Esta noche termina el tramo oficial de competición en Segunda, con el Almería clasificado para disputar el play-off de ascenso a Primera División. Tras una larga temporada de lucha y, también hay que reconocerlo, de mucho sufrimiento, hemos llegado situados en posición de poder pelear por conseguir el sueño de toda una ciudad y volver a jugar Primera. Estamos ante una aspiración que no sólo responde al proyecto deportivo del club presidido por mi querido amigo Turki Al-Sheikh, sino que es una gran oportunidad para seguir haciendo ciudad gracias al deporte y hacer del entusiasmo y la pasión por los colores rojiblancos un elemento más de proyección, empleo y futuro. Cuando esta noche termine el partido contra el Sporting de Gijón, sabremos cuándo y contra quién vamos a disputar los partidos más importantes de toda esta larga y dura temporada.
Y por eso, lo que toca ahora es animar, confiar y creer. Empujar desde donde se pueda con todas las fuerzas que tengamos, porque cuando ruede el balón y vayamos en busca del ascenso, todos seremos uno. Afición y club, estaremos unidos en torno a un objetivo tan importante como devolver al Almería al primer plano de la Liga española, que es sin duda una de las más importantes de todo el mundo. Tener a nuestra ciudad en ese sensacional escaparate aportará, y ya lo sabemos por experiencia, una proyección mundial para Almería como ciudad abierta al turismo y al emprendimiento.
Por eso insisto en que es hora de apoyar nuestros colores sin caer en la tentación de volver a analizar qué errores o desaciertos hayan podido cometerse. Seguro que, pase lo que pase, habrá tiempo y oportunidad de someter esta temporada a un necesario juicio crítico del que se podrán extraer conclusiones positivas para el futuro y evitar repetir errores.
Pero eso será luego. Ahora toca apoyar al Almería y ayudar al equipo para que sienta que tras cada pase, tras cada parada, tras cada remate, hay una ciudad vibrando para conseguir un éxito que a todos nos gustará compartir: será un éxito de toda Almería que beneficiará extraordinariamente a nuestra capital, que al tener un equipo en Primera volvería a recibir la atención mediática de millones de seguidores y fans repartidos por todo el planeta, además de contar con el factor de dinamización social y económica que suponen los partidos de esa categoría en cuanto a desplazamientos, alojamientos, comercio y hostelería. Yo ya estoy preparado.
Animaré a al Almería, a mis colores y a mis jugadores, sean quienes sean y hagan lo que hagan. Nadie dijo nunca que esto iba a ser fácil, pero ahora lo tenemos más cerca que nunca. Vamos a por ello. ¡Vamos, Almería!
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