El creador del Centro Andaluz de la
Fotografía, Manuel Falces, es eterno. “Manuel Falces, alquimista de la
memoria”, aporta datos inéditos sobre el gran fotógrafo.
La obra del fotógrafo Manuel Falces
(Almería, 1952-2010) crece cada vez que nos ponemos a revisar su obra. Su
leyenda se acrecienta. Consiguió, tras su proyecto Imagina de Almediterránea
92, proyecto en el que colaboró con Canal Sur Radio que cristalizaron con dos
discos del Festival de los Cantes de Almería desde la Alcazaba. Todo ello fue
otro de los argumentos para que el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) sea un
escaparate del arte fotográfico y una de las señas culturales más sólidas de la
provincia de Almería.
La Fundación Manuel Falces recoge en el
inicio de su presentación un texto del impagable Jorge Rueda (Almería,
1943-Jorox, Málaga, 2011), redactor gráfico en la revista Tiempo, que en 1975
ya vislumbró el talento de Falces: “No es la primera vez que una imagen me
refresca un sueño en la memoria, pero sí la primera vez que me lo trae con
tanta precisión. Podría ser una forma particular de soñar, pero creo que tiene
mucho que ver con la de todos. La bruma y la dulce vaguedad de las imágenes de
Falces se imponen pujantes como reflejo de una apetitosa forma de ver”.
Manuel Falces sigue estando en la memoria.
El CAF fue escenario de la presentación del libro Manuel Falces, alquimista de
la memoria, y con asistencia del director de la Editorial de la Universidad de
Almería Miguel Gallego Roca y la aportación literaria de la magia de Mar de los
Ríos, autora de Tren de Lejanías. La presidenta de la Fundación Manuel Falces,
Matilde Sánchez Imberlón, intervino en calidad de autora del libro, un regalo
imprescindible para conocer la génesis de todo, de un fotógrafo que desde las
páginas de la revista de El País Semanal nos abrió la mente a
muchos. Fueron lecciones semanales con un periodismo pedagógico y
que sirvió para que en otros medios la fotografía tuviera la importancia que se
merece.
El fotoperiodista Ricardo Martín Morales
(Granada, 1953) nos descubrió la amistad estudiantil con Falces y que se
prolongó a lo largo del tiempo: “Me alegra mucho venir de nuevo a Almería, mi
querida tierra materna, y a esta sede del CAF, uno de los grandes logros de
Manuel Falces y gran referente cultural de esta ciudad. En la amistad, como en
todo aquello que nos enriquece la vida, nunca olvidamos las primeras veces.
Entre libros y apuntes bajo el brazo fue como Manuel Falces y yo nos conocimos
en las aulas de la Facultad de Derecho y en el colegio mayor donde residíamos
en Granada. Pero fueron las leyes fotográficas, más que los libros de leyes,
las que estrecharon entre nosotros una larga relación de afecto y también de
reconocimiento mutuos que duró hasta el final. De aquel comienzo pronto se
cumplirán 50 años, casi nada, medio siglo. Una amistad que agrandaste tú,
Matilde, cuando te conocí algo más tarde. Compañera de toda su vida, ´has
sido sin duda su otro yo artístico´, la que ha trabajado con Manolo codo con
codo, también fotógrafa, aunque hayas preferido un plano más discreto. De ti
guardo fotos maravillosas publicadas de aquella época en Nueva Lente, agosto
1975, compartiendo páginas con otra joven Cristina García Rodero. Deseo que
sigas haciendo fotos y ojalá veamos pronto una muestra tuya”.
Un testimonio que contribuye a la
aportación de los estudiosos de la obra de Falces que cada vez son más, dentro
y fuera del campo científico. “A Manolo Falces a mi nos unieron varias cosas”,
prosigue Martín Morales, “la primera fue, como a casi todos los fotógrafos de
nuestra misma generación, mucho antes de la era digital, el misterio del
revelado en el cuarto oscuro, la magia de la aparición lenta de la imagen en la
cubeta del baño o la cocina…”. “Nos unía también la actitud crítica ante el
triste paisaje oficialista de la fotografía, tanto en prensa como de creación
artística, la inmovilista imagen de los periódicos, ´fotos anémicas´, como él
decía, imágenes dictadas, previsibles, sin interés informativo ni impacto
visual. En las páginas de su libro Introducción a la fotografía
española, editado por la Universidad de Granada y Premio Ángel Ganivet 1975,
denunciaba los recursos efectistas. Frente a los localismos provincianos, siempre
mantuvo una visión universalista de la imagen. Esa realidad a la que la
fotografía nunca ha podido o no ha querido renunciar, como escribió Muñoz
Molina en el libro catálogo ´Sostener la Mirada´. Conocía en profundidad todos
los recovecos e influencias del medio”.
Falces nos enriqueció desde siempre al
permitirnos palpar, dialogar con el célebre Henri Cartier Bresson y con otros
maestr@s, todas las figuras mundiales que pasaron por Almería y te sentías
orgulloso de ver exposiciones que primero venían a Almería y luego pasaban por
los centralismos de Madrid o Sevilla. Mi portada sobre el primer libro sobre la
Historia de la Radio de Almería salió de su creatividad, generosidad y amistad
que se mantuvo a lo largo de los años. Recuerdo conversaciones en torno a
Valente o con el que sería ministro José Guirao. Una tarde me confesó algo
íntimo como el dolor que le produjo la muerte de su padre, periodista de LA VOZ
DE ALMERÍA al que calificó como el mejor amigo. Teníamos proyectado hacer un
trabajo conjunto con Valente sobre el municipio de Bédar, desconocido para
ellos.
He resumido la confesión de Ricardo Martín Morales al que sigo la pista y la amistad desde los años 70 por sus primeros reportajes en Almería, antes de ser fichado por César Lucas para El País, sobre la emigración o la pesca. Es autor de la histórica foto de Francisca Cañadas, la protagonista real de Bodas de sangre. Ricardo, en sus inicios profesionales, viajó por Almería de la mano del maestro de periodistas Antonio Ramos Espejo el autor que mas ha escrito sobre temas y personajes andaluces desde García Lorca a Gerald Brenan. Nadie ha escrito tanto sobre Andalucía que Ramos Espejo al que recientemente un grupo de intelectuales andaluces y periodistas homenajeamos en la casa natal de Federico García Lorca. El añorado Carlos Cano tiró de Ricardo para algunas portadas de sus discos. Ricardo es hermano del humorista Francisco Martín Morales, nacido en Almería. El padre ejerció de guardia civil en Dalías y Adra, en cuyo anejo del Lance de la Virgen desempeñó el magisterio su mujer, Carmen Morales, rememoró José Luis Masegosa. Una familia con raíces almerienses, enamorados de la Alpujarra. La foto de Ricardo Martín durante el 23-Fcon periodistas leyendo la edición especial de El País, sentados en la puerta del Congreso durante el 23-F. Ha trabajado para distintos medios y es un referente internacional de la fotografía. Es autor de la exposición Las Caras del Tiempo, una selección de rostros de los protagonistas del último medio siglo en España.
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