El pasado día 9, con motivo del Día Mundial de las Aves, se llevó
a cabo una actividad científico-educativa en los artales de El Ejido con el
objetivo de dar a conocer a la ciudadanía del municipio la riqueza e
importancia ecológica de este ecosistema a nivel europeo.
La jornada estuvo organizada por tres colectivos ambientales de la
provincia, el Grupo de Anillamiento Rhodopechys de SEO/BirdLife, la Asociación
de Educación Ambiental El Árbol de las piruletas y Serbal. Durante la misma,
diferentes expertos en sus respectivas materias, fueron mostrando, con pequeños
itinerarios, la gran variedad de especies de fauna y flora que están
representados en la zona. Además mostraron las diferentes técnicas de muestreo
para obtener los datos científicos sobre los que se sustenta la catalogación de
LIC, Lugar de Importancia Comunitaria, con la que la Unión Europea tiene
protegidos los Artos de El Ejido.
En este ecosistema semiariado, fragmentado y estrangulado por la
agricultura intensiva, predomina el protegido y catalogado legalmente como
“vulnerable a la extinción” arto negro, también llamado por los científicos Maytenus senegalensis. Este arbusto
espinoso está acompañado con una gran variedad de especies como el oroval, el
azufaifo y el cambrón, todas ellas adaptadas a las condiciones climáticas de
escasez de lluvias, vientos dominantes y gran insolación.
Esta variedad florística ofrece alimento, zonas de reproducción y
de refugio a una gran cantidad de especies de fauna, como las salamanquesas
común y rosada que los visitantes pudieron observar concienzudamente tras su
captura. A su vez, a través de sus rastros y de los restos encontrados, se puso
de manifiesto la gran variedad de insectos y pequeños mamíferos que se pueden
encontrar en la zona, como pequeñas musarañas, ratones, conejos y erizos.
Los participantes también pudieron asistir a una jornada de
anillamiento donde en apenas cinco horas se capturaron, con las redes de niebla
y ayudadas por los reclamos de cantos, 14 aves de 10 especies diferentes, como
la curruca cabecinegra, el serín verdecillo y la tarabilla común entre otras,
lo que viene a indicar la enorme y variada riqueza de especies de este magnífico
patrimonio natural de los ejidenses.
Durante la jornada participaron más de una treintena de personas
que pusieron de manifiesto el interés de la población por conocer este enclave
que tantos recursos y servicios han ofrecido a lo largo de la historia de la
humanidad a los habitantes de la zona.
Esta es la cuarta jornada que se celebra en el mismo lugar durante
este año y que los organizadores quieren seguir potenciando porque “solo la
constancia en trasmitir conocimiento, en
hacer ciencia y educación ambiental conseguirán que la ciudadanía empiece a
valorar y a exigir su protección y conservación a las autoridades competentes”.
Desde los colectivos organizadores valoran muy positivamente el interés y la sorpresa de los transeúntes interesados cuando descubren la biodiversidad de la zona, los cuales se lamentan al mismo tiempo del pensamiento negativo generalizado que gran parte de la ciudadanía, administraciones y sector agrícola tienen sobre los artos. El motivo, sospechan, es la sensación que se tiene en la comarca de que hablar de conservación, de naturaleza, de espacios protegidos es ir contra la agricultura y el desarrollo de los invernaderos. En este sentido, hay que recordar el contencioso de algunos propietarios que provocó, en 2020, la descatalogación de 75 hectáreas del LIC, lo que reduce la zona protegida a solo 189,36 hectáreas. No hay que olvidar que este ecosistema ocupaba 26.000 hectáreas por todo el poniente de Almería antes de la llegada de la agricultura intensiva y estas actividades de concienciación y sensibilización sirven “para, al menos, ayudar a proteger lo que nos queda”.
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