marzo del año
pasado. La subida alcanzó máximos históricos coincidiendo con la declaración
del Estado de Alarma y otras fechas significativas.
En concreto, casi 2 de cada 4 españoles afirma aprovechar más ahora las
posibilidades de la red, y que usa más aplicaciones y programas que antes de la
pandemia. Esto incluye el uso de la firma electrónica, las apps financieras y
las videollamadas, por ejemplo. Este año casi el 50% ha realizado una, y ahora
1 de cada 4 las hace a diario.
La compra online ha sido otra de las grandes beneficiadas. Según los datos
analizados por acierto.com 3 de cada 4 hogares han realizado
compras online durante este periodo. Y hasta el 70% afirma que seguirá
comprando de esta manera de ahora en adelante. Los productos más adquiridos son
la electrónica, la moda, el material deportivo y los libros. Aunque se observa
una caída en cuanto a los productos de alimentación respecto del inicio de la
pandemia.
“El canal online permite llevar a cabo una compra más meditada y en la que es
posible comparar”, indican desde Acierto.com. “De hecho, antes de la
pandemia el 93% afirmaba hacerlo antes de comprar. Aunque esto no
siempre implicaba que el proceso de adquisición terminara online”, matizan.
El entretenimiento online, otra de las
causas
También aumentó nuestro consumo de
contenidos por streaming y el uso de las redes sociales. En cuanto a este
primero, los expertos consideran que el 2020 fue el año del streaming,
pues este se situó en el centro de nuestro entretenimiento y de nuestras
relaciones sociales. Series, películas, juegos, videollamadas, fueron nuestra
mejor compañía.
Actualmente y aunque el consumo ha empezado a normalizarse, no ha
recuperado los niveles pre pandemia ni se espera que lo haga. Sobre todo en lo
que atañe al entretenimiento y a los usuarios de más edad –que superan los 55
años y que todavía no habían dado el salto a las plataformas de streaming de
vídeo–. Respecto a las redes sociales, la pandemia aumentó su uso un 27%
La obligada digitalización de las empresas
En paralelo y frito de la situación,
fueron muchas las empresas que se vieron obligadas a digitalizarse a marchas
forzadas y en un tiempo récord. En el caso de las pymes lo han hecho alrededor
del 70%. Hasta entonces solo el 14% tenía una estrategia digital o la estaba
desarrollando. Las iniciativas más comunes han sido probar plataformas de
comercio electrónico (86%) y abrir perfiles en redes para sus negocios (85%).
De hecho esta transformación ha sido clave a la hora de mitigar los
efectos de la pandemia.
El quid de la cuestión, asimismo, radica en que casi 8 de cada 10 de ellas
considera que la actividad online seguirá siendo básica para mantener su
negocio de ahora en adelante. No obstante, todavía quedan muchos retos por
delante, como la formación de los trabajadores y equipos, el cambio de la
cultura y estructura organizacional, la necesidad de un nuevo marco normativo y
de financiación de proyectos de I+D+I.. y más.
La implementación del teletrabajo también requirió en muchas la
implantación de nuevos servicios digitales. La cuestión es si a la larga se
mantendrá esta fórmula de trabajo. Según los datos que maneja Acierto.com, el
80% de los líderes esperan facilitar el trabajo a distancia a sus trabajadores
después de que toda la crisis termine.
La cara más oscura de la digitalización
Por desgracia, esta digitalización también
ha traído aparejados problemas directamente relacionados con el mal uso de la
red. Estamos hablando de cuestiones como el incremento del acoso escolar por
Internet, el aumento de los ciberataques (especialmente a Pymes), a las
secuelas derivadas de la falta de desconexión digital, y similares.
En concreto, el 88% de los padres cree que el confinamiento y la pandemia han
sido un detonante para nuevas formas de acoso y para el traslado del
bullying a las redes. De hecho, 3 de cada 10 han sido informados de algún caso
de este tipo en el centro de sus hijos en el último año. Además, el 95% de los
españoles afirma que las redes sociales e internet son nuevos medios para acosar
y que han agravado el bullying, y que dificultan la gestión por parte de los
profesores.
Respecto a los ciberataques, se han disparado tanto en el ámbito doméstico
como en el empresarial. En cuanto a este primero han crecido particularmente
las estafas online, el phishing y el malware
Y solo el año pasado las brechas de seguridad en empresas españolas aumentaron
un 25%. Esto no solo tiene que ver con la seguridad de las plataformas, sino
también con los comportamientos de riesgo individuales –como la creación de
contraseñas seguras, actualización de los equipos, el uso de redes seguras...–
Por eso precisamente también ha crecido un 41% la contratación de seguros
contra riesgos cibernéticos. Esta clase de seguros se hacen cargo de la
restauración de los equipos si un pirata los hackea, de la investigación si
roban los datos de los clientes, de las reclamaciones por filtración de datos,
la interrupción del negocio, y hasta en muchos casos de la extorsión y fraude.
En el caso de los particulares y tal y como señala Acierto.com, es
interesante saber que muchos seguros de hogar incluyen asistencia informática
24 horas, e incluso la asistencia de un técnico al domicilio en caso de fallo.
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