Las
localidades de Purchena, Oria y Sierro fueron las que por razones sentimentales
más cerca estuvieron del exrector de la Universidad Complutense Gustavo
Villapalos Salas (Madrid, 15 de octubre de 1949- 15 de junio de 2021) que
falleció en la mañana del martes. Siempre estuvo vinculado con Almería por el
origen de sus padres y abuelos en torno a la zona del Almanzora. El abuelo
materno Ángel Salas, natural de Sierro, tenía una fábrica de mármol en el
cortijo de Parolla (Purchena).
La Almería
universitaria recuerda permanente a la persona, artífice de que los cursos de
verano de la Complutense pudieran desarrollarse en varios puntos de la
provincia. En Purchena, siendo alcalde Luis Caparros Mirón, lo nombraron Hijo
Predilecto. Dos puntos fundamentales del municipio, la biblioteca y la Plaza
Gustavo Villapalos, constituyen un homenaje permanente. En Almería fue
pregonero de la Feria en 2003 está la calle Gustavo Villapalos en las
inmediaciones del Parque de Carrefour. “Villapalos mostró con creces, todo
su cariño y compromiso con la cultura de Almería”, afirmó en la tarde de ayer
el exalcalde de la sede de los Juegos Moriscos de Abén Humeya Caparrós Mirón,
“todos lloramos la pérdida de un hombre tan entrañable. Descanse en paz y el
manto de nuestra patrona, la Virgen del Carmen, lo abrigue y lo lleve al edén
de la felicidad eterna y a sus hermanas, Esther y Paloma, y a su familiar, el
arquitecto Evaristo Martínez, hijo de Socorro Salas Rubio, le dé fuerzas y
valor para superar tan querida pérdida”. Siendo Rector de la Universidad
Complutense de Madrid, en el periodo 1987-1995, recuperó su vinculación con la
provincia y convirtió a Purchena y Aguadulce como sedes fijas de los cursos de
verano de la Complutense que trajeron a la provincia a los grandes pensadores de
España e internacionales del nivel de Mario Benedetti. Su apuesta por los
cursos de verano en Aguadulce, hizo que el alcalde de Roquetas de Mar Gabriel
Amat propusiera que una de las calles del municipio llevara el nombre de
Villapalos. Según el periodista Evaristo Martínez, además de cargos
empresariales, es Doctor Honoris Causa por tres universidades españolas y 16
extranjeras.
Fue
consejero de Educación, Cultura y Deportes en el gobierno de la Comunidad de
Madrid cuando era presidente Alberto Ruiz-Gallardón. Villapalos fue
investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Rey Juan
Carlos en la ceremonia de apertura de curso de 2014. Ahí concluyó recordando
las palabras de Ortega y Gasset cuando afirmó: los hombres no se reúnen para
estar juntos sino para hacer cosas juntos”.
La polémica
Cristina Cifuentes y su marido mantuvieron una sólida amistad con el
catedrático Villapalos. Según contó El Plural en 2016, Cifuentes participó
activamente en los grupos de apoyo para que él se convirtiera primero en decano
de la Facultad de Derecho y después en rector. Precisamente en esos grupos
conoció la presidenta madrileña a otro de sus amigos, Dionisio Ramos, vinculado
después al tamayazo, que formó parte del
tribunal de la oposición en la que Cifuentes logró su actual puesto de
funcionaria y que entre 2011 y 2012 también hizo el polémico máster de la
dirigente madrileña. Las carreras de ambos crecieron además en paralelo. En
1995 Gallardón nombró al entonces rector consejero de Educación y Cultura. Y
ese mismo año Cifuentes, que ya era diputada autonómica desde hacía cuatro,
lograba acceder a la dirección de un colegio mayor administrado por la
Complutense, El Mundo narró el paso de la expresidenta madrileña por dicha
residencia femenina. Fue decisivo, ya que por primera vez permitió que las
estudiantes no tuvieran un horario de llegada, algo revolucionario en la
época”. El caso Cifuentes con los casos de corrupción y el hecho de que
Villapalos trabajó amistad y dio favores al arquitecto, marido de Cristina
Cifuentes, informaron medios madrileños. En cualquier caso, en Almería se le
recordará a Villapalos como una persona que apoyó en todo lo que pudo a la
provincia y a sus paisanos. Y esos reconocimientos no se le quitan, al margen
de su evolución política.
En los últimos años, tal como el que deja de mandar en cualquier institución, y por definición de lo que ocurre con el género humano, le dieron de lado, al margen de su amistad con algunos miembros de la corrupción que tanto daño hicieron al mundo universitario, la razón de ser del personaje. De todas formas, su influencia fue enorme no sólo en la Complutense, la Universidad más grande de España, sino también en otras universidades. Como muestra, en algunas facultades madrileñas había quien se refería a él en círculos públicos como Gustavo, sin mencionar su apellido. Se quería dar así la impresión de cercanía o relación personal, fuese real o impostada”, me confesó ayer un profesor, alejado de los egos que genera el espectáculo.
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